El coto minero de Arditurri es un antiguo complejo minero situado en las Peñas de Aya, en la localidad guipuzcoana de Oyarzun, en el País Vasco, España. Este complejo minero se comenzó a explotar antes de la llegada del Imperio Romano y se mantuvo activo, prácticamente de forma ininterrumpida, hasta el año 1984, cuando la última empresa concesionaria, la Real Compañía Asturiana de Minas, cesó la actividad. Se han obtenido del mismo plata (galena argentífera), hierro, plomo, zinc, fluorita y blenda. El año 2004 pasó a formar parte del Parque natural de las Peñas de Aya y, tras la habilitación de 800 metros de galería, está abierto al público para su visita y comprensión.
Es especialmente relevante la explotación realizada en tiempos del Imperio romano, la cual alcanzó un grado alto de técnica minera en la que destaca el cuniculus, acueducto subterráneo para el sistema de drenaje de las galerías. Las minas formaban parte del distrito minero de Oiasso. La ciudad de Oiasso tenía uno de los puertos más importantes del denominado Mare Externum y estaba atravesada por la XXXIV calzada, que unía Asturica Augusta con Burdigala.
El coto minero de Arditurri están asociado al complejo granítico de la Peñas de Aya, rico en minerales, en el cual se han encontrado muchas explotaciones mineras romanas con hallazgo de multitud de tipos de técnicas de trabajo como galerías de prospección, de tránsito y de explotación, chimeneas, pozos, planos inclinados y soluciones de drenaje. Solo en el coto de Arditurri hay 44 unidades mineras de la época romana catalogadas.
Tras el abandono portuario de Irún, la población que sustituyó a la Oiasso romana, la salida del mineral se realizó por el, también cercano, puerto de Pasajes, para lo que se llegó a construir una línea férrea. En la dilatada historia del coto minero de Arditurri se han realizado todo tipo de técnicas de explotación; las más visibles son las minas a cielo abierto que han influido fuertemente en el entorno paisajístico creando un entramado de escombreras de estériles, planos inclinados y explanaciones.
Hay unos 15 km de galerías abiertas en diferentes épocas y varias minas a cielo abierto. En las galerías romanas se han encontrado sistemas complejos de drenaje, lo que avala la importancia en ese tiempo de la explotación.