La Comuna de París (del francés: la Commune de Paris) fue un movimiento insurreccional que del 18 de marzo al 28 de mayo de 1871 gobernó brevemente la ciudad de París, instaurando el primer gobierno de la clase obrera del mundo cuyo espíritu era el socialismo autogestionario.
Durante la guerra franco-prusiana de 1870 a 1871, la Guardia Nacional francesa había defendido París, a la vez que el radicalismo de clase obrera crecía entre sus soldados. Tras el establecimiento de la Tercera República en septiembre de 1870 (bajo el mando del jefe del ejecutivo francés Adolphe Thiers desde febrero de 1871) y la completa derrota del ejército francés a manos de los alemanes en marzo de 1871, los soldados de la Guardia Nacional tomaron el control de la ciudad el 18 de marzo. Dieron muerte a dos generales del ejército francés y se negaron a aceptar la autoridad de la Tercera República, intentando en su lugar establecer un gobierno independiente. La Comuna gobernó París durante dos meses, estableciendo políticas que tendían hacia un sistema progresista y antirreligioso de su propio supuesto socialismo, que era una mezcla ecléctica de muchas escuelas del siglo XIX.
No hay consenso respecto al tipo de sociedad que fue la Comuna de París, pues para los socialistas marxistas la Comuna de París fue la primera dictadura del proletariado de la historia, pero los anarcosocialistas no están de acuerdo y en cambio la consideran una sociedad anarcosocialista.[8][9] En cualquier caso, la Comuna (el término commune designaba entonces y aún designa al ayuntamiento en francés) gobernó durante 60 días promulgando una serie de decretos revolucionarios, como la autogestión de las fábricas abandonadas por sus dueños, la creación de guarderías para los hijos de las obreras, la laicidad del Estado, la obligación de las iglesias de acoger las asambleas de vecinos y de sumarse a las labores sociales, la remisión de los alquileres impagados y la abolición de los intereses de las deudas, autogobierno y la abolición del trabajo infantil. Se cerraron todas las iglesias y escuelas católicas. Corrientes feministas, socialistas, comunistas, socialdemócratas de vieja escuela (una mezcla de reformismo y revolucionarismo) y anarquistas desempeñaron papeles importantes en la Comuna. Muchas de estas medidas respondían a la necesidad de paliar la pobreza generalizada que había causado la guerra.
Sin embargo, los diversos comuneros tuvieron poco más de dos meses para lograr sus respectivos objetivos antes de que el ejército nacional francés suprimiera la Comuna a finales de mayo, durante La semaine sanglante («La semana sangrienta») que comenzó el 21 de mayo de 1871. Se calcula que entre 10.000 y 15.000 comuneros murieron en combate o fueron ejecutados rápidamente, aunque una estimación no confirmada de 1876 elevaba la cifra a 20.000.[10] En sus últimos días, la Comuna ejecutó al arzobispo de París, Georges Darboy, y a un centenar de rehenes, en su mayoría gendarmes y sacerdotes. 43.522 comuneros fueron hechos prisioneros, entre ellos 1.054 mujeres. Más de la mitad fueron liberados rápidamente. Quince mil fueron juzgados, de los cuales 13.500 fueron declarados culpables. Noventa y cinco fueron condenados a muerte, 251 a trabajos forzados y 1.169 a deportación (la mayoría a Nueva Caledonia). Otros miles de miembros de la Comuna, incluidos varios de sus líderes, huyeron al extranjero, principalmente a Inglaterra, Bélgica y Suiza. Todos los prisioneros y exiliados fueron indultados en 1880 y pudieron regresar a sus hogares, donde algunos reanudaron sus carreras políticas.[11]
Debates sobre las políticas y resultados de la Comuna influyeron notablemente en las ideas de Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895), que la describieron como el primer ejemplo de dictadura del proletariado. Engels escribió: «Recientemente, el filisteo socialdemócrata se ha llenado una vez más de sano terror ante las palabras: Dictadura del Proletariado. Bien, señores, ¿quieren saber cómo es esta dictadura? Miren la Comuna de París. Eso fue la Dictadura del Proletariado».[12]