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Cisterna del Hebdomon

Cisternas de EstambulCisternas romanas
Fildami(yukaridan)
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La Cisterna del Hebdomon (en griego: κινστέρνη τοῦ Ἕβδομου),[1]​ es una cisterna de agua bizantina a cielo abierto construida en la colonia de Hebdomon (hoy Bakırköy ), un suburbio de Constantinopla.[2]​

Extracto del artículo de Wikipedia Cisterna del Hebdomon (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Cisterna del Hebdomon
Fildamı Sokağı,

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Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 40.9931 ° E 28.8861 °
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Dirección

Fildamı

Fildamı Sokağı
34146 , Osmaniye Mahallesi
Turquía
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Lugares cercanos

Monasterio de Studion
Monasterio de Studion

El monasterio de Studion, en griego Μονή του Αγίου Ιωάννη του Προδρόμου «εν τοις Στουδίου» (Monē tou Hagiou Iōannē tou Prodromou «en tois Stoudiou» “Monasterio de San Juan el Precursor «en el estudio»”) era el monasterio cristiano más importante de Constantinopla, situado cerca de la Propóntide, en la zona de la ciudad llamada Psamathia. Recibe su nombre de su fundador, el cónsul Studios (Studius, en latín), que lo estableció en el año 462 o 463 con monjes ortodoxos procedentes del monasterio de Acoemetae, y lo puso bajo la advocación de San Juan Bautista. Con el tiempo, la regla de Studion sería adoptada por los monasterios del Monte Athos, y por otros muchos monasterios del Imperio romano de Oriente. En su momento de mayor esplendor, llegó a albergar un millar de monjes. Los monjes de Studion sufrieron la persecución imperial durante la querella iconoclasta, y fueron expulsados de su monasterio por el emperador iconoclasta Constantino V en 775; tras su retorno, el superior del monasterio, Sabbas, defendió las posiciones ortodoxas en el Segundo Concilio de Nicea de 787. Sabbas fue sucedido por San Teodoro Estudita, una de las más destacadas personalidades que rigieron el monasterio, quien debió también sufrir el rigor de las persecuciones de la segunda época iconoclasta. Tras la restauración de la ortodoxia, las persecuciones cesaron, pero algunos abades de Studion tuvieron posteriormente conflictos con la autoridad de los patriarcas de Constantinopla. El monasterio tuvo una destacada vida intelectual. Especial relevancia tiene su escuela de caligrafía, establecida por San Teodoro de Studion. Durante los siglos VIII y IX fue el centro de la poesía religiosa bizantina, y se escribieron varios himnos que aún se utilizan en la Iglesia Ortodoxa Griega. El monasterio fue destruido en 1204 por los cruzados que se apoderaron de Constantinopla, instaurando el efímero Imperio Latino. En 1290 fue reconstruido, pero fue destruido definitivamente durante la conquista de la ciudad por los turcos, en 1453. La única parte que sobrevivió hasta el siglo XX fue la Catedral de San Juan Bautista, probablemente la iglesia más antigua que queda en Estambul, una basílica del siglo V que fue convertido por el sultán Bayaceto II en la mezquita Imrahor Camii. La antigua estructura sufrió daños graves debido a los grandes incendios de 1782 y 1920; el terremoto de 1894 también contribuyó a su ruina. Tras el terremoto, un grupo de estudiosos rusos, dirigidos por Fiódor Uspenski, inauguró el Instituto Arqueológico de Rusia en los terrenos del monasterio, pero su actividad se vio suspendida a raíz de la Revolución Rusa de 1917. Durante las décadas siguientes, las ruinas del complejo del monasterio fueron saqueadas reiteradamente.

Murallas de Constantinopla
Murallas de Constantinopla

Las murallas de Constantinopla son una serie de muros defensivos de piedra que han rodeado y protegido la ciudad de Constantinopla (hoy en día Estambul en Turquía) desde su fundación como la nueva capital del Imperio romano de Oriente por Constantino I. Con numerosas adiciones y modificaciones durante su historia, fueron el último gran sistema de fortificación de la antigüedad y uno de los sistemas más complejos y elaborados jamás construidos. Inicialmente construidas por Constantino I, las murallas rodeaban la nueva ciudad por todos lados, protegiéndola contra ataques tanto por mar como por tierra. A medida que la ciudad crecía, en el siglo V se construyó la famosa línea doble de las murallas de Teodosio. Aunque las otras secciones de las murallas eran menos elaboradas, cuando se encontraban bien defendidas por soldados, eran casi inexpugnables para cualquier sitiador medieval. Salvaron la ciudad, y con ella al Imperio bizantino, durante los asedios de la coalición ávaro-sasánida, árabes, rusos y búlgaros, entre otros. El advenimiento de los cañones de asedio de pólvora hizo que las fortificaciones fueran vulnerables, pero la tecnología de los cañones no estaba lo suficientemente avanzada para capturar la ciudad por sí sola, ya que las murallas podían repararse entre recargas. Finalmente, la ciudad cayó por el peso de las fuerzas otomanas el 29 de mayo de 1453 después de un asedio de seis semanas. Las murallas se mantuvieron en gran parte intactas durante la mayor parte del período otomano hasta que las secciones comenzaron a desmantelarse en el siglo XIX, cuando la ciudad superó sus límites medievales. A pesar de la falta de mantenimiento, muchas partes de los muros sobrevivieron y todavía se encuentran en pie. Desde los años ochenta se ha puesto en marcha un programa de restauración a gran escala.