El ídolo de Mikeldi es una escultura zoomorfa de piedra arenisca hallada en Durango en el País Vasco en España,[1] junto a un vado del río Ibaizabal. Representa a un jabalí, e incorpora entre su patas un disco.[2] Su datación es la Segunda Edad del Hierro entre los siglos IV y II a. C.).[1][3] Toma el nombre de la ermita junto a la cual fue hallado, San Vicente de Miqueldi.
Pesa 1625 kg y tiene un volumen de 0,65 m³, realizada en piedra arenisca posiblemente de la cantera de Gallanda, cercana a su ubicación. El disco entre las patas de la escultura tuvo caracteres grabados. Aparentemente no queda rastro de ellos, aunque hay testimonios de que los tuvo (Otálora en 1634, Bernaola a finales del siglo XIX), ratificados por un estudio un estudio tridimensional, mediante láser y escaneo realizado en mayo de 2013.[4]
Se cree que tuvo una finalidad compleja en la sociedad de la Edad del Hierro que lo creó, de cultura indoeuropea. como verraco, es una pieza única en el País Vasco, siendo bastante habitual en la meseta castellana y norte de Portugal, aunque los verracos conocidos en el resto de la península no tienen un disco entre sus patas.[5]
El animal es similar a los verracos de piedra de los vetones; la principal diferencia con estas esculturas es, como hemos dicho, el disco solar o lunar[2] que sostiene bajo su cuerpo. Se exhibe en el Museo Vasco en Bilbao.[1]