La basílica de los Santos Ambrosio y Carlos en el Corso (en italiano: Sant'Ambrogio e Carlo al Corso, normalmente conocida solo como San Carlo al Corso, es una iglesia romana del siglo XVII, erigida en la parte central de la Via del Corso. Su construcción se inició en 1612 y finalizó en 1669, y reemplazó a otra iglesia anterior del siglo X. En la parte trasera, al otro lado de la Via di Ripetta a la que da el ábside, se encuentra el mausoleo de Augusto.
Esta iglesia es la iglesia nacional de los lombardos que residen en Roma y está dedicada a los santos milaneses Ambrosio y Carlos Borromeo (En el deambulatorio detrás del santuario, hay un nicho donde se encuentra un relicario que guarda el corazón de san Carlos, donado a la iglesia en 1614 por el cardenal Federico Borromeo, primo del santo). El título de cardenal de la iglesia pertenece tradicionalmente al arzobispo de Milán y es una de las, al menos tres iglesias romanas, dedicadas a Borromeo, siendo las otras San Carlo ai Catinari y San Carlo alle Quattro Fontane. Desde 1906 ha sido oficiada por el Instituto de la Caridad (rosminianos).
La iglesia se convirtió en basílica menor con el breve apostólico Lombardi in Urbe de Pío XI de 21 de diciembre de 1929
La iglesia alberga numerosas obras artísticas: la bóveda central está pintada al fresco con una Caída de los ángeles rebeldes (1677-1679) por Giacinto Brandi; el retablo del altar, que representa a los Santos Ambrosio y Carlos Borromeo con la Virgen y Jesús, fue pintado alrededor del año 1685-1690 por Carlo Maratta. La decoración de estuco fue obra de Giacomo y Cosimo Fancelli. La estatua de los santos se debe a Francesco Cavallini. También trabajaron en la iglesia otros artistas, como Girolamo Troppa, Pasquale de' Rossi, Luigi Garzi, Francesco Rosa, Giovan Battista Boncori, y Fabbrizio Chiari.