La sierra de Guadarrama es una alineación montañosa perteneciente a la mitad este del Sistema Central, una cordillera del interior de la península ibérica. Se sitúa entre las sierras de Gredos y de Ayllón, extendiéndose en dirección suroeste-noreste en las provincias españolas de Madrid, al sureste, y Segovia y Ávila, al noroeste. Mide aproximadamente 80 km de longitud y su pico más alto es Peñalara con 2428 m. Hace de división entre las cuencas del Duero, al noroeste, y del Tajo, al sureste.
La flora de esta sierra se caracteriza por la abundancia de bosques de pino silvestre y la presencia de robledales de rebollo y encinares en zonas más bajas. En las cumbres predominan los pastizales y arbustos de alta montaña. En estos ecosistemas abundan mamíferos como ciervos, jabalíes, cabras montesas, corzos, gamos, tejones, varios mustélidos, gatos monteses, zorros y liebres. Hay una gran cantidad de especies de aves acuáticas en los embalses, y grandes rapaces como el águila imperial o el buitre negro, entre otras.
Atravesadas por muchos puertos y hoy en día también por vías ferroviarias, estas montañas tienen una notable afluencia de montañeros y turistas, lo que hace que las infraestructuras para el turismo y los deportes de montaña estén muy desarrolladas, condición peligrosa en ocasiones para el medio ambiente.
Desde 2013 parte de la sierra está protegida por el Parque nacional de la Sierra de Guadarrama, que abarca unas 30 000 hectáreas.[1] Críticas de oposición y ecologistas son que solo se protejan cotas muy altas por encima de los 1700 metros, donde las condiciones climáticas evitan ya per se actividades humanas.