El Vuelo 011 de Avianca (conocido bajo el código AV-011) fue un vuelo regular que cubría la ruta Fráncfort-Bogotá vía París, Madrid y Caracas a comienzos de la década de 1980. El 27 de noviembre de 1983, uno de los Boeing 747 con los que se volaba el trayecto entre París y Madrid se estrelló momentos antes de su aterrizaje en el aeropuerto de Madrid-Barajas, cerca de Mejorada del Campo, a 12 kilómetros de su destino en fase de aproximación, a las 00:06 GMT (1:06 hora local).
Para el vuelo del día anterior Avianca canceló el trayecto procedente de Fráncfort, el cual fue cubierto por un avión de Lufthansa que transportó a los pasajeros procedentes de dicha ciudad a París, generando un retraso de 1 hora y 20 minutos en la salida del vuelo de Avianca hacia España. El accidente tuvo lugar en la segunda etapa del trayecto comprendido entre París y Madrid, minutos antes del aterrizaje; con un saldo total de 181 víctimas fatales y 11 supervivientes.
Permanece como el segundo accidente con mayor número de víctimas fatales en España (tras las 583 del Accidente de Los Rodeos),[1] y el peor accidente de la aerolínea colombiana Avianca y el más mortal involucrado por una aeronave colombiana, por encima del vuelo 708 de West Caribbean en 2005.[2][3]
En el avión perecieron Marta Traba, Rosa Sabater, Jorge Ibargüengoitia, Ángel Rama y Manuel Scorza, entre otras personalidades que fueron invitadas por el gobierno colombiano para asistir al Primer Encuentro de la Cultura Hispanoamericana. La investigación del accidente señala "falla humana" o "error de piloto" como la causa del accidente, debido a errores de navegación y de coordinación de los tripulantes, resultando en un impacto de vuelo controlado contra el terreno.