place

La Casa Amarilla

Arquitectura de la provincia de Santa Cruz de TenerifeBienes de interés cultural de la provincia de Santa Cruz de TenerifeCasas de CanariasEtologíaGestalt
Historia de la psicologíaLista Roja de Patrimonio en Peligro (Santa Cruz de Tenerife)PrimatologíaPuerto de la Cruz
Casa amarilla
Casa amarilla

La Casa Amarilla es una antigua casa de campo de dos pisos situada en el término municipal de Puerto de la Cruz, isla de Tenerife (Canarias, España), que fue sede del primer centro de estudios primatológicos de la historia,[1]​ al haber acogido entre los años 1913 y 1918 la Estación de Antropoides de Tenerife, promovida por la Academia Prusiana de Ciencias de Berlín y dirigida principalmente por el célebre psicólogo alemán Wolfgang Köhler, uno de los principales teóricos de la psicología de la Gestalt. En esta casa se redactarían además la serie de informes que ayudarían a componer el futuro texto de Köhler, The Mentality of Apes (La Inteligencia de los Chimpancés), de amplia influencia en la psicología, la filosofía, la antropología, la primatología y la etología del siglo XX. Desde mayo de 2005, ostenta la condición de Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico por Decreto del Gobierno de Canarias. En la actualidad este edificio se encuentra en grave peligro de desaparición.

Extracto del artículo de Wikipedia La Casa Amarilla (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

La Casa Amarilla
Paseo de Acebuche,

Coordenadas geográficas (GPS) Dirección Lugares cercanos
placeMostrar en el mapa

Wikipedia: La Casa AmarillaContinuar leyendo en Wikipedia

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 28.41444444 ° E -16.53 °
placeMostrar en el mapa

Dirección

Paseo de Acebuche

Paseo de Acebuche
38400 , El Durazno
España
mapAbrir en Google Maps

Casa amarilla
Casa amarilla
Compartir la experiencia

Lugares cercanos

Casona de San Fernando
Casona de San Fernando

El conjunto formado por La Casona y Jardines de San Fernando, antes El Robado situado en el término municipal de Puerto de la Cruz, en el Valle de La Orotava, isla de Tenerife (Canarias, España), constituye un ejemplar de la arquitectura inglesa a finales del siglo XIX y consecuentemente representativa de la implantación cultural británica en el municipio norteño de Puerto de la Cruz. Sus materiales originales son nobles (piedra y madera), tratados con procedimientos artesanales. El saneamiento y las instalaciones de la edificación corresponden a un periodo excepcional de la tecnología británica en fase de expansión. La casa original fue construida enteramente con piedra de cantera local, en dos plantas y varios accesos (principal y servidumbre), siendo su distribución a la manera tradicional de las casas de campo inglesa (hall, salón principal, de lectura, biblioteca, cocinas, habitaciones del servicio, comedor, escalera de servicio y principal, dormitorios, baños, aseos, etc.). Su techo se recubrió con láminas de pizarra, importadas de Gran Bretaña. Asimismo, se trajo a un especialista en fontanería, el señor Ernest Uren, el cual realizó un trabajo que, aun hoy, sigue asombrando. La Casona presenta una obra de fábrica que llama la atención con detalles, como la obra de encofrado entre las juntas de piedra, que son realmente artísticas, o el hogar (chimenea) de las grandes habitaciones recubierto en mármol o madera, que denotan el cuidado exquisito con que fue construida la casa. Existían varias zonas de césped espaciosas, que se utilizaban para los juegos de croquet (juego inglés que consiste en hacer pasar unas bolas de madera por unos arcos situados en el suelo, golpeándolos con un mazo de madera) y bolos. Había una cancha de tenis, cuyos restos aún pueden observarse, y, por debajo de la casa, grandes huertas. También había jardines especiales dedicados totalmente a plantas y árboles de las islas. La labor de captación del turismo, que posteriormente tendría tanta importancia, especialmente británico, se debió en gran parte a la labor que realizaron algunos visitantes que decidieron quedarse y construyeron casas para residir, unos esporádicamente y otros de manera permanente. Entre ellos se encontraba el Coronel Owen Peel Wethered, que decidió edificar El Robado, según referencias históricas en el año 1887, tomado ciertamente del nombre de la calle (Bélgica, en la actualidad) que hoy discurre hacia la Clínica Bellevue y que, por aquel entonces, así se denominaba. Desde la construcción del inmueble hasta la actualidad se transmitió su propiedad en varias ocasiones, sufriendo alguna modificación durante ese periodo. Así el Duque de Peñaranda sustituyó el techo de pizarra por la típica teja canaria y su denominación de El Robado por la de San Fernando. En 2008 fue devastada por un incendio.[1]​