La batalla de Barnet fue una batalla decisiva en la guerra de las Dos Rosas, un conflicto dinástico del siglo XV en Inglaterra. La acción militar, junto con la posterior batalla de Tewkesbury, aseguró el trono de Eduardo IV de Inglaterra. El 14 de abril de 1471 cerca de Barnet, en ese entonces una pequeña ciudad al norte de Londres, Eduardo IV dirigió a la Casa de York en su lucha por el trono contra Enrique VI de Inglaterra de la Casa de Lancaster. Al frente del ejército de Lancaster iba Ricardo Neville, conde de Warwick, que jugó un papel crucial en el destino de cada rey. Los historiadores consideran la batalla como uno de los enfrentamientos más importantes de la Guerra de las Rosas, ya que se produjo un giro decisivo en la suerte de las dos casas. La victoria de Eduardo IV fue seguida por catorce años de gobierno de los York sobre Inglaterra.
Anteriormente una figura clave en la causa de York, Warwick desertó a los Lancaster por desacuerdos sobre el nepotismo de Eduardo IV, el matrimonio secreto, y la política exterior. Lidereando un ejército de los Lancaster, el conde derrotó a sus antiguos aliados, lo que obligó a Eduardo IV a huir a los Países Bajos Borgoñones. El rey Eduardo IV persuadió a su anfitrión, Carlos el Temerario, para ayudarle a recuperar el trono Inglés. Liderando un ejército reclutado con dinero de Borgoña, Eduardo IV lanzó su invasión de Inglaterra, que culminó en los campos de Barnet. Al amparo de la oscuridad, los yorkistas se acercaron a los de Lancaster, y se enfrentaron en una espesa niebla en la madrugada. Mientras las principales fuerzas luchaban en la batalla, John de Vere, XIII conde de Oxford y sus tropas derrotaron el ala izquierda de los hombres de York bajo el mando de William Hastings, 1.º Barón de Hastings, persiguiéndolos hasta Barnet. A su regreso al campo de batalla, a los hombres de Oxford les dispararon por error sus aliados comandados por John Neville, 1.º Marqués de Montagu. Gritos de traición se propagaron a través de las líneas Lancaster, perturbando su moral y provocando que muchos abandonaran la lucha, con lo que los Lancaster perdieron la batalla. Durante la retirada, Warwick fue muerto por soldados yorkistas.
Warwick había sido una figura influyente en la política del siglo XV al grado que, a su muerte, ningún inglés lo iguala en términos de poder y popularidad. Privados del apoyo de Warwick, los de Lancaster sufrieron su derrota final en la batalla de Tewkesbury el 4 de mayo de 1471, que marcó la caída de la casa de Lancaster y el ascenso de la Casa de York. Tres siglos después de la batalla de Barnet, un obelisco de piedra fue levantado en el lugar donde supuestamente murió Warwick.