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Castillo de Montebello

Arquitectura de Suiza del siglo XIIICastillos del TesinoPatrimonio de la Humanidad en Suiza
Bellinzona Montebello
Bellinzona Montebello

Montebello es un castillo situado en Bellinzona en Suiza. Se le conoce también bajo los nombres de Castillo de San Martín o Castillo Pequeño o Castillo de Schwyz. Con los de Castelgrande, Castillo de Sasso Corbaro y la muralla que rodea la ciudad, forma parte de un conjunto inscrito desde el año 2000 en el patrimonio mundial de la humanidad de la Unesco.[1]​ Se encuentra sobre un acantilado rocoso que sobrepasa a la ciudad. Es el segundo castillo que se construyó en la ciudad, después del de Castelgrande. Fue levantado por los Rusca al final del siglo XIII. Estos debieron retirarse a Montebello, expulsados de Bellinzona por los milaneses. Montebello fue agrandado y reforzado por los milaneses en el siglo XV. Lo que es hoy la muralla del recinto actual. La capilla de San Martín data del siglo XVII. Hoy día es el Museo Cívico: secciones de arqueología y de historia que describen los orígenes de la ciudad.

Extracto del artículo de Wikipedia Castillo de Montebello (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Castillo de Montebello
Salita Castello Montebello, Circolo di Bellinzona

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N 46.19123 ° E 9.02676 °
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Salita Castello Montebello
6503 Circolo di Bellinzona
Tesino, Suiza
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Bellinzona Montebello
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Lugares cercanos

Castillo de Sasso Corbaro
Castillo de Sasso Corbaro

El castillo de Sasso Corbaro es un castillo situado a Bellinzona en Suiza. Se le conoce también bajo los nombres de Castillo de Santa Bárbara o Cima o Castillo de Unterwald. Forma parte, con el Castelgrande, el castillo de Montebello y la muralla que rodea la ciudad de un conjunto inscrito desde el año 2000 en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.[1]​ Situado por encima del castillo de Montebello, sobre una roca aislada, se construyó con el objetivo de impedir que se pudiera esquivar por la montaña el "muro" que constituían los 2 castillos existentes y la muralla que cerraba el valle. Allí existía una torre que servía de vivienda y a la vez de defensa desde los años 1400, pero el castillo data de 1478. Está formado por la ampliación de esa torre. Los milaneses confiaron los trabajos al arquitecto ducal Ferini de Florencia, quien murió de la peste. Entonces fue sustituido por el arquitecto Ghiringhelli de Bellinzona. El castillo se acabó rápidamente, en seis meses, para prevenir los ataques de los confederados. En frente de la entrada se construyó el torreón con 14 metros de altura. Unas viviendas se abrían hacia la plaza interior, típicas del estilo del hábitat de la región en el siglo XV, con ventanas apuntadas y chimeneas elevadas. El castillo alberga también una capilla dedicada a Santa Bárbara. Hoy día se encuentra allí el Museo de las artes y tradiciones populares del Tesino.

Castillos y muralla de Bellinzona
Castillos y muralla de Bellinzona

Los castillos de Bellinzona están situados en Bellinzona, capital del cantón del Tesino, en Suiza. Con la muralla que rodea la ciudad, están inscritos desde el 2000 en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.[1]​ Los tres castillos son: Castelgrande, el castillo de Montebello y el castillo de Sasso Corbaro. El conjunto, construido entre los siglos XIII y XV, es una prueba de la importancia de la arquitectura militar en la Edad Media. Es también un ejemplo, único en Europa, de la evolución de un lugar, en constante adaptación a las necesidades del hombre según los tiempos. Bellinzona está situada al sur de los Alpes en el comienzo de un profundo valle. En este lugar del cantón de la Rivera se abre la llanura de Magadino, un llano pantanoso que desemboca en el Lago Mayor. Es un punto de convergencia de donde parten multitud de carreteras. Por el norte, la Léventine conduce a los puertos de paso de San Gotardo y de Nufenen, el valle de Blenio conduce al puerto de Lukmanier mientras que el Valle Mesolcina conduce al puerto del Pequeño San Bernardo. Al sur, las carreteras que van hacia Italia bordean el Lago Mayor o pasan por el Monte Ceneri. El camino “este-oeste” que es la carretera “Domodossola-Centovalli-San Jorio-Valteline” pasa por Bellinzona, que es el inicio también del camino de la Greina. El lugar se presta, debido a su situación natural, a la función de punto de control, ya que la presencia de cortados rocosos en medio del valle da lugar a estrechamientos fácilmente controlables. Estos roquedos son el resultado de la erosión de los glaciares y del río. Ya en el Imperio romano, hacia mediados del siglo IV se construyó una fortificación en los cortados rocosos de Castelgrande. Durante mucho tiempo se le dio por inexpugnable. Pero el aspecto de las fortificaciones de Bellinzona, tal como se las puede ver hoy día, es en lo fundamental la obra de los Lombardos. Castelgrande fue reconstruido por primera vez en los siglos X y XI; a éste se añadió el castillo de Montebello que se edificó en el siglo XIII, en el promontorio rocoso situado al este de la ciudad y después unido a las fortificaciones de la ciudad. Se levantó una nueva torre poco después a 1400 metros de altura, que se convertiría en el núcleo del futuro castillo de Sasso Corbaro y así se terminaba la muralla que cerraba el valle de parte a parte y cerraba por el sur de los Alpes la “frontera” con los llanos de Italia. Los lombardos, dueños de estos lugares a partir de 1340, completaron las fortificaciones de este conjunto con el objetivo de impedir a los Confederados (en particular, Uri, Schwyz y Unterwalden) extenderse por el sur de los Alpes. Estos debieron esperar a la decadencia del ducado de Milán hacia 1499, causado por la invasión de la región por Luis XII, rey de Francia, y la llamada de los habitantes de Bellinzona que, habiendo expulsado a los franceses, pidieron la protección de los Confederados. Esto puso fin a un largo período de desórdenes.