place

Love Parade

CarnavalEventos en BerlínFestivales de música de AlemaniaFestivales de música electrónica
Berlino Love Parade 1998
Berlino Love Parade 1998

Love Parade fue un festival de música electrónica y desfile que se originó en 1989 en Berlín Oeste, Alemania. Fue apoyado anualmente por Alemania entre 2004 y 2007, y posteriormente del 2008 al 2009. Su propósito era juntar miles de personas en una manifestación pacífica donde la música fuese su principal protagonista. Debido a la tragedia acontecida en Duisburgo en la edición de 2010, la organización decidió que esa sería la última edición.[1]​

Extracto del artículo de Wikipedia Love Parade (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Love Parade
Luisenstraße, Berlín Mitte

Coordenadas geográficas (GPS) Dirección Lugares cercanos
placeMostrar en el mapa

Wikipedia: Love ParadeContinuar leyendo en Wikipedia

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 52.52 ° E 13.38 °
placeMostrar en el mapa

Dirección

Luisenstraße 31A
10117 Berlín, Mitte
Alemania
mapAbrir en Google Maps

Berlino Love Parade 1998
Berlino Love Parade 1998
Compartir la experiencia

Lugares cercanos

Crisis de Berlín de 1961
Crisis de Berlín de 1961

La crisis de Berlín de 1961 fue el último gran incidente político-militar europeo de la Guerra Fría sobre la ocupación militar en la capital Alemana de Berlín. Fue provocada por la Unión Soviética mediante un ultimátum exigiendo la retirada de las fuerzas armadas occidentales de Berlín Occidental. Concluyó con la construcción Muro de Berlín que dividió la ciudad en dos: Berlín Este y Berlín Occidental. Ocurrida entre 1958 y 1963, la crisis de Berlín surgió a partir de la división cuadripartida de la capital del Reich tras la Segunda Guerra Mundial, en la que ambos bloques aliados, en su afán de detener a Alemania durante la guerra, se enfrentaron luego debido a posturas ideológicas opuestas. El territorio de Berlín era en sí mismo un punto neurálgico tras la división bipolar del mundo, Bistrita y los aliados compartían su administración. El problema se suscitó cuando muchos ciudadanos desempleados de Europa del Este vieron las posibilidades que ofrecía Berlín Occidental. La rápida prosperidad alcanzada por Alemania Occidental en función de su reconstrucción, puesto en marcha el Plan Marshall, hizo que esta se volviera una oportunidad para los pobres ciudadanos del bloque Oriental. Más aún, el perjuicio no sólo se debía a la emigración sino a que gran parte de esta era gente cualificada. El conflicto que derivó en la construcción del muro en 1961, vivió momentos en los que se temió un nuevo enfrentamiento bélico. Hacía 1958, apoyando las motivaciones de la República Democrática Alemana (RDA), Nikita Jrushchov anunció que Berlín debía quedar incorporada a la RDA o, de lo contrario, bajo el poder de las Naciones Unidas. La situación se agravó cuando el líder soviético instó a los aliados a tomar una resolución en seis meses. Caso contrario, pasaría a tener pleno acceso de Berlín mediante un tratado firmado con la RDA. La situación así planteada, puso a las potencias occidentales en un verdadero aprieto: aceptar las condiciones de Moscú significaba un paso atrás en la defensa de la democracia y de los intereses por esta representados, negarse de base, era poner en peligro la paz mundial bajo la amenaza de una guerra de alcance nuclear. Las acciones diplomáticas que se tomaron para una resolución pacífica no prosperaron demasiado, reuniones de los antiguos vencedores de Alemania, entre Jruschov y el recientemente electo, John F. Kennedy, la cumbre de la ONU en 1960. En todas estas instancias, la Unión Soviética optó por la confrontación ideológica. Se debe tener en cuenta que tras la muerte de Stalin en 1953, el avance del capitalismo era indiscutible y que si bien ninguno de los dos bloques estaba dispuesto a ceder zonas de influencia, las acciones se iban orientando a una avenencia pacífica. La crisis posterior que vio peligrar la tranquilidad mundial, frágilmente sostenida, fue la crisis de los misiles en Cuba. En esta oportunidad, también se optó por una salida que no redundara en el conflicto armado. La culminación de la crisis derivó en la construcción del Muro de Berlín, imposibilitando radicalmente toda conexión entre ambos lados de la capital. Esta acción llevada a cabo por Alemania Oriental dio cuenta, en primera instancia, de que el líder soviético no quería una guerra. En segundo término, la división expresa sentó las bases de un estatus que se perpetuó durante 28 años.

Batalla de Berlín
Batalla de Berlín

La batalla de Berlín fue la última gran batalla en Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Comenzó el 16 de abril de 1945 tras el inicio de una gran ofensiva de la Unión Soviética sobre la ciudad capital del Tercer Reich, y finalizó el 2 de mayo de 1945, cuando los defensores alemanes rindieron la ciudad al Ejército Rojo. El 12 de enero de 1945, el Ejército Rojo entró en territorio alemán durante la ofensiva del Vístula-Óder y avanzó hacia el oeste a una gran velocidad, de hasta cuarenta kilómetros al día, internándose en Prusia Oriental, la Baja y Alta Silesia y Pomerania Oriental, hasta detenerse temporalmente a sesenta kilómetros al este de Berlín, en una línea defensiva alemana junto al río Oder. Cuando se reanudó la ofensiva, dos frentes soviéticos —grupos de ejércitos— atacaron Berlín desde posiciones al este y sur, mientras que un tercero atacó las posiciones alemanas al norte de la ciudad. Los primeros preparativos para defender las afueras de Berlín comenzaron el 20 de marzo, cuando el recién nombrado comandante del Grupo de Ejércitos Vístula, el general Gotthard Heinrici, anticipó correctamente que el grueso de las tropas soviéticas atravesaría el río Oder. Antes del inicio de la batalla de Berlín, los soviéticos consiguieron rodear la ciudad gracias a sus victorias en las batallas de las colinas de Seelow y Halbe. El 16 de abril de 1945, el Primer Frente Bielorruso dirigido por el mariscal de la Unión Soviética Gueorgui Zhúkov comenzó a bombardear el centro de Berlín, mientras que el Primer Frente Ucraniano dirigido por el mariscal Iván Kónev, empujó hacia el sur a los restos del Grupo de Ejércitos Centro. Los defensores alemanes estuvieron dirigidos principalmente por Helmuth Weidling, y consistieron en agotadas, mal equipadas y desorganizadas divisiones de la Wehrmacht y las Waffen-SS, a las que se sumaban muchos voluntarios extranjeros de las SS y voluntarios mal entrenados de las Juventudes Hitlerianas y el Volkssturm. Durante los días que duró la batalla, los soviéticos avanzaron rápidamente a través de las calles de Berlín hasta llegar al centro de la ciudad, donde los combates se libraron cuerpo a cuerpo y casa por casa. El 30 de abril, Adolf Hitler, Führer de Alemania, se suicidó, al igual que muchos de sus altos cargos y seguidores incondicionales. A pesar de que la Unión Soviética quería tomar Berlín el día 1 de mayo, para hacerla coincidir con el Día de los Trabajadores, finalmente los defensores rindieron la ciudad el 2 de mayo de 1945. Sin embargo, los combates callejeros continuaron en el noroeste, oeste y sudoeste de la ciudad hasta la rendición incondicional de la Alemania nazi, ocurrida una semana después, el 8 de mayo —9 de mayo en la Unión Soviética—. Numerosas unidades alemanas marcharon hacia el oeste para entregarse a los Aliados occidentales en lugar de ser capturados por los soviéticos.

Bundestag
Bundestag

El Parlamento Federal, u ocasionalmente Dieta Federal[1]​ (en alemán, Bundestag, pronunciado /ˈbʊndəstaːk/ ( escuchar)) es el órgano federal supremo legislativo de la República Federal de Alemania. Es comparable a una cámara baja, similar a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos o la Cámara de los Comunes del Reino Unido. Su cometido principal es representar la voluntad del pueblo. El Parlamento decide las leyes federales, elige al canciller de Alemania y controla el trabajo del gobierno. Los diputados se eligen cada cuatro años. El Bundestag fue establecido por el Título III de la Ley Fundamental para la República Federal de Alemania (en alemán, Grundgesetz, pronunciado /ˈɡʁʊntɡəˌzɛt͡s/ ( escuchar)) en 1949 como uno de los órganos legislativos de Alemania y, por lo tanto, es el sucesor histórico del anterior Reichstag. Los miembros del Bundestag son representantes del pueblo alemán en su conjunto, no están obligados por ninguna orden o instrucción y solo son responsables ante su electorado.[2]​ El número mínimo legal de miembros del Bundestag (en alemán: Mitglieder des Bundestages) es de 598;[3]​ sin embargo, debido al sistema de asientos salientes y nivelados, el actual 20º Bundestag tiene un total de 736 miembros, lo que lo convierte en el Bundestag más grande hasta la fecha. El Bundestag es elegido cada cuatro años por todos los ciudadanos alemanes mayores de 18 años.[4]​ Las elecciones utilizan un sistema de representación proporcional mixta que combina los escaños elegidos mediante escrutinio mayoritario uninominal y con una lista proporcional de partidos para garantizar que su composición refleje el voto popular nacional. La elección anticipada sólo es posible en los casos descritos en los artículos 63 y 68 de la Ley Fundamental. El Bundestag tiene varias funciones. Junto con el Bundesrat, la cámara alta, el Bundestag constituye la rama legislativa del Gobierno Federal. Los estados federales (Bundesländer) de Alemania participan a través del Bundesrat en un proceso legislativo similar a una cámara alta en un parlamento bicameral; sin embargo, la Ley Fundamental[5]​ considera que el Bundestag y el Bundesrat están separados entre sí. Sin embargo, el Bundestag y el Bundesrat trabajan juntos en el procedimiento legislativo a nivel federal. Desde 1999, se ha reunido en el edificio del Reichstag en Berlín.[6]​ El Bundestag también opera en múltiples edificios gubernamentales nuevos en Berlín y tiene su propia fuerza policial (Bundestagspolizei). La actual presidenta del Bundestag desde 2021 es Bärbel Bas del Partido Socialdemócrata (SPD). El 20º Bundestag tiene cinco vicepresidentes.

Incendio del Reichstag
Incendio del Reichstag

El incendio del Reichstag (en alemán: ) fue un incendio perpetrado contra el edificio del Reichstag en Berlín, el 27 de febrero de 1933. La responsabilidad del incendio sigue siendo un tema de permanente debate e investigación;[1]​[2]​ Marinus van der Lubbe, un joven comunista neerlandés de 24 años, fue culpado del suceso por el Gobierno alemán del canciller Adolf Hitler. Van der Lubbe era un albañil desempleado que había llegado recientemente a Alemania, y que fue capturado en el lugar del incendio. Después de ser torturado admitió haber prendido fuego al edificio, por lo que fue sentenciado a muerte y ejecutado diez meses después. El incendio fue utilizado como «prueba» por los nazis para acusar a los comunistas del KPD de conspirar contra el Gobierno y está considerado un hecho fundamental en el establecimiento de la Alemania nazi (o Tercer Reich). El fuego comenzó en la sala de concesiones del edificio del Reichstag, donde se ubicaba el parlamento alemán. Una estación de bomberos de Berlín recibió una llamada alertando del incendio a las 21:25.[3]​ En el momento en que los bomberos y la policía llegaron, la cámara de diputados estaba envuelta en llamas. La policía, tras una búsqueda exhaustiva en el interior del edificio, encontró a Marinus van der Lubbe. Van der Lubbe y cuatro dirigentes comunistas fueron posteriormente arrestados. Adolf Hitler, quien había jurado como Canciller de Alemania cuatro semanas antes, el 30 de enero, instó al presidente Paul von Hindenburg a que firmara un decreto de emergencia para suspender las libertades civiles con el fin de «contrarrestar la confrontación despiadada del Partido Comunista de Alemania». Después de aprobarse el decreto, el gobierno perpetró arrestos masivos de comunistas por todo el país, incluyendo a los diputados comunistas del parlamento, a pesar de que estos contaban con inmunidad parlamentaria. Con sus rivales detenidos y sus escaños vacíos, el NSDAP (el Partido Nazi) amplió su mayoría y permitió a Hitler consolidar su poder; los nazis estaban deseosos de «descubrir» una posible complicidad de la Internacional Comunista. En febrero de 1933, tres hombres fueron detenidos y protagonizaron el célebre Juicio de Leipzig: Georgi Dimitrov, Vasil Tanev y Blagoi Popov. Los tres eran comunistas búlgaros y la policía prusiana los acusó de ser altos dirigentes de la Comintern, pero en realidad la policía no tenía ni idea de qué puesto ocupaban realmente. Por ejemplo, Georgi Dimitrov era nada menos que jefe de todas las operaciones de la Internacional Comunista en Europa Occidental y más tarde se convertiría en secretario general de la Internacional y presidente de la Bulgaria socialista. Los historiadores no están de acuerdo en si Van der Lubbe actuó solo, como él declaró, para protestar por la mala situación de la clase obrera alemana. Los nazis acusaron a los comunistas, tanto alemanes como extranjeros, del incendio. Algunos historiadores sugieren que la contra-acusación del Partido Comunista de Alemania era verdadera y que el incendio fue planeado y ordenado por los nazis como una operación de falsa bandera con el fin de aumentar su creciente poder. Fuera quien fuera su autor, lo cierto es que los principales beneficiados de este suceso fueron los propios nazis, que pudieron consolidar su poder y eliminar a los comunistas, que junto a los socialdemócratas eran los principales opositores al NSDAP.[4]​ Póstumamente, la justicia alemana revisó en tres ocasiones el proceso contra Van der Lubbe hasta que en 2008 derogó en todos sus puntos la sentencia condenatoria y lo absolvió.[5]​[6]​