El asalto al Capitolio de los Estados Unidos fue un acontecimiento que se produjo el 6 de enero de 2021 cuando partidarios del entonces presidente saliente de los Estados Unidos, Donald Trump, irrumpieron en la sede del Congreso violando la seguridad y ocupando partes del edificio durante varias horas. El suceso interrumpió una sesión conjunta del poder legislativo para contar el voto del Colegio Electoral y certificar la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de 2020.[16][17][18]
En la mañana del 6 de enero, manifestantes se reunieron para el mitin Save America en el parque público de La Elipse, donde los asistentes escucharon los discursos del entonces presidente Donald Trump, Donald Trump Jr. y Rudy Giuliani. La manifestación culminó en una revuelta en la que fue tomado el Capitolio de los Estados Unidos. El evento ocurrió después de numerosos intentos anteriores de Trump de anular los resultados de las elecciones tras un supuesto fraude electoral.
Antes de que terminaran los discursos, un grupo de manifestantes decidió marchar hacia el Capitolio para intentar que las elecciones de 2020 fueran anuladas.[19] Posteriormente otro grupo marchó hacia el Congreso y finalmente irrumpió en el edificio.[20] El Congreso estaba en sesión en ese momento, realizando el conteo de votos del Colegio Electoral y debatiendo después de que el senador Ted Cruz de Texas y el congresista Paul Gosar del cuarto distrito congresional de Arizona objetaran el conteo de votos de Arizona del Colegio Electoral. Algunos de los manifestantes traspasaron la seguridad para entrar al Capitolio otros fueron invitados por los mismos guardias de seguridad, ocupando la cámara del Senado evacuada mientras los guardias sacaron sus pistolas para evitar la entrada al piso evacuado de la cámara.[21][22][23][24][25] Varios edificios del complejo del Capitolio de los Estados Unidos fueron evacuados y todos los edificios del complejo fueron posteriormente bloqueados.[26]
Durante el enfrentamiento en las puertas de la cámara,[27][28] una manifestante fue tiroteada por las fuerzas del orden dentro del Capitolio y posteriormente falleció en el hospital a causa de las heridas;[29][30][31] otros tres murieron como resultado de emergencias médicas durante el día.[11][12] CNN y otros medios de comunicación informaron que se encontraron tres artefactos explosivos improvisados, sin embargo nunca se mostro evidencia de esto.[32][11]
A primeras horas de la tarde del 6 de enero, Trump denunció a Pence por «no haber hecho lo que debería haberse hecho para proteger a nuestro país y nuestra Constitución», al no rechazar la victoria de Biden.[33][34][35] A las 4:22 p. m., a través de un vídeo en Twitter, Trump pidió a sus seguidores que «se vayan a su casa en paz» y repitiendo en varias ocasiones «que ellos eran el partido del orden y la ley», mientras describía a los manifestantes como patriotas y «muy especiales» y afirmaba que los «amaba», reiterando alegaciones de fraude electoral.[36]
Los disturbios y el asalto al Capitolio se han descrito como insurrección, sedición y terrorismo interno.[37][38][39] Numerosas fuentes lo han calificado de intento de autogolpe de Estado.[40][41][42] Fue el primer asalto al Capitolio desde la quema de Washington en 1814 por los británicos durante la guerra de 1812.[43][44] Varios servicios de inteligencia de la OTAN informaron a sus gobiernos de que los incidentes formaban parte de un intento de golpe de Estado perpetrado por el presidente Trump con posible apoyo de miembros de los organismos de seguridad federales.[45]
Los hechos provocaron una condena generalizada por parte de la clase política y empresarial de todo el país. El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, calificó el asalto del Capitolio como una «insurrección fallida». Twitter respondió con el bloqueo permanente de la cuenta de Trump. Asimismo, Facebook bloqueó su cuenta durante un periodo indefinido. Ambas compañías eliminaron sus publicaciones relacionadas al asalto.[46] El 7 de enero de 2021, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi y el líder de la minoría senador Chuck Schumer pidieron al vicepresidente Mike Pence que invocara formalmente la Vigesimoquinta Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos, que evitaría que Trump ejerza los poderes de la presidencia. Los dos líderes demócratas del Congreso también amenazaron con poner en marcha por segunda vez un proceso de destitución contra Trump si Pence no decidía tomar ninguna medida.[47][48][49]
Las encuestas de opinión mostraron que una gran mayoría de estadounidenses desaprobaron el asalto al Capitolio y las acciones de Trump que condujeron a él, aunque algunos republicanos apoyaron el ataque o no culparon a Trump por ello.[50][51] El 11 de enero, Trump admitió ante los principales líderes del Congreso republicano que era parcialmente culpable de la violencia en el Capitolio.[52]