El castillo de Sagunto es una fortaleza situada en lo alto del cerro que protege la ciudad de Sagunto, en la provincia de Valencia (España), declarado Monumento Nacional en 1931.
La presencia del castillo es tan antigua como el origen de la ciudad y ya los íberos establecieron allí su primer asentamiento (Arse). Tradicionalmente se habla del castillo romano, haciendo con ello referencia a la civilización que más ha marcado este monumento y donde se encontraba Saguntum. Sin embargo, en el castillo quedan pocos restos de origen romano y es un mosaico de culturas y civilizaciones (íberos, romanos, godos, árabes). La fortaleza fue utilizada por las tropas francesas durante la Guerra de la Independencia al inicio del siglo XIX. Se encuentra dividido en siete plazas o recintos independientes: la plaza de Almenara, la plaza de Armas, la plaza de la Conejera, la plaza de la Ciudadela, la plaza Dos de Mayo, la plaza de San Fernando y Estudiantes. En el interior de las murallas, que se extienden un kilómetro a lo largo de la montaña, en el Antiquarium Epigráfico se puede contemplar una parte de la colección epigráfica más completa y significativa de la península ibérica. Las inscripciones recogen los aspectos más destacados y notables de la sociedad saguntina en distintas épocas. Muy cerca de la cara norte de las murallas se encuentra el teatro romano.