El 4 de diciembre de 2024, Brian Thompson, director ejecutivo de UnitedHealthcare desde 2021, fue asesinado a tiros frente a una entrada del hotel New York Hilton Midtown, en Manhattan, Estados Unidos.[2] Thompson se encontraba en la ciudad para asistir a una reunión anual de inversores de UnitedHealth Group, empresa matriz de UnitedHealthcare. Las autoridades consideran que el ataque no fue aleatorio y lo investigan como un magnicidio. Thompson había recibido críticas por las políticas de rechazo de reclamaciones de seguros de UnitedHealthcare, y su familia informó que había recibido amenazas anteriormente. El tiroteo ocurrió pronto por la mañana, y el sospechoso, descrito inicialmente como un hombre blanco con máscara, huyó del lugar.[3]
Cinco días después, las autoridades arrestaron a Luigi Nicholas Mangione, de 26 años, en Altoona, Pensilvania, y lo imputaron por el asesinato en una corte de Manhattan.[4][5][6] Según informes, Mangione portaba un silenciador y un arma de fuego impresa en 3D —consistentes con las del ataque—, un manifiesto en contra del sistema de salud estadounidense, un pasaporte estadounidense y varias identificaciones fraudulentas, entre ellas una con el mismo nombre que alguien usó para hospedarse en un hostal de Manhattan previo al asesinato.[7][8][9] La policía considera que Mangione se vio influenciado por pensadores reaccionarios opuestos a la modernidad liberal,[10] en particular por la obra "La sociedad industrial y su futuro" de Ted Kaczynski.[11] Sus publicaciones en redes sociales expresaban preocupación por programas DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión), las tasas de fertilidad, el “wokeismo”, la secularización y el declive del cristianismo en Occidente, y abogaban por un retorno a la moralidad tradicional.[12][13][14]
La muerte de Thompson recibió reacciones de desprecio y burla de numerosos usuarios de redes sociales hacia él y hacia UnitedHealth Group, y muchos estadounidenses criticaron de forma más amplia el sistema de salud de Estados Unidos. El asesinato fue caracterizado por muchos en las redes como “merecido” o “justificado”, en relación con la ira generada por las prácticas comerciales de UnitedHealthcare y de la industria estadounidense de seguros de salud, particularmente las estrategias para denegar cobertura a los clientes. En algunos casos, la muerte de Thompson fue comparada con los perjuicios sufridos por personas cuya atención médica fue rechazada.
El ataque también recibió condena generalizada y expresiones de simpatía pública y oficial hacia Thompson por parte de funcionarios públicos, comentaristas y ejecutivos.[4] Tras el incidente, la familia de Thompson fue objeto de acoso, doxxing y amenazas violentas en diversas plataformas de redes sociales.[15]