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Teatro Romea (Barcelona)

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Teatre Romea Barcelona (Catalonia)
Teatre Romea Barcelona (Catalonia)

El Teatro Romea es una sala de espectáculos de Barcelona, situada en el Raval, dedicada principalmente a las funciones teatrales, con tres plantas y una capacidad para 660 espectadores.

Extracto del artículo de Wikipedia Teatro Romea (Barcelona) (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Teatro Romea (Barcelona)
Carrer de l'Hospital, Barcelona

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Teatre Romea

Carrer de l'Hospital
08001 Barcelona (Ciutat Vella)
Cataluña, España
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Teatre Romea Barcelona (Catalonia)
Teatre Romea Barcelona (Catalonia)
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Lugares cercanos

Hospital de la Santa Cruz
Hospital de la Santa Cruz

El Hospital de la Santa Cruz[1]​[2]​ (en catalán Hospital de la Santa Creu) es un edificio gótico del siglo XV, situado en la ciudad de Barcelona, entre las calles del Hospital y del Carmen. Se creó con la finalidad de reunir en un único edificio los seis hospitales que existían en la ciudad: el hospital Desvilar (1308) y el hospital de Marcús (siglo XII), que estaban regidos por el consejo de la ciudad; el hospital Colón (siglo XII-XII) y el hospital Vilar, regidos por el obispado; el hospital de Santa Eulalia (siglo XII) y el hospital de Santa Margarita,que dependían del capítulo catedralicio de Barcelona. La primera piedra se colocó en 1402 en presencia del rey Martín I de Aragón, y se prolongaron hasta el siglo XVIII, por lo que el hospital combina elementos de estilo gótico, renacentista y barroco. El recinto se divide en tres sectores claramente diferenciados: el septentrional alberga la Casa de Convalecencia y el Colegio de Cirugía, edificios construidos en los siglos XVII y XVIII respectivamente; el sector central se compone de tres crujías en forma de “U”, con el gran patio claustral en medio; y en la esquina meridional se alzan un conjunto de dependencias añadidas a lo largo de los siglos, así como la iglesia de la institución. Ésta se instaló en el edificio que había acogido el antiguo Hospital de Colom, y a pesar de las importantes modificaciones realizadas en los siglos XV, XVII y XVIII, todavía es posible apreciar su estructura original, consistente en una gran nave rectangular cubierta con una bóveda de cañón. En el proyecto inicial del Hospital de la Santa Cruz, atribuido al maestro Arnau Bagués, el edificio debía componerse de cuatro naves de dos pisos y formar un rectángulo, pero finalmente sólo se construyeron tres naves, de modo que el claustro quedó abierto por uno de sus lados. Su construcción, iniciada en 1406, fue encargada al maestro Guillem Abiell. Las crujías se abren al patio mediante una sucesión de arcadas góticas, mientras que las galerías interiores aparecen cubiertas con crucería. De todos modos, modificaciones posteriores han alterado la imagen original de esta estructura arquitectónica. Así, el último tramo del ala de poniente quedó incorporado al edificio de la farmacia, levantado en el Seiscientos, mientras que la nave septentrional fue totalmente reconstruida a mediados del siglo XX debido a su avanzado estado de ruina. El gran patio que hoy conocemos, que quedó configurado en el Renacimiento, debía garantizar el éxito funcional del hospital. Ante todo, estableciendo una separación nítida entre las dependencias hospitalarias y la iglesia, que como ya se ha dicho quedó instalada en la esquina meridional del recinto, pero también permitiendo una ordenación racional de los restantes locales del edificio. Frente a la situación característica de la época anterior, en la que no existía separación alguna de los internados, desde fines de la Edad Media estos comenzaron a segregarse en función de criterios como el sexo, la edad o el tipo de enfermedad, con lo cual fue necesario practicar subdivisiones internas. Las largas naves longitudinales permitían crear esos espacios de forma relativamente sencilla mediante tabiques de madera u otros materiales, mientras que el claustro facilitaba el acceso a las distintas dependencias. En el Hospital de la Santa Cruz ya se advierte una tímida diferenciación del espacio; así, por ejemplo, la nave de poniente albergaba, en el primer piso, el departamento de los niños expósito, y en el segundo, la enfermería de las mujeres. En 1414 finalizaron la mayoría de estas obras que se reiniciaron un siglo más tarde, con la utilización de una técnica de construcción más depurada. Durante el siglo XVI, en una de las diversas modificaciones que se iban realizando, se derribó una de las alas y se construyó otro patio porticado unido al primero, donde aún se conserva la gran escalera monumental que da acceso a la sala de lecturas de la Biblioteca de Cataluña. El conjunto de los edificios incluye una pequeña iglesia gótica cerca de la calle Hospital y una casa del siglo XV, antiguo archivo del hospital. En 1703, Antonio Viladomat, uno de los pintores barrocos catalanes más preeminentes, pintó la capilla de Sant Pau. A finales del siglo XIX, el hospital había quedado desbordado por el crecimiento de la ciudad y los nuevos avances en medicina e higiene, por lo que se decidió trasladarlo a una nueva sede: el Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, que se construyó de 1902 a 1930. En 1926, el viejo edificio fue adquirido por el Ayuntamiento de Barcelona, que inició su reconstrucción. Actualmente (2006), el conjunto incluye la sede de la Biblioteca de Cataluña (desde 1939), el Instituto de Estudios Catalanes (desde 1931), la Escuela Massana (desde 1935) y dos bibliotecas públicas de la Diputación de Barcelona. El 3 de junio de 1931 fue declarado Monumento Histórico Artístico de Interés Nacional.

Hotel España
Hotel España

El Hotel España, se encuentra situado en la calle San Pablo de Barcelona, cerca de Las Ramblas. Cuenta con una trayectoria histórica que se remonta al año 1850. Se trata de un edificio construido en un principio para viviendas de alquiler por Joan y Pau Riba. Posteriormente, en el año 1859, se transforma su uso para albergar la Fonda de España, y no es sino hasta 1863 cuando se da a conocer entre los viajeros de la época. En 1888, empieza a denominarse "Hotel", nombre de origen francés que otorga una connotación diferencial de servicio y trato respecto a las fondas tradicionales.[1]​ El cambio y decoración del edificio se encargó al arquitecto modernista Lluís Domènech i Montaner. Su interior es realmente admirable, la entrada tiene columnas de mármol, esgrafiados y lámparas con marcado estilo modernista. Una gran chimenea en mármol fue modelada por Eusebio Arnau y realizada por Alfons Jujol, representa el paso del tiempo entre el nacimiento y la vejez, con el coronamiento de un gran escudo de España. En los comedores del restaurante, se puede apreciar la gran ornamentación que contienen, un mural en el fondo con sirenas, arrimaderos de madera tallada con cerámica vidriada decorada con escudos de ciudades de España, vitrales y lámparas de metalistería. Entre 2007 y 2011 se llevó a cabo una profunda rehabilitación para recuperar los interiores originales de la finca y convertirlo en un hotel de dos a cuatro estrellas y considerado "joya del Modernismo Catalán". Coincidiendo con esta remodelación, se inauguró en el antiguo comedor modernista un restaurante que recupera la marca histórica Fonda España y que está bajo la dirección gastronómica de Martín Berasategui,[2]​[3]​ galardonado con 12 estrellas Michelín.[4]​ El restaurante recupera el antiguo concepto de las fondas apostando por la cocina más tradicional con un guiño a la cocina moderna.

La Rambla
La Rambla

La Rambla, también llamada Las Ramblas[2]​ (catalán Les Rambles), es un emblemático paseo de la ciudad de Barcelona que discurre entre la plaza de Cataluña (en catalán, plaça de Catalunya), centro neurálgico de la ciudad, y el puerto antiguo. El paseo está lleno de gente de día y hasta altas horas de la noche. Está jalonado de kioscos de prensa, flores y otros por decidir que sustituyan a las antiguas paradas de pequeños animales (principalmente aves), actores callejeros, cafeterías, restaurantes y comercios. Cerca del puerto acostumbran a instalarse mercadillos, así como pintores y dibujantes. Paseando por La Rambla pueden verse varios edificios de interés, como el Palacio de la Virreina, así como el mercado de La Boquería y el famoso teatro de El Liceo (en catalán, El Liceu), en el que se representan óperas y ballets. Una de las calles laterales, de pocos metros de longitud, conduce a la plaza Real (plaça Reial), una plaza con palmeras y edificios con soportales que acogen multitud de cervecerías y restaurantes, y en la que se reúnen los fines de semana los coleccionistas de sellos y de monedas. El paseo de La Rambla desemboca en el puerto antiguo (plaza Portal de la Paz), donde se ubica la célebre estatua de Cristóbal Colón, y desde allí una amplia pasarela de paseo a la que se denomina Rambla de Mar lleva hasta el muelle de España, donde se ubica el centro comercial Maremagnum. Por el extremo de montaña y desde la plaza de Cataluña, la trayectoria ascendente que sigue el paseo por el Ensanche hasta encontrarse con la avenida Diagonal recibe el nombre de rambla de Cataluña, considerada un paseo independiente del que transcurre por Ciutat Vella. En las inmediaciones se encuentra el Museo Marítimo (Museu Maritim), dedicado especialmente a la historia naval en el Mediterráneo, y en el que se exhibe la reproducción a escala real de una antigua galera de combate. El museo está ubicado en las Atarazanas Reales (en catalán, Drassanes), astilleros de la Edad Media donde se construían los barcos que conectaban los extensos dominios de la Corona de Aragón en el Mediterráneo. El puerto antiguo ofrece otros atractivos, como un centro de ocio y comercios, restaurantes, un cine IMAX, y el mayor acuario de fauna marina mediterránea. En el centro histórico, muy cerca de La Rambla, también son interesantes la Catedral de Barcelona, la plaza de San Jaime que acoge los edificios de la Generalidad de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona, y las estrechas callejuelas tanto del barrio Gótico como del Raval y del Born.