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Placa conmemorativa del Carbayón

Escultura urbana en EspañaMonumentos de Oviedo
Placa carbayon 1
Placa carbayon 1

La Placa conmemorativa del Carbayón, ubicada en el suelo de la acera, a la altura del nº 4 de la calle Uría, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar entre esculturas y placas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.[1]​[2]​ El paisaje urbano de esta ciudad, se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3]​ La placa, quiere recordar el lugar donde estaba situado el Carbayón, un roble de enorme tronco y copa. Este árbol simbólico de la ciudad de Oviedo, suele respetarse en sus ubicaciones, pero el situado en la calle Uría tuvo que ser derribado en 1879. El Ayuntamiento decidió en 1949 colocar la placa.[1]​[2]​ En la placa se lee la siguiente inscripción:

Extracto del artículo de Wikipedia Placa conmemorativa del Carbayón (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Placa conmemorativa del Carbayón
Calle Argüelles, Oviedo Casco Antiguo (Centro y casco histórico)

Coordenadas geográficas (GPS) Dirección Lugares cercanos
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Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 43.362383 ° E -5.848725 °
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Dirección

Calle Argüelles 10
33003 Oviedo, Casco Antiguo (Centro y casco histórico)
Asturias, España
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Placa carbayon 1
Placa carbayon 1
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Lugares cercanos

Culis monumentalibus
Culis monumentalibus

La escultura urbana conocida como Culis monumentalibus, ubicada en la calle Pelayo, frente al teatro Campoamor, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.[1]​[2]​ El paisaje urbano de esta ciudad,se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3]​ La idea de instalar esta escultura está directamente relacionada con la iniciativa desde la década de los años noventa del siglo XX puso en marcha el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Oviedo, con la finalidad de crear un museo al aire libre en la ciudad.[1]​ La escultura, que lleva el nombre en latín, hecha en bronce embetunado en negro (la figura, que tiene cuatro metros de altura) y granito (el pedestal, que cuenta con 80 centímetros de altura), es obra de Eduardo Úrculo, y está datada en 2001.[1]​[2]​ La obra representa un culo de monumental proporción, que, sobre unas nalgas redondeadas, repetido por ambas caras, está elevado sobre una peana de granito.[1]​ El título fue tomado por Úrculo de un artículo de Camilo José Cela, publicado en 1977 en el que hace mención de la “pasión” de Úrculo de pintar culos.[1]​ Ha sido una escultura que no ha dejado indiferente a nadie, los hay detractores de su instalación y también los hay acérrimos defensores, llegando la polémica de los conciudadanos de Oviedo a convertirse en tema de tertulias y de columnas de opinión de algún que otro medio de comunicación.[1]​

Monumento a José Tartiere
Monumento a José Tartiere

El monumento a José Tartiere Lenegre, ubicado en el paseo de los Álamos, Campo de San Francisco, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar de esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.[1]​[2]​ El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3]​ La escultura, hecha en bronce y piedra, es obra de Víctor Hevia y Manuel Álvarez Laviada, y está datada en 1933.[1]​[2]​ Tras la muerte del empresario José Tartiere Lenegre, quien era considerado ya hijo adoptivo de Oviedo, que tuvo lugar en Lugones (Siero) el 18 de abril de 1927, un grupo de amigos, socios y familiares, organizaron una Comisión Pro-Monumento, que estaba presidida por Nicanor de las Alas Pumariño y entre los vocales se encontraban con Francisco Castañón, Eustaquia Fernández Miranda y Juan Antonio Onieva, la cual impulsó la realización de un monumento en recuerdo del que era ya considerado como uno de los artífices de la industrialización asturiana, la cual contribuyó enormemente al desarrollo y avance de la zona.[1]​[4]​ El monumento se sufragó por suscripción popular y está compuesto por un conjunto de figuras, una de bronce (la que representa a José Tartiere y Lenegre, de mayor tamaño que el natural, sentado en una silla, sobre un pedestal de piedra, al que se accede subiendo un juego de escaleras), obra de Víctor Hevia; y otras en piedra (las figuras de cuatro trabajadores, que representan las distintas industrias de importancia para Asturias en las que Tartiere Lenegre participó como fundador, dispuestas en parejas a ambos lados de la figura de Tartiere, en sendos pedestales), que son obra de Manuel Álvarez Laviada. Además, el conjunto presenta por la parte de atrás, un relieve con perfiles de obreros, también obra de Víctor Hevia[1]​[4]​