La torre de Santiago es una torre de vigilancia de Pineda de Mar que está adosada al Mas Castellar, el elemento fortificado mejor conservado del municipio. Corresponde a una de las muchas torres de defensa que fueron construidas a lo largo de toda la costa entre los siglos XIV y XVII.
En aquellos tiempos eran frecuentes las incursiones de corsarios turcos o berberiscos y de piratas sin jurisdicción. Valga como ejemplo la inscripción que hay en el dintel de la puerta de la iglesia parroquial de Pineda: "A 1 d'agost de MDXIV a punta d'alba XI galiotes del turc es posaren la gent a la plage cremaren les portes de la sglésia e moltes cases e mataren e cativaren IXX animas pujant fins a la casa de palau a migjorn se tornaren en barcas. Per reparo ses poblats ses fortificada esta sglesia de Pineda".
Para prevenir estos ataques, las torres de vigía hacían función de atalayas de vigilancia y al mismo tiempo constituían elementos defensivos, generalmente formando parte de un sistema fortificado o estratégico de defensa, intercomunicado a través de señales de humo o fuego. El número de torres llegó a ser tan grande que el litoral del Maresme era conocido como la costa torreada. La mayor parte de las torres conservadas son de los siglos XVI y XVII. Podían ser de planta cuadrada o redonda, aisladas o adosadas a las masías. Eran coronadas de almenas o matacanes alrededor de la azotea. En Pineda había torres de defensa en Can Cànoves, en Torre de Merola, en Can Jalpí y en la Rectoría Vella. La más interesante es, sin embargo, la Torre de Santiago, prototipo de torre cilíndrica con la base ataludada y corona de matacanes. Se comunica con la masía mediante una poterna a la altura de la segunda planta, accesible a través de un puente. Junto a la Torre se encuentra la masía, con tejado a dos vertientes, formada por tres cuerpos: el central más ancho y dos en sentido paralelo a la fachada posterior. El conjunto ha sido restaurado cuidadosamente, conservando todos los detalles arquitectónicos.