La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es una organización reconocida desde el 6 de noviembre de 1962 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), a ser los máximos exportadores de petróleo a nivel mundial.
El 43% de la producción mundial de petróleo y el 81% de las reservas mundiales de petróleo se encuentran en países miembros de la OPEP.[1] Su dominio en las exportaciones de crudo, para el tercer trimestre del año 2016, se sitúa en alrededor del 34,9%.[2]Además, concentra la totalidad de la capacidad necesaria de producción de petróleo del mundo, lo que, de facto, convierte a la Organización de países exportadores de petróleo en el banco central del mercado petrolero. En la década de 1970, las restricciones en la producción de petróleo dieron lugar a un aumento espectacular de los precios del petróleo y de los ingresos y la riqueza de la OPEP, con consecuencias duraderas y de largo alcance para la economía mundial. En la década de 1980, la OPEP comenzó a establecer objetivos de producción para sus naciones miembros; generalmente, cuando se reducen las metas, los precios del petróleo aumentan. Esto ha ocurrido más recientemente a partir de las decisiones de la organización de 2008 y 2016 para recortar el exceso de oferta.
En las décadas de 1960 y 1970, la OPEP reestructuró con éxito el sistema mundial de producción de petróleo para que la autoridad de toma de decisiones y la gran mayoría de las ganancias estén en manos de los países productores de petróleo. Desde la década de 1980, la OPEP ha tenido un impacto limitado en el suministro mundial de petróleo y la estabilidad de los precios, ya que los miembros hacen trampa con frecuencia en sus compromisos mutuos y los compromisos de los miembros reflejan lo que harían incluso en ausencia de la OPEP.[3]A fines de 2016 se formó un grupo más grande llamado OPEP+ para tener más control sobre el mercado mundial del petróleo crudo.[4]