place

Puente romano de Ávila

Arquitectura de España del siglo IArquitectura de la Antigua Roma en Castilla y LeónBienes de interés cultural de la provincia de ÁvilaEdificios y estructuras de ÁvilaEdificios y estructuras terminadas en el siglo I
Puentes de la provincia de ÁvilaPuentes romanos en EspañaRío Adaja
Avila puente Adaja 01 by dpc
Avila puente Adaja 01 by dpc

El puente romano de Ávila es un puente sobre el río Adaja, en la ciudad española de Ávila.

Extracto del artículo de Wikipedia Puente romano de Ávila (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Puente romano de Ávila
Puente Romano, Ávila

Coordenadas geográficas (GPS) Dirección Enlaces externos Lugares cercanos
placeMostrar en el mapa

Wikipedia: Puente romano de ÁvilaContinuar leyendo en Wikipedia

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 40.657212 ° E -4.708747 °
placeMostrar en el mapa

Dirección

Puente Romano

Puente Romano
05001 Ávila
Castilla y León, España
mapAbrir en Google Maps

linkWikiData (Q6091648)
linkOpenStreetMap (242687661)

Avila puente Adaja 01 by dpc
Avila puente Adaja 01 by dpc
Compartir la experiencia

Lugares cercanos

Muralla de Ávila
Muralla de Ávila

La muralla de Ávila es una cerca militar románica que rodea el casco antiguo de la ciudad española de Ávila, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla y León. La muralla, junto con el casco antiguo y varias iglesias situadas extramuros fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985.[1]​ Las murallas son el símbolo universal y monumento más destacado que acoge la ciudad de Ávila. Su importancia se deriva por ser uno de los recintos amurallados de etapa medieval mejor conservados de España y probablemente de toda Europa. Las murallas son un factor activo muy importante en la conformación del urbanismo de la ciudad e históricamente han participado en la distribución del espacio urbano entre los diversos grupos sociales que han habitado Ávila. La muralla representaba la separación entre el «espacio salvaje» y el «civilizado». En el campo, la tierra llana, vivían los campesinos. Eran de la clase social (o estamento) más bajo, y los costes de mantener la ciudad caían sobre ellos. Sobre el campesinado recaía el 80 % de los costes de las infraestructuras urbanas, incluida la muralla cuyo mantenimiento recibía el nombre de el reparo de los muros. Según la tradición, la dirección de la construcción de la muralla recayó en dos maestres de la geometría: el romano Casandro y el francés Florín de Pituenga. El estudio de la estructura defensiva señala que se trata de una construcción afín, en su morfología y poliorcética (arte de construcción de murallas y castillos) a las murallas del ámbito andalusí.[2]​ El carácter militar de la muralla es eminentemente defensivo y se mantuvo aún con las reformas realizadas en el siglo XIV que la reforzaron.[2]​ Es propiedad del Estado español y está gestionada por el Ayuntamiento de Ávila. Algunos tramos, los que coinciden con algunos edificios como palacios e iglesias (entre ellas la catedral) son privados.

Los Cuatro Postes
Los Cuatro Postes

El humilladero de Los Cuatro Postes es un monumento religioso situado en la ciudad de Ávila. Está formado por cuatro columnas dóricas de cinco metros de altura sobre cuyos capiteles se asientan otros tantos arquitrabes con las armas de la ciudad; en el centro del cuadrado formado por las columnas, sobre una peana, se erige una cruz de granito. Según cuenta la tradición, en el año 1157 los abulenses organizaron una romería a la ermita de San Leonardo (actualmente desaparecida), próxima a Narrillos, en rogativa por la desaparición de la peste que azotaba la comarca. Aprovechando la ausencia de la mayor parte de la población, los musulmanes atacaron la ciudad llevándose todo lo que había en ella de valor. Para perseguirles, los regidores Nuño Rabia y Gómez Acedo organizaron una partida, de la que una parte de sus integrantes se separó para regresar a la seguridad de la villa. Cuando tras derrotar a los musulmanes volvieron a Ávila, encontraron que los que se habían separado del grupo habían cerrado las murallas, y exigían parte del botín para aceptar a los recién llegados. Enterado el rey Sancho III de Castilla, acudió a Ávila, expulsó a los de dentro y les condenó a vivir extramuros, sin títulos de nobleza ni privilegios; algunos de estos se expatriaron y marcharon a Ciudad Rodrigo, que el rey Fernando II de León estaba repoblando tras su reconquista. El concejo de Ávila decidió que la romería a San Leonardo se repitiese anualmente, y para descanso de las autoridades se construyó en el trayecto el humilladero de los Cuatro Postes.[1]​[2]​[3]​[4]​ El monumento actual data del año 1566, cuando el corregidor Rodrigo Dávila contrató con el maestro cantero Francisco de Arellano la construcción del «humilladero de la puente del Adaja», que incluía una escultura de San Sebastián y un tejadillo.[5]​ La cruz fue repuesta en 1995, después de que resultara destrozada en un acto de vandalismo.[6]​ Según la tradición fue aquí donde, siendo niños, Teresa de Jesús y su hermano Rodrigo fueron detenidos por su tío cuando proyectaban viajar a tierras de infieles para morir martirizados[7]​ y donde la santa, quitándose las sandalias, pronunció la famosa frase «De Ávila, ni el polvo».[1]​ También fue en este punto exacto donde un célebre personaje conocido popularmente como El Monje acudió acompañado de tres bellas doncellas, y según la leyenda procedió a la construcción del cuarto poste. Entonces las doncellas asombradas por la belleza del enclave inspiraron a dicho personaje a reforzar la estructura. Cabe destacar que este particular monje laico, aunque sí gozaba de tonsura, no disponía de ningún hábito, ni tampoco era religioso.[8]​

Iglesia-convento de Santa Teresa
Iglesia-convento de Santa Teresa

La iglesia-convento de Santa Teresa es una edificación de España localizada en la ciudad de Ávila (provincia de Ávila, comunidad autónoma de Castilla y León). El edificio fue construido a principios del siglo XVII —supuestamente sobre la casa natal de Santa Teresa de Jesús— bajo la advocación de la orden de los carmelitas descalzos.[2]​ Con motivo de reparar los daños sufridos por el edificio —recibidos principalmente durante un periodo de exclaustraciones del siglo XIX—[3]​ el monumento ha sufrido dos restauraciones, que comenzaron a llevarse a cabo en 1888 y 1982 respectivamente.[4]​ Fue declarado Monumento Nacional (figura de protección equivalente a la actual de Bien de Interés Cultural para bienes inmuebles) el 04 de enero de 1886.[1]​ Al tratarse de un terreno bastante hostil (el suelo era muy húmedo, lo que provocaba que la piedra se deteriorara fácilmente), las soluciones originales fueron tornándose cada vez más imposibles, lo que se tradujo en constantes reparaciones desde que Alonso de San José, maestro arquitecto de la orden (esta era una práctica muy común hasta la fundación de la academia de San Fernando: religiosos de formación en arquitectura levantaban los edificios de la orden a la que pertenecían), terminó el convento en torno a 1636. La disposición del convento es un tanto extraña, puesto que tiene un propósito particular: su orientación es hacia el norte (y no hacia el este, como es lo habitual), puesto que pretende situar la cabecera del templo en la habitación de Santa Teresa. Por ello, el claustro y las dependencias monásticas se sitúan al norte. En cuanto a la iglesia, se encuentra dentro del estilo barroco, siguiendo en planta los principios de la orden carmelita, similares a los que ya había usado anteriormente la orden jesuítica: Planta de una sola nave, con capillas laterales a ambos lados (la diferencia con la planta jesuítica es que estas poseen puertas que unen las capillas laterales, mientras que aquí no). En cuanto a la fachada, sigue los rigurosos principios del primer tercio del siglo XVII, mostrando un semblante muy sobrio, aunque comienza a existir cierta decoración y un uso poco correcto de los órdenes, a la que se accede por una triple arcada, continuando el modelo que Francisco de Mora ya había establecido en el convento de San José, en la misma ciudad. En la capilla mayor podemos ver un retablo que pertenece al segundo tercio del siglo XVII. El Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos le concedió el título de basílica menor por decreto de fecha 13 de julio de 2022.

Palacio de Don Gaspar Bullón

El palacio de Gaspar Bullón era un palacio renacentista de la ciudad de Ávila, en la confluencias de la Calle de Vallespín, y la Calle Ramón y Cajal, teniendo su entrada principal por la pequeña plazuela que dicho edificio conformaba por el n.º 1 de la Calle Ramón y Cajal. Este edificio era el solar dónde los Bullones, familia procedente de Francia, venida con las Compañías Blancas de Bertrand du Guesclin, en ayuda Enrique II de Trastámara, edificaron su casa-palacio. Dicho linaje Bullón, es la castellanización del apellido Bouillon, ya que dicha familia es reconocida por los descendientes de Godofredo de Bouillón, cruzado y conquistador de Jerusalén. En su fachada principal, sobre su puerta, un elaborado escudo heráldico de ocho particiones presidía la entrada. El individuo más antiguo que se encuentra documentado de este linaje es Sancho de Bullón, caballero de la Orden de Calatrava, capitán de la gente armada y Regidor de la ciudad de Ávila. Padre de: Diego de Bullón, casado con Ana Gómez Daza. Padres de: Sancho Bullón, casado con María Chacón Dávila. Padres de: Gaspar de Bullón, aposentador real, caballero de la Orden de Santiago, casado con María Vela. Padres de: Sancho de Bullón, caballerizo real, gentil hombre de Casa y Corte, caballero de la Orden de Santiago. Actualmente dicho palacio no existe, aunque en perfecto estado de conservación[cita requerida]fue derribado en el año 2000, para construir un edificio que en 2004 se inauguró para albergar los Juzgados de Ávila.