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Cuadripórtico (Pompeya)

Arquitectura de la Antigua Roma en PompeyaArquitectura del siglo IArquitectura del siglo I a. C.
Pompeii BW 2013 05 13 09 46 15
Pompeii BW 2013 05 13 09 46 15

El Cuadripórtico de los teatros, también conocido como el Cuartel de los gladiadores, es una estructura de la época romana, sepultada por la erupción del Vesubio en el año 79 y encontrada a raíz de las excavaciones arqueológicas de la antigua Pompeya. Utilizado inicialmente como residencia,[1]​ se convirtió posteriormente en un cuartel para el arte gladiatoria.[2]​

Extracto del artículo de Wikipedia Cuadripórtico (Pompeya) (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Cuadripórtico (Pompeya)
Via Stabiana,

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N 40.74831039188 ° E 14.488860138685 °
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Regio VIII

Via Stabiana
80045
Campania, Italia
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Pompeya
Pompeya

Pompeya [a]​fue una antigua ciudad romana situada en la Campania, a orillas del golfo de Nápoles, próxima a la actual Nápoles. Es principalmente conocida por haber sido destruida durante la erupción del Vesubio del año 79. Sus orígenes no se conocen bien. Se supone que fue una fundación osca, pueblo que ocupó la región de Campania tras la colonización griega del sur de la costa tirrena en los siglos VIII y VII a. C. Cabe la posibilidad de que los etruscos se adueñaran de la ciudad en el siglo VI a. C. y construyeran las primeras murallas de piedra alrededor del año 570 a. C. Posteriormente, hacia el año 450 a. C., fue conquistada por los samnitas, como lo demuestran las muchas inscripciones en idioma osco descubiertas en las excavaciones de la ciudad. Entró definitivamente en la órbita romana en calidad de ciudad aliada a principios del siglo III a. C., y obtuvo la plena ciudadanía romana tras la guerra Social. Más tarde Sila modificó el estatuto de la ciudad, haciéndola pasar de municipium a colonia romana para asentar a dos mil veteranos de sus ejércitos. Este hecho incrementó la romanización de Pompeya y la sustitución paulatina del osco por el latín.[4]​ Al estar en un área de notable actividad sísmica y volcánica, Pompeya sufrió a lo largo de su historia varios desastres naturales. Entre ellos, el intenso terremoto del año 62, que afectó a la red de agua corriente y arruinó varios edificios públicos y zonas del foro que todavía seguían sin actividad en el año 79. El 24 de agosto de ese último año, una violenta erupción del monte Vesubio la enterró bajo toneladas de sedimentos. Muchos de sus habitantes fallecieron debido al flujo piroclástico. A partir de trabajos arqueológicos realizados en 2018, se postuló que la erupción pudo ocurrir el 24 de octubre,[1]​[2]​ aunque ya había pruebas previas que indicaban una datación en el otoño o en el invierno del mismo año.[5]​ Ya en la misma Antigüedad fue objeto de rapiñas, sobre todo en época de Tito, poco después de su destrucción. Sin embargo, la gran cantidad de sedimentos que la cubrieron hicieron imposible el saqueo continuado del lugar, lo que terminó por protegerla del expolio al que fueron sometidos otros enclaves antiguos en la Edad Media. A pesar de algunas menciones en Estacio y Marcial, la ciudad se hundió en un relativo olvido durante siglos. Fue en 1592, durante la construcción del canal del Sarno, que Pompeya salió de nuevo a la luz, aunque el redescubrimiento propiamente dicho no ocurrió hasta el siglo siguiente. Las excavaciones sistemáticas comenzaron en 1748 gracias a los estudios de diez años de Roque Joaquin de Alcubierre sobre la cercana Herculano. La antigua ciudad romana se encontró en un excelente estado de conservación, lo que ha permitido desenterrar un precioso testimonio del urbanismo y la civilización de la Antigua Roma. En 1997, junto con Herculano y Oplontis (Torre Annunziata), la Unesco declaró el sitio patrimonio de la humanidad. En sus proximidades se levanta la actual ciudad de Pompeya.

Basílica de Pompeya
Basílica de Pompeya

La basílica es uno de los edificios de la ciudad romana de Pompeya. Este edificio no está conforme del todo punto con la descripción que Vitrubio nos ha dejado de las basílicas romanas y con las nociones que nosotros hemos encontrado sobre a disposición general de esta clase de monumentos. Las basílicas en efecto eran unos vastos edificios donde los magistrados rendían justicia y donde los jurisconsultos trataban sus asuntos y consultas. Tenían una gran nave en el centro y de cada lado uno o muchos pórticos a dos sitios diversos. Estaban cubiertos y alumbrados por los lados. Los marchantes ocupaban los pórticos inferiores. La extremidad opuesta a la entrada, estaba terminada por un semicírculo donde se colocaba el tribunal. Esta era a la vez un lugar de comercio y de justicia. La basílica de Pompeya no tiene semicírculo. La extremidad como se ve por la planta, está ocupada por un departamento decorado de columnas y no parece que haya podido tener una galería superior. Por esta razón algunos autores ven en este edificio no una basílica, sino el comitium, donde el pueblo se reunía para nombrar sus magistrados. Según estos autores, el sitio del fondo estaba destinado a los que dirigían las elecciones. De cualquier modo que sea, este edificio tiene mucha semejanza con las basílicas romanas pues las primeras iglesias cristianas no son más que una imitación y a las cuales se les ha imputado el nombre y la disposición. La basílica de Pompeya fue descubierta en 1843. Toda la parte superior está destruida hasta la mitad de la altura del gran orden pero todos los elementos de la restauración están colocados en su verdadero lugar. Como la mayor parte de los edificios de Pompeya, está construida de pequeños trozos de material recubiertos de estuco pintado: su longitud total es de unos 200 pies (unos 66 m) por 78 (unos 26 m) de ancho. Su entrada principal está en el lado del foro. Cinco puertas conducen desde el vestíbulo que precede a la gran sala. Este vestíbulo está ricamente adornado a juzgar por los pedestales y una estatua de bronce dorado encontrada en las excavaciones. De las nombradas y preciosas ruinas descubiertas en el interior se supone que la decoración de esta parte del edificio no es ni menos rica, ni menos variada.