El asedio de Metz ocurrido durante la guerra franco-prusiana, entre el 19 de agosto y el 27 de octubre de 1870, terminó con la victoria del Reino de Prusia y la rendición de la ciudad.
Después de haber sido derrotado en la batalla de Gravelotte, el mariscal francés François Achille Bazaine se retiró hacia la fortificación de Metz. Allí fue sitiado el 19 de agosto de 1870 por el II Ejército de Prusia dirigido por el príncipe Federico Carlos de Prusia. Los franceses intentaron romper el asedio primero por Noiseville y más tarde por Bellevue, pero fueron rechazados en ambas ocasiones. El ejército francés de Châlons bajo el mando del mariscal Patrice de Mac-Mahon, al acudir en ayuda de Metz, fue destruido en la batalla de Sedán. Bazaine fue obligado a rendir la totalidad de su ejército el 27 de octubre de ese mismo año y hecho prisionero hasta 1873. Con esta acción, el II Ejército de Prusia quedó libre para combatir al ejército francés en la zona del río Loira.