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Lavalle (subte de Buenos Aires)

Epónimos de Juan LavalleEstaciones de la línea C del subte de Buenos AiresEstaciones de metro de Argentina inauguradas en 1936Monumentos y lugares históricos de la ArgentinaSan Nicolás (Buenos Aires)
Estación Lavalle Línea C Subte de Buenos Aires
Estación Lavalle Línea C Subte de Buenos Aires

Lavalle es una estación de la línea C de la red de subterráneos de la Ciudad de Buenos Aires ubicada debajo de la calle Esmeralda entre la peatonal Lavalle y la calle Tucumán, en el céntrico barrio de San Nicolás. La estación fue construida por la compañía española CHADOPyF e inaugurada el 6 de febrero de 1936, junto con la estación Retiro. Se encuentra a unas dos cuadras del centro comercial de la calle Florida. Esta estación tiene la particularidad de que sus dos entradas están dentro de la línea de edificación, por lo que fue necesario adquirir las propiedades ubicadas sobre la misma para construir las bocas de salida. En 1997 esta estación fue declarada Monumento Histórico Nacional.[1]​

Extracto del artículo de Wikipedia Lavalle (subte de Buenos Aires) (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Lavalle (subte de Buenos Aires)
Esmeralda, Buenos Aires San Nicolás

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Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N -34.60180556 ° E -58.37813889 °
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Dirección

Esmeralda 549
C1007ABH Buenos Aires, San Nicolás
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
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Estación Lavalle Línea C Subte de Buenos Aires
Estación Lavalle Línea C Subte de Buenos Aires
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Lugares cercanos

Cine Monumental (Buenos Aires)
Cine Monumental (Buenos Aires)

El antiguo Cine Monumental, hoy parte del Complejo Monumental Lavalle, es un clásico cine de la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Se encuentra en la calle peatonal Lavalle, eje tradicional de las salas cinematográficas gracias al asentamiento masivo de estos espacios en su sector céntrico (desde Florida a Carlos Pellegrini). El Cine-Teatro Monumental fue inaugurado el 23 de octubre de 1931 por iniciativa de los empresarios Coll y Di Fiore,[1]​ y rápidamente recibiría el apodo "la Catedral del Cine Argentino", gracias a la importancia que le dio esta sala a la incipiente producción nacional. Durante la Segunda Guerra Mundial y ante la imposibilidad de importar films de otros continentes, se dio lugar a espectáculos de radioteatro y teatro. Llegaron a actuar las compañías de Florencio Parravicini, Olinda Bozán, Enrique Santos Discépolo y Luisa Vehil. La sala única original, que contaba con platea y una bandeja superior sumando 1800 localidades, fue modernizada en primera instancia en 1972.[1]​ En 1994 —en tiempos de desventaja del cine frente a la difusión del VHS y la televisión, y de la adopción del concepto del multicine para aumentar las ganancias frente a la situación adversa— la sala fue dividida separando sus niveles superior (1000 butacas) e inferior, y partiendo a su vez el piso superior en dos salas de menor tamaño (200 butacas cada una). En 1996 se sumó una sala con 480 butacas en el subsuelo, con función de cine y teatro.[1]​ A pesar de todas las medidas adoptadas para enfrentar la decadencia natural del sector, el Cine Monumental se vio obligado a cerrar en el año 2000. Fue gracias al empresario Norberto Feldman, propietario del Cine Electric, que el Monumental fue remodelado y reabrió el 11 de junio de 2001.[2]​ En 2006, fue nuevamente remodelado perdiendo su espectacular sala original, una de las pocas de grandes dimensiones que quedaban intactas en Buenos Aires.[3]​ Su locatario, Norberto Feldman, decidió la división de la sala en tres nuevas de menores dimensiones, agregando además una en el subsuelo del edificio.

Teatro Tabarís
Teatro Tabarís

El Teatro Tabarís (o MultiTabaris) es un clásico teatro de revista que se encuentra en la Avenida Corrientes 831, en Buenos Aires, Argentina. En su mismo lugar existió antes un cabaré llamado Royal Pigall (o Royal Pigalle). Fue inaugurado el 7 de julio de 1924, y la anécdota cuenta que en aquella fría noche de invierno la calefacción central falló y los invitados tuvieron que cenar abrigados con sus tapados y sobretodos. El Tabarís se transformó en uno de los más importantes cabarés y centro de diversión nocturna de la clase alta y bohemia de esa pujante década que se recuerda en todo el mundo como los años locos, siendo el primer lugar público que contó con aire acondicionado en la ciudad.[cita requerida] En la planta baja estaba el salón de baile, y en el piso superior el sector de palcos y salones reservados adonde los clientes podían acceder a espectáculos privados con prostitutas de lujo. Entre sus visitantes ilustres estuvieron Eduardo de Windsor (Príncipe de Gales), Orson Welles, Maurice Chevalier, Luigi Pirandello, Carlos Gardel, Federico García Lorca y hasta el Maharajá de Kapurthala. El arquitecto Fabio Grementieri retrata a la clientela del Tabarís como «(...) compuesta por niños bien, turistas bohemios y celebrities, toda gente de buen pasar capaz de pagar por una copa el equivalente a casi medio sueldo de un empleado común». Según el autor, el chef del teatro «ganaba igual que un diputado». Por otro lado, se daban espectáculos de music hall, tango o varieté sobre el escenario, que se sobreelevaba especialmente. Entre los artistas notables que actuaron en el Tabaris estuvieron las francesas Lucienne Boyer, Josephine Baker y Mistinguett. En 1937, el Teatro-Dancing Tabarís fue remodelado y ampliado por el arquitecto Rafael Sammartino, quien le brindó una estética moderna de líneas sobrias, con columnas de influencia art decó en su fachada vidriada. Desde ese momento, cuenta con una sala principal con un nivel de pulman (suman 551 butacas) y una sala de 160 butacas en el subsuelo apodada petit Tabarís. Dos años después, se inauguraba en el solar vecino el Cine-Teatro Gran Rex, uno de los más importantes de Buenos Aires aún hoy. En 1989, el Tabarís fue comprado por el empresario Carlos Rottemberg, quien hasta la fecha solo se ocupaba de los contenidos artísticos pagando un canon. En 1998 lo alquiló a una iglesia evangélica, situación que se extendió hasta 2006, cuando el teatro reabrió y se sumó al circuito de salas que organiza Rottemberg, junto con el Multiteatro y el Liceo.

Las Cuartetas
Las Cuartetas

Las Cuartetas es una pizzería clásica del céntrico barrio de San Nicolás, en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Se encuentra en la Avenida Corrientes 838, junto al Teatro Ópera. La cuarteta es una estrofa de cuatro versos de arte menor con rima consonante. Los versos suelen ser octosílabos, y la rima se distribuye siguiendo el esquema 8a 8b 8a 8b. Fue fundada por el vasco Luis Urcola y el catalán José Espinach. Su nombre se explica con un relato, casi una leyenda urbana, que dice que en la década de 1930 era comensal del restaurante el poeta del tango Alberto Vacarezza, quien acostumbraba a sentarse en una mesa a escribir sus cuartetas, y luego las colocaba sobre porciones de sopa inglesa.[1]​ Por esta particularidad, los clientes habrían comenzado a llamar al local con su nombre actual “La Casa de Las Cuartetas”. Aunque originalmente se había instalado en la esquina de Corrientes y Libertad, a los pocos años se trasladó a su lugar actual. En 1957, los empleados compraron a Espinach y Urcola el fondo de comercio y formaron una S.R.L. vigente hasta hoy.[2]​ Otra historia justifica un plato exclusivo de Las Cuartetas, llamado pizza Salvatore, que combina el queso mozzarella con anchoas y la fugazza (pizza con cebolla), supuestamente llamado en honor a un comensal llamado Salvatore que intervino en la creación de esa combinación de ingredientes. En este clásico local, la pizza se prepara al molde (es decir, con masa gruesa y no demasiado crocante), por lo cual es difícil comerla con las manos y sin un plato. Sin embargo, a pedido del cliente, se hacen también pizzas media masa (más finas) o a la piedra (fina y crocante). En todos los casos la característica especial de los platos es el abundante queso. También se sirve, acompañando las porciones, la tradicional fainá. El local se divide en una parte delantera, con el horno y el mostrador donde se realizan los pedidos de entrega a domicilio, y se atiende a los clientes al paso, quienes comen sus porciones de pizza en largas mesadas de mármol en ese primer cuarto. Luego, un pasillo con mesas comunica con el ambiente trasero, destinado a mesas para familias, parejas o grandes reuniones, con mozos que atienden a los clientes. El aspecto general de Las Cuartetas es encuadrado dentro de las pizzerías de la época dorada de la Avenida Corrientes, como Guerrín o la desaparecida Serafín, ambas del otro lado de la Avenida 9 de Julio.