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Iglesia de Santa María de la Asunción (Segura)

Iglesias de GuipúzcoaSegura (Guipúzcoa)
Ama Jasokundearen eliza Segura 2007
Ama Jasokundearen eliza Segura 2007

La iglesia de Santa María de la Asunción es un inmueble de la localidad española de Segura, en la provincia de Guipúzcoa.

Extracto del artículo de Wikipedia Iglesia de Santa María de la Asunción (Segura) (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Iglesia de Santa María de la Asunción (Segura)
Kale Nagusia,

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N 43.00889983 ° E -2.254 °
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Ama jasokundearen eliza

Kale Nagusia 46
20214
País Vasco, España
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Ama Jasokundearen eliza Segura 2007
Ama Jasokundearen eliza Segura 2007
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Lugares cercanos

Goyerri
Goyerri

El Goyerri (en euskera Goierri) es una comarca situada en el sureste de la provincia de Guipúzcoa, limítrofe con Navarra y Álava. Es una región montañosa, que abarca los valles del Oria y del Urola, alternando paisajes rurales con centros industriales. El 51% de la población trabaja en el sector de la industria. El uso del euskera es alto; en muchas zonas el uso del euskera supera el 90%. Es propio de esta zona el dialecto central del euskera. El término goierri o goiherri significa 'tierra alta' y es la denominación tradicional con la que se llama a la cuenca alta del río Oria, en contraposición con el Beterri ('tierra baja'), que es la cuenca baja de dicho río. En sentido estricto el Goyerri es por lo tanto la comarca que engloba la cuenca alta del río Oria y la cuenca alta del valle del Urola (mancomunidad de Urola Garaia). Lo forman 18 municipios con una población de 42.318 habitantes (INE 2014)[1]​ y posee una extensión de unos 350 km². Limita al sur con Álava, al sureste con Navarra, al oeste con el Alto Deva y al norte con las comarcas de Urola-Costa y al noreste con Tolosaldea. Debido a que en el País Vasco las comarcas no están delimitadas oficialmente, al hablar del Goyerri se puede hacer referencia a cualquiera de los dos términos antes mencionados. Los municipios del Goyerri comparten algunos servicios (por ejemplo la Mancomunidad de Sasieta que se encarga de la recogida de basura), pero poseen otras mancomunidades diferenciadas, como agencias de turismo (Goitur, Urola Garaia) y desarrollo comarcal por separado. Geográficamente el Goyerri lo forman dos valles, el del Oria y el del Urola; siendo el primero más amplio y el segundo bastante estrecho. En el valle del Oria se encuentran las poblaciones de Legorreta, Isasondo, Ordicia, Beasáin, el barrio de Yurre de Olaberría, Segura y Cegama. Los valles de los afluentes del Oria son bastante importantes, en el valle que forma el arroyo Zaldivia se encuentra la población homónima, en el del Agaunza se encuentran Lazcano y Atáun; en el del arroyo Ursuaran se encuentra Zaldivia y en el del Estanda, Ormáiztegui. El valle del Estanda y el de su tributario, el Santa Lucía, forman un pasillo que comunica el valle del Oria con el del Urola. El valle del Oria es un importante eje de comunicaciones, ya que es atravesado por la vía férrea de RENFE Madrid-Irún y la autovía A-1 (antigua N-I Madrid-Irún). La cuenca alta del Urola, forma un valle encajonado y estrecho. Formaba uno de los valles más aislados y peor comunicados de Guipúzcoa. Paradójicamente cuenta con una salida más fácil hacia el valle del Oria que hacia la cuenca media del Urola. La línea férrea Madrid-Irún se trazó hace ya más de un siglo entrando en Guipúzcoa por el valle del Urola y comunicándose con el del Oria a través del corredor de Santa Lucía-Estanda. Actualmente una autovía une Zumárraga con Beasáin, todo ello ha contribuido a estrechar lazos entre estos dos valles. La comarca agrupa zonas fuertemente urbanizadas e industrializadas con otras de carácter rural. Entre las primeras destaca en el valle del Oria la conurbación Beasáin-Ordicia-Lazcano, localidades que casi forman un continuo urbano y que suman una población conjunta de 29.000 habitantes;[1]​ y en el Alto Urola, la conurbación Zumárraga-Urrechu-Legazpia con una población de 25.000 habitantes.[1]​ La principal actividad económica de la comarca es la industrial, centrada en el sector siderometalúrgico. La principal empresa de la comarca es la C.A.F.(Construcción y auxiliar de Ferrocarriles), una empresa casi centenaria ubicada en Beasáin y dedicada a la fabricación de vagones de tren y metro. La CAF cuenta con casi 3.000 trabajadores y es el principal motor económico del Goyerri. Otras empresas industriales de importancia en el Goyerri son la cooperativa Irizar de Ormáiztegui que se dedica a carrozar autocares y que cuenta con varias plantas en el extranjero; la planta siderúrgica que posee Arcelor en Olaberría; la cooperativa Orkli de Ordicia que se dedica a la fabricación de válvulas, Indar de Beasáin que fabrica maquinaria eléctrica, la fundición Ampo de Idiazábal, Fundiciones del Estanda de Beasáin o Grúas Jaso de Idiazábal. El Alto Urola era una subcomarca que vivía casi totalmente de la industria siderúrgica. En la década de 1980 esta industria sufrió una fuerte reconversión que afectó duramente a la economía local. En la actualidad sigue teniendo gran importancia esta industria, pero con menor pujanza que antaño. Destacan GSB de Legazpia y la planta de Arcelor en Zumárraga. También es muy importante la empresa Bellota Herramientas de Legazpia que fabrica herramientas manuales. El sector servicios ocupa a la mayor parte de la población activa, pero tiene menor peso en la economía local que en otras comarcas vascas debido al gran peso de la industria. Las cabeceras comarcales a nivel de comercio y servicios son principalmente Beasáin y Zumárraga. La agricultura y la ganadería son actividades económicas más bien marginales y solo ocupan a una parte significativa de la población en los pequeños municipios rurales de la comarca.

Viaducto de Ormáiztegui
Viaducto de Ormáiztegui

El viaducto de Ormáiztegui (Guipúzcoa, España) se construyó en 1863 por el ingeniero Alexander Lavalley en los talleres Batignolles, culminando el último tramo de la línea férrea París-Madrid. Fue inaugurado el 15 de agosto de 1864[1]​ y estuvo en servicio hasta el 1 de julio de 1995, fecha en la que fue definitivamente sustituido por una moderna estructura de hormigón construida en paralelo.[2]​ Es un ejemplo sumamente didáctico de un sistema constructivo en desuso, mediante acero laminado, que sufre un proceso generalizado de sustitución y desaparición. Es representante de una época ligada al desarrollo ferroviario, y tanto por su antigüedad como por sus monumentales dimensiones y la altura que salva, lo convierten en un bien sin parangón dentro de la ingeniería civil del siglo XIX en España. En origen el viaducto responde a una estética estrictamente constructiva y ligada a la ingeniería civil metálica del ferrocarril, sin ornamentaciones ni detalles historicistas. Su mayor expresión formal es la densa y tupida malla de planchas de hierro que arriostran y llenan los vacíos de las vigas. El Viaducto salva una distancia de 291,5 metros y su altura máxima es de 34 metros. Se organizaba como un gran cajón continuo estructurado en cinco vanos de 53,2 y 60,5 metros en los extremos y en el centro, respectivamente. La estética férrea resulta incompleta, pues los soportes se realizaron con pilas de sillería. No obstante, este hecho aumenta la ligereza del propio cuerpo horizontal del Viaducto. Actualmente el vaducto presenta diversos soportes, con cinco nuevos apoyos en hormigón armado, que datan de la guerra civil, los cuales fueron construidos como refuerzo tras haber sido destruido el puente (cortando a soplete su estructura metálica) para evitar el avance de las "tropas nacionales". Como resultado de ello los actuales vanos son diez, conservando la estructura metálica construida mediante vigas continuas con elementos de acero laminado enlazados entre sí por roblones. Los vanos del Viaducto tienen unas longitudes variables entre 30 y 25 metros, siendo mayores los centrales. La estructura de hierro está constituida por tres vigas principales paralelas entre sí, distantes 3,18 metros entre ejes y un canto de 5,60 metros. Las tres vigas son continuas y de celosías múltiples de barras planas y sustentan una doble vía. Las vigas se dividen en tramos mediante los montantes verticales, cuya modulación básica es de 2,40 metros. Los montantes verticales se vuelven más densos en los apoyos del Viaducto, llegando a representar un cambio en la sucesión de montantes y celosías cruzadas. Las tres vigas se arriostran transversalmente mediante cruces de San Andrés formadas por perfiles en T, diversas pletinas y angulares tipo L dispuestos horizontalmente. En la parte superior se realiza un tablero con un entramado de viguetas y largueros. Las viguetas son dos vigas doble T, soldadas entre sí, con un canto total de 95 cm. Sobre este tablero de soporte discurren los travesaños, ocultos superiormente por chapas de acero y los raíles del ferrocarril. Como remate superior del Viaducto surge un pasillo volado de las vigas principales laterales con una barandilla protectora de acero que continúa con el juego de celosías cruzadas. Las alas superior e inferior de las vigas están formadas por pletinas de anchura diversa para reforzar la sección en algunos puntos. Las uniones entre los distintos elementos de la estructura son en su mayoría mediante roblones, existiendo en menor medida soldaduras. La estructura se pinta con pintura metálica gris. Los soportes existentes son de dos tipos: por un lado, los cinco toscos caballetes de hormigón armado visto, que se realizan como un entramado hueco de planta cuadrada con cuatro pilares sobre vastas zapatas y cuatro tramos de altura con cruces de San Andrés en su tramo superior y tablero como remate y apoyo del viaducto. Estos caballetes tienen su origen en las vicisitudes de la guerra civil. Por otro lado están los soportes originales mediante grandes pilas rectangulares de piedra, con un acabado exterior en sillería. Coincidiendo con estas pilas se colocan en las vigas laterales los postes metálicos de las catenarias de electricidad.