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Academia Nacional de la Historia de la República Argentina

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Instituciones y organismos con sede en la ciudad de Buenos Aires
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La Academia Nacional de la Historia de la República Argentina es una institución creada en 1893 que está dedicada a la investigación y promoción del conocimiento histórico argentino y sudamericano mediante publicaciones, grupos de trabajo, cursos, congresos y conferencias y dictámenes sobre temas de su incumbencia, estimulando además la tarea específica de terceros mediante el otorgamiento de premios.[1]​

Extracto del artículo de Wikipedia Academia Nacional de la Historia de la República Argentina (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Academia Nacional de la Historia de la República Argentina
Balcarce, Buenos Aires Monserrat

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Museo del antiguo recinto del Congreso Nacional

Balcarce 139
C1064AAC Buenos Aires, Monserrat
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
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Plaza de Mayo
Plaza de Mayo

La plaza de Mayo de la Ciudad de Buenos Aires en Argentina, también denominada desde 1996 Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es la plaza que se encuentra frente a la Casa Rosada, sede del Poder Ejecutivo Nacional. Fue creada en 1884, como resultado de la unión de las plazas de la Victoria y del Fuerte, al demolerse una construcción llamada Recova Vieja, que las separaba. Está ubicada en el sitio donde se realizó la segunda fundación de la Ciudad en 1580. Se encuentra ubicada en el barrio de Montserrat, en la Comuna 1 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Más precisamente, en el denominado microcentro porteño, rodeada por las calles Hipólito Yrigoyen, Balcarce, Avenida Rivadavia y Bolívar del barrio de Monserrat. Nacen desde su lado oeste tres importantes avenidas: Presidente Julio A. Roca, Presidente Roque Sáenz Peña y Avenida de Mayo. En su entorno se encuentran varios de los principales monumentos y puntos de interés: el Cabildo histórico, la Casa Rosada (donde reside el Poder Ejecutivo de la Nación), la Catedral Metropolitana, el edificio del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la casa central del Banco Nación y la casa central de la AFIP. Debajo de su terreno, de aproximadamente dos hectáreas, alberga a las estaciones de subte Plaza de Mayo (línea A), Catedral (línea D) y Bolívar (línea E) que junto con numerosas líneas de colectivos, brindan un fácil traslado a todos los rincones de la ciudad. Caja de resonancia de las grandes manifestaciones populares del país, puede decirse que, salvo la Declaración de la Independencia y las batallas que se libraron para conquistarla, ha sido el escenario de todos los acontecimientos trascendentales a nivel nacional.[1]​ El 25 de mayo de 1941 la Comisión Nacional de Museos y Monumentos Históricos encargó al escultor argentino Manuel Félix Vilaboa, la realización de una placa de bronce sobre el borde del cantero donde se encuentra la Pirámide de Mayo con una leyenda que sintetiza su historia:

Bombardeo de la Plaza de Mayo
Bombardeo de la Plaza de Mayo

El bombardeo de la Plaza de Mayo, también denominado masacre de la Plaza de Mayo, fue parte del intento de golpe de Estado en Argentina perpetrado el 16 de junio de 1955 en la ciudad de Buenos Aires. Ese día, un grupo de militares y civiles opositores intentaron asesinar al presidente constitucional Juan Domingo Perón y bombardearon la Casa Rosada y la Plaza de Mayo. Fracasó en su objetivo, pero en el curso asesinó a más de trescientos civiles desarmados. Los aviones atacantes, una vez efectuadas las descargas fueron a buscar refugio a Montevideo, Uruguay. Durante el ataque, varios escuadrones de aviones pertenecientes a la Armada Argentina bombardearon y ametrallaron con munición aérea de 20 mm la Plaza de Mayo y la Casa Rosada, así como el edificio de la CGT (Confederación General del Trabajo) y la entonces residencia presidencial, matando a más de 308 personas e hiriendo a más de 700, entre civiles y militares, en el bombardeo y los combates que siguieron.[2]​[3]​[4]​ Perón se había retirado al Ministerio de Ejército, ubicado a 200 metros de la Casa Rosada, por lo cual no se encontraba en ella al comenzar los ataques aéreos y el intento de asalto por fuerzas de tierra. El ataque fue caracterizado por un alto grado de violencia y odio político-social, así como por la impunidad de los responsables decretada por la dictadura autodenominada Revolución Libertadora, que tomó el poder tres meses después.[5]​[6]​ Se lo vincula con el terrorismo de Estado, aparecido años después en el país.[5]​[7]​ Posteriormente, la autodenominada Revolución Libertadora afirmaría que «la principal causa de la crecida cantidad de víctimas» fue la decisión de la CGT de movilizar a sus militantes a la Plaza de Mayo en defensa del orden constitucional, que el Libro negro de la segunda tiranía calificó como una «determinación absurda».[8]​ En 2010, el Archivo Nacional de la Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos publicó una investigación oficial en la que identificó a 308 muertos, aclarando que a esa cantidad debían sumarse «un número incierto de víctimas cuyos cadáveres no lograron identificarse, como consecuencia de las mutilaciones y carbonización causadas por las deflagraciones».[2]​ Fue el primer ataque aéreo contra objetivos terrestres efectuado por las fuerzas aéreas argentinas, tanto la Fuerza Aérea como la Aviación Naval. Tal acción ha sido calificada como el bautismo de fuego de ambos cuerpos, aunque oficialmente no es reconocida de ese modo.[9]​[nota 2]​