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Plaza de la Sagrada Familia

Plazas de Barcelona
ES Temple Expiatori de la Sagrada Família 1
ES Temple Expiatori de la Sagrada Família 1

La plaza de la Sagrada Familia (en catalán y oficialmente: Plaça de la Sagrada Família[1]​) es una plaza ajardinada del Distrito del Ensanche de Barcelona, España, situada frente a la fachada de la Pasión del templo homónimo. Ocupa la manzana delimitada por las calles Mallorca, Provenza, Cerdeña y Sicilia. Los jardines de la plaza, diseñados por el arquitecto paisajista Nicolau Rubió i Tudurí, forman parte del catálogo de patrimonio arquitectónico protegido por el Ayuntamiento de Barcelona.[2]​

Extracto del artículo de Wikipedia Plaza de la Sagrada Familia (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Plaza de la Sagrada Familia
Carrer de Sicília, Barcelona

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Carrer de Sicília
08001 Barcelona
Cataluña, España
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ES Temple Expiatori de la Sagrada Família 1
ES Temple Expiatori de la Sagrada Família 1
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Templo Expiatorio de la Sagrada Familia
Templo Expiatorio de la Sagrada Familia

El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia (en catalán, Temple Expiatori de la Sagrada Família), conocido simplemente como la Sagrada Familia, es una basílica católica de Barcelona (España), diseñada por el arquitecto Antoni Gaudí. Iniciada en 1882, todavía está en construcción. Es la obra maestra de Gaudí, y el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana. Es uno de los monumentos más visitados de España, junto al Museo del Prado y la Alhambra de Granada,[1]​ y es la iglesia más visitada de Europa tras la basílica de San Pedro del Vaticano.[2]​ Cuando esté finalizada será la iglesia cristiana más alta del mundo. La Sagrada Familia es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: trabajó en ella durante la mayor parte de su carrera profesional, pero especialmente en los últimos años de su carrera, donde llegó a la culminación de su estilo naturalista, haciendo una síntesis de todas las soluciones y estilos probados hasta aquel entonces. Gaudí logró una perfecta armonía en la interrelación entre los elementos estructurales y los ornamentales, entre plástica y estética, entre función y forma, entre contenido y continente, logrando la integración de todas las artes en un todo estructurado y lógico.[3]​ Desde 1915 Gaudí se dedicó prácticamente en exclusiva a la Sagrada Familia, que supone la síntesis de toda la evolución arquitectónica del arquitecto. Después de la realización de la cripta y el ábside, todavía en estilo neogótico, el resto del templo lo concibió en un estilo orgánico, imitando las formas de la naturaleza, donde abundan las formas geométricas regladas. El interior debía semejar un bosque, con un conjunto de columnas arborescentes inclinadas, de forma helicoidal, creando una estructura a la vez simple y resistente. Gaudí aplicó en la Sagrada Familia todos sus hallazgos experimentados anteriormente en obras como el parque Güell o la cripta de la Colonia Güell, consiguiendo elaborar un templo estructuralmente perfecto a la vez que armónico y estético. La Sagrada Familia tiene planta de cruz latina, de cinco naves centrales y transepto de tres naves, y ábside con siete capillas. Ostenta tres fachadas dedicadas al Nacimiento, Pasión y Gloria de Jesús y, cuando esté concluida, tendrá 18 torres: cuatro en cada portal haciendo un total de doce por los apóstoles, cuatro sobre el crucero invocando a los evangelistas, una sobre el ábside dedicada a la Virgen y la torre-cimborio central en honor a Jesús, que alcanzará los 172,5 metros de altura. El templo dispondrá de dos sacristías junto al ábside, y de tres grandes capillas: la de la Asunción en el ábside y las del Bautismo y la Penitencia junto a la fachada principal; asimismo, estará rodeado de un claustro pensado para las procesiones y para aislar el templo del exterior. Gaudí aplicó a la Sagrada Familia un alto contenido simbólico, tanto en arquitectura como en escultura, dedicando a cada parte del templo un significado religioso. Durante la vida de Gaudí solo se completaron la cripta, el ábside y, parcialmente, la fachada del Nacimiento, de la que Gaudí solo vio coronada la torre de San Bernabé. A su muerte se hizo cargo de la construcción su ayudante, Domingo Sugrañes; posteriormente, ha estado bajo la dirección de diversos arquitectos, siendo Jordi Faulí i Oller director de las obras desde 2012. En la decoración escultórica trabajaron artistas como Llorenç y Joan Matamala, Carles Mani, Jaume Busquets, Joaquim Ros i Bofarull, Etsuro Sotoo y Josep Maria Subirachs, autor este último de la decoración de la fachada de la Pasión. La obra que realizó Gaudí, es decir, la fachada del Nacimiento y la cripta, fue incluida en 2005 por la Unesco en el Sitio del Patrimonio de la Humanidad «Obras de Antoni Gaudí».[4]​ Es un monumento declarado en el registro de Bienes Culturales de Interés Nacional del patrimonio catalán y en el registro de Bienes de Interés Cultural del patrimonio español con el código RI-51-0003813.[5]​ Es además, desde 2007, uno de los 12 Tesoros de España.[6]​ También en 2007 fue elegida una de las Siete Maravillas de Cataluña.[7]​ El templo fue declarado basílica menor el 7 de noviembre de 2010 por el papa Benedicto XVI.[8]​ Ese año la recién construida nave principal del templo recibió el premio Ciudad de Barcelona de Arquitectura y Urbanismo.[9]​[10]​ La Sagrada Familia es también conocida popularmente como la Catedral de los pobres, a causa del cuadro homónimo del pintor modernista Joaquín Mir.[11]​

Golpe de Estado de julio de 1936 en Barcelona
Golpe de Estado de julio de 1936 en Barcelona

El Golpe de Estado de julio de 1936 contra el gobierno de la República Española, que dio comienzo a la Guerra Civil, no logró triunfar en Barcelona, lo que llevaría al fracaso de la sublevación militar en toda Cataluña. Desde primeras horas del día 19 de julio algunas unidades de la guarnición de Barcelona abandonaron sus acuartelamientos y salieron a las calles, con el objetivo de avanzar hacia el centro de la ciudad y ocupar los puntos clave de la ciudad que les permitiera su control. El día 17 los oficiales golpistas del Ejército de África se habían apoderado del protectorado español de Marruecos, y el día 18 los conspiradores liderados por el general Gonzalo Queipo de Llano se habían sublevado en Sevilla. El comandante militar de Barcelona y jefe de la IV División Orgánica, general Francisco Llano de la Encomienda, era contrario al golpe militar, pero no logró evitar que parte de la guarnición se sublevara y se hiciera con el control de varios puntos importantes de la ciudad. Las fuerzas de Orden público, por el contrario, no secundaron el golpe. Cuando las fuerzas leales a la República organizaron la respuesta a los golpistas, se empezó a ver que los planes de los rebeldes no estaban marchando. Además de la resistencia de las fuerzas de seguridad como la policía y la Guardia de Asalto, posteriormente se unirían varias unidades de la Guardia Civil. Por su parte, los obreros de la ciudad, con los militantes de la CNT a la cabeza, también se organizaron en milicias y empezaron a hacer frente a los rebeldes. Al atardecer del día 19 los rebeldes habían sido derrotados en buena medida y el líder de estos, el general Manuel Goded, había sido hecho prisionero. Los últimos focos de resistencia fueron sofocados el 20 de julio. La derrota del golpe militar en Barcelona fue un gran éxito para la República, aunque tras la derrota de los facciosos se hizo evidente que las milicias obreras —en especial, las milicias anarcosindicalistas— eran las que realmente controlaban la ciudad. La derrota de los sublevados marcó el comienzo de la Revolución Española de 1936.