place

Necrópolis de Cristóbal Colón

Cementerios de La HabanaMonumentos de La HabanaNecrópolis
Entradadelcementeriodeclb6
Entradadelcementeriodeclb6

La Necrópolis Cristóbal Colón es una de las veintiún necrópolis existentes en la ciudad cubana de La Habana y está declarada Monumento Nacional de Cuba desde el año 1987. Con 57 hectáreas de extensión, es el cementerio más importante del país. Posee un gran número de obras escultóricas y arquitectónicas, razón por la cual muchos especialistas lo sitúan como uno de los primeros de importancia mundial. La necrópolis es una de las más valoradas de América a nivel cultural debido a la riqueza y variedad de esculturas y formas arquitectónicas. La portada principal del cementerio se encuentra rematada por un conjunto escultórico de mármol de Carrara, realizado por José Vilalta y Saavedra, y en su totalidad alcanza una altura de 21 metros de alto y 34 de largo. En este conjunto se encuentran representadas las tres virtudes teologales: la caridad, la fe y la esperanza.

Extracto del artículo de Wikipedia Necrópolis de Cristóbal Colón (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Necrópolis de Cristóbal Colón
Avenida Obispo Fray Jacinto,

Coordenadas geográficas (GPS) Dirección Lugares cercanos
placeMostrar en el mapa

Wikipedia: Necrópolis de Cristóbal ColónContinuar leyendo en Wikipedia

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 23.123055555556 ° E -82.398611111111 °
placeMostrar en el mapa

Dirección

Avenida Obispo Fray Jacinto

Avenida Obispo Fray Jacinto
10440 , Nuevo Vedado (Colón – Nuevo Vedado)
La Habana, Cuba
mapAbrir en Google Maps

Entradadelcementeriodeclb6
Entradadelcementeriodeclb6
Compartir la experiencia

Lugares cercanos

Teatro Nacional de Cuba
Teatro Nacional de Cuba

El Teatro Nacional de Cuba es un edificio en la Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba.[1]​ Abrió sus puertas el 3 de septiembre de 1979, con ocasión de una gala para las delegaciones a la Sexta Cumbre del Movimiento de Países No Alineados. Se compone de dos salas. La sala más grande lleva el nombre de la escritora hispano-cubana Gertrudis Gómez de Avellaneda, la más pequeña lleva el nombre del actor cubano Francisco Covarrubias (1775-1850).[2]​[3]​ La construcción del Teatro Nacional de Cuba fue aprobada en 1951 bajo la administración de Carlos Prío Socarrás, las obras comenzaron al año siguiente. La primera piedra para la construcción del Teatro Nacional se colocó el 29 de julio de 1952, dos meses después se firmó un contrato con la empresa Purdy & Henderson como contratista civil y con la firma Arroyo y Menéndez como director técnico y facultativo de la obra. El National Theatre se inspiró en el Radio City Music Hall de Nueva York y se concibió con tres salas: una grande para representaciones de ópera y ballet, una pequeña para teatro dramático y una sala "experimental", además de grandes salas para vestidores. aulas, talleres, biblioteca y academias. Se proyectó como el teatro más grande de Cuba y se esperaba que estuviera terminado para julio de 1954, pero la construcción fue tan lenta y discontinua que en 1959 aún faltaba gran parte de la obra. El Teatro Nacional cuenta con dos auditorios, la Sala Covarrubias y la Sala Avellaneda. Los dos auditorios tienen una capacidad combinada de 3500 personas, lo que lo convierte en uno de los teatros más grandes del país. Los eventos aquí incluyen producciones del ballet nacional, obras de teatro, musicales y orquesta, así como una serie de conferencias y talleres. En 1960 se inauguró la Sala Covarrubias y durante ese año se realizaron una serie de actividades culturales, pero a partir de marzo de 1961 dejaron de presentar espectáculos por sus aún precarias condiciones, siendo destinadas a servir como sala de ensayo y, posteriormente, para depósito de conjuntos y muebles No es hasta la segunda mitad de la década de 1970 que se asume la finalización del edificio, siendo su inauguración completa y definitiva el 3 de septiembre de 1979.

Torreón de la Chorrera
Torreón de la Chorrera

El Fuerte de Santa Dorotea de la Luna de la Chorrera se terminó de construir en Cuba en mayo de 1646. Junto con el torreón de Cojímar, esta fortaleza formaba parte de la defensa de La Habana. Parte de esa defensa era proteger la desembocadura del río Almendares y evitar que barcos enemigos a la Corona Española se abastecieran de agua dulce en esa localidad. Durante la toma de La Habana por los ingleses, este torreón sufrió daños mayores. La artillería de los barcos ingleses lo destruyeron en su mayor parte. El torreón que vemos hoy en día se construyó después que La Habana regresó bajo el gobierno de España. El torreón de la Chorrera se debió a Juan Bautista Antonelli, hijo de Bautista Antonelli, el constructor del Morro y de la Punta. Originalmente era redondo, como las torres que había en las costas de España para rechazar los ataques de los moros, estaba artillado y tenía capacidad para 50 hombres. Cumplió su misión protectora hasta que en la toma de La Habana por los ingleses fue abatido por la escuadra de Lord Albemarle. A principios de 1762 Carlos III le había declarado la guerra a Inglaterra, y el 6 de junio ya estaba frente al puerto de La Habana una escuadra inglesa formada por numerosos navíos de guerra, cerca de 150 embarcaciones de transporte y varios miles de hombres. El ataque mayor fue por el este, cerca de Cojímar, pero por la Chorrera también desembarcaron 2 mil soldados, al quedar destruido a cañonazos el torreón. Cruzaron esas tropas inglesas el monte vedado, se situaron en las cercanías de la ciudad, sobre la loma llamada de Aróstegui, donde luego se construyó el castillo del Príncipe y, con la toma de Guanabacoa y la voladura del baluarte del Morro, La Habana tuvo que rendirse. De menos de un año fue la ocupación inglesa, que terminó al firmarse en Fontainebleu y en París la paz entre las dos naciones, con el acuerdo de que Inglaterra le devolvía la ciudad a los españoles a cambio de la península de la Florida. Otra vez así el monte vedado volvió a serlo, y en el islote donde estuvo el torreón de la Chorrera se construyó un pequeño castillo en forma de rectángulo en cuya azotea se colocaron varios cañones.