place

Pirámide del Sol

Arquitectura teotihuacanaEdificios y estructuras terminadas en el siglo IIPirámides de MesoaméricaPirámides de México
2020 02 11 Teotihuacan la Avenida de los Muertos y la Pirámide del Sol
2020 02 11 Teotihuacan la Avenida de los Muertos y la Pirámide del Sol

La pirámide del Sol es la edificación más grande de Teotihuacán y una de las más grandes de Mesoamérica. Se encuentra entre la Pirámide de la Luna y la antigua ciudad de Teotihuacán.[1]​

Extracto del artículo de Wikipedia Pirámide del Sol (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Pirámide del Sol
Irisweg,

Coordenadas geográficas (GPS) Dirección Lugares cercanos
placeMostrar en el mapa

Wikipedia: Pirámide del SolContinuar leyendo en Wikipedia

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 19.6925 ° E -98.8438 °
placeMostrar en el mapa

Dirección

Irisweg

Irisweg
88131 , Zech
Bayern, Deutschland
mapAbrir en Google Maps

2020 02 11 Teotihuacan la Avenida de los Muertos y la Pirámide del Sol
2020 02 11 Teotihuacan la Avenida de los Muertos y la Pirámide del Sol
Compartir la experiencia

Lugares cercanos

Teotihuacán
Teotihuacán

Teotihuacan o Teotihuacán[1]​ (del náhuatl: Teōtīhuacān[a]​ o Teotiwakan[b]​ ‘lugar donde los hombres se convierten en dioses’ [‘lugar de la apoteosis’];[2]​ ‘lugar de los dioses’)[3]​ (pronunciación: /teoːtiːˈwakãː/; ),[4]​ y, según nuevas investigaciones, también pudo haber sido conocida como Teohuacan (del náhuatl: Teōhuahcān[c]​ o Teowahkan[d]​ ‘ciudad/lugar del sol’, ‘lugar de los sumos sacerdotes’),[5]​ es el nombre que se le da al gran complejo arqueológico que fue uno de los mayores centros políticos, culturales, económicos y religiosos de filiación multiétnica en Mesoamérica durante el clásico (c. 200/250-600/650 d. C.), más precisamente entre c. 100 a. C. y 600 d. C./650 d. C.[6]​ El nombre propio fue empleado por los mexicas para identificar a esta urbe construida por una civilización anterior a ellos y que ya se encontraba en ruinas cuando la vieron por primera vez.[3]​ Los restos de la ciudad se encuentran aproximadamente a 42 km al noreste de la Ciudad de México, dentro del valle de México (Altiplano Central), más concisamente en el valle homónimo; entre los municipios de Teotihuacán de Arista y San Martín de las Pirámides (Estado de México). La zona de monumentos arqueológicos fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.[7]​ Los orígenes de la ciudad todavía son objeto de investigación entre los especialistas. Alrededor del inicio de la era cristiana, más precisamente en el s. ii a. C., Teotihuacán era una aldea que empezaba a cobrar importancia como centro de culto en la cuenca de México.[4]​ Las primeras construcciones de envergadura proceden de esa época, como muestran las excavaciones en la Pirámide de la Luna. El mayor apogeo de la misma tuvo lugar entre el 200 d. C. y el 600 o 650 d. C. En esa etapa, la ciudad fue uno de los nodos comerciales y políticos más influyentes de Mesoamérica.[4]​ Durante esa época, llegó a tener una superficie de alrededor de 20 km² (8 mi²), con una población aproximada de 100 000 a 200 000 habitantes (según el autor a citarse), lo que la convierte en el sitio de desarrollo urbano más importante de toda la América Precolombina y el 6.º más importante y grande del mundo en su época. Como la mayoría de otras ciudades preindustriales en la historia, su población dependía de inmigraciones extranjeras para mantenerse a flote debido a una sanidad deficiente. Albergó a toda su población en aproximadamente 2 000 estructuras rectangulares, acomodados en diferentes barrios.[8]​ A ciencia cierta, se desconoce si Teotihuacán controló de primera mano una extensión territorial —suponiendo que se manejó un modelo de ciudad-estado imperialista—; sin embargo, es bien sabido que su influencia cultural, religiosa e ideológica se dejó sentir por todos los rumbos de Mesoamérica, como muestran los descubrimientos en ciudades como Tikal (Guatemala) y Monte Albán (Oaxaca), entre otros sitios que tuvieron una importante relación con los teotihuacanos.[9]​ El declive de la ciudad ocurrió entre el 600 y el 650 d. C., en un contexto marcado por inestabilidad política, conflictos y revoluciones sociales internas y cambios climatológicos que causaron un colapso casi total en el Norte de Mesoamérica. La mayor parte de la población de la ciudad se dispersó por diversas localidades en la cuenca de México. Se desconoce cuál era la identidad étnica de los primeros habitantes de Teotihuacán. Entre los candidatos se encuentran los totonacos, los nahuas y los pueblos de idioma otomangue, particularmente los otomíes. Las hipótesis más recientes apuntan a que Teotihuacán fue una urbe cosmopolita en cuyo florecimiento se vieron involucrados grupos de diverso origen étnico, como muestran los descubrimientos en el barrio zapoteco de la ciudad y la presencia de objetos provenientes de otras regiones de Mesoamérica, sobre todo de la región del Golfo y del área maya. Asimismo, la identidad de sus élites gobernantes y nobleza es todavía más confusa. Los investigadores infieren que, al igual que otras sociedades mesoamericanas, se manejó un sistema teocrático encabezado por el sacerdocio, sin embargo, la forma de administración política, burocrática y corporativa es objeto de debate.[4]​ Las hipótesis más influyentes son dos: la existencia de una figura máxima que conllevaba el poder político y religioso de la ciudad, o bien, la existencia de un cogobierno colectivo encabezado por los representantes de cada sector o barrio de la ciudad —y también de su clan cónico—, repartiéndose la administración de la urbe.[10]​ Teotihuacán ha sido motivo de interés para las sociedades posteriores al declive de la cultura teotihuacana en Mesoamérica. Sus ruinas han sido exploradas desde la época prehispánica, entre otros, por los toltecas y los mexicas. El descubrimiento de objetos teotihuacanos en los yacimientos arqueológicos de Tula y el Templo Mayor de México-Tenochtitlan así lo confirma. En la mitología nahua posclásica, la ciudad aparece como el escenario de mitos fundamentales como la leyenda de los Soles de los mexicas. Actualmente, los restos de Teotihuacán constituyen la zona de monumentos arqueológicos con mayor afluencia de turistas, tanto nacionales como extranjeros en México, por encima de otros del país como Chichén Itzá, El Tajín y Monte Albán; debido a su destacable arquitectura monumental de carácter íntimamente religioso. La planeación urbanística de la ciudad se basa en un modelo cuadricular, articulado en un eje norte-sur que compone la avenida principal, conocida como «calzada de los muertos» (en náhuatl: Miccaotli);[11]​ en torno a la que se edificaron las estructuras más importantes de la ciudad, a saber: las pirámides del Sol y de la Luna y la ciudadela —en la que converge con el eje este-oeste—, donde se encuentra la Templo de Quetzalcóatl.[12]​ La gran mayoría de la traza urbana restante se compone de conjuntos habitacionales organizados en sectores vecinales (barrios).[13]​ Las excavaciones arqueológicas en Teotihuacán continúan hasta nuestros días, y han dado como resultado un paulatino incremento en la calidad y cantidad del conocimiento que se tiene sobre esta.

Valle de México
Valle de México

El Valle de México o Valle de Anáhuac es una región geográfica que se localiza en el centro sur del centronorte de México. Originalmente se trataba de una cuenca endorreica que albergaba los lagos Texcoco, Xochimilco y Chalco. Estos cuerpos de agua eran alimentados por los escurrimientos y filtraciones provenientes de las montañas aledañas, particularmente de la sierra Nevada, Sierra de las Cruces y sierra de Ajusco-Chichinauhtzin. Por error en el uso literario común es normal que se confunda a la cuenca de México con el Valle de México aun en asuntos oficiales, por lo que el gobierno del Estado de México creó el ente administrativo Valle de Cuautitlán-Texcoco que abarca todo el valle de Cuautitlán y la mitad del valle de México. El valle de México por sí mismo es uno de los cuatro valles (junto al Valle de Cuautitlán, el Valle de Apan, y el Valle de Tizayuca) que forman la Cuenca de México. Una confusión común es que se llame Zona Metropolitana del Valle de México a la zona urbana que abarca los cuatro Valles de la cuenca de México, e incluso que a la zona metropolitana se le confunda con la Ciudad de México.[1]​[2]​ La cuenca fue abierta artificialmente mediante la construcción de un desagüe durante la Colonia. Desde el siglo XVII se han realizado varias obras de ingeniería que tienen como propósito desecar los lagos. Estas obras conducen las aguas del Anáhuac hacia el río Tula, de manera que la cuenca de México actualmente forma parte de la región hidrológica del río Pánuco, que desemboca en el golfo de México.