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Monumento a Aida de la Fuente

Arquitectura de España de 1997Esculturas urbanas de Oviedo de los años 1990
Aida de la Fuente (Oviedo)
Aida de la Fuente (Oviedo)

El monumento a Aida de la Fuente, ubicado en el parque de San Pedro de los Arcos, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.[1]​[2]​ El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3]​ La escultura, hecha en bronce, es obra de Félix Alonso Arena y está datada en 1997.[2]​[4]​ Es una obra que se erigió por suscripción popular, con la finalidad de recordar la Revolución asturiana de octubre de 1934 en la conocida figura de Aida de la Fuente (1918-1934), popularmente llamada «la Rosa Roja».[2]​ Se trata de un monolito de piedra que está atravesado a media altura por un bloque que contiene un mapa de Asturias en altorrelieve y presenta la leyenda «Revolución de octubre de 1934». Todo queda completado mediante un medallón de bronce con el rostro en relieve de Aida de la Fuente.[5]​

Extracto del artículo de Wikipedia Monumento a Aida de la Fuente (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Monumento a Aida de la Fuente
Paseo de Aida Lafuente, Oviedo Ciudad Naranco (Las Campas y San Claudio)

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Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 43.367155 ° E -5.85754 °
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Dirección

Aida Lafuente

Paseo de Aida Lafuente
33004 Oviedo, Ciudad Naranco (Las Campas y San Claudio)
Asturias, España
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Aida de la Fuente (Oviedo)
Aida de la Fuente (Oviedo)
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Lugares cercanos

Murales de la estación de Renfe (Oviedo)
Murales de la estación de Renfe (Oviedo)

La escultura urbana conocida por el nombre Murales de la estación de Renfe, ubicada en el «hall» de la antigua estación de Renfe (hoy estación conjunta Renfe-Feve), al final de la calle Uría, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.[1]​[2]​ El paisaje urbano de esta ciudad, se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3]​ El grupo de murales, hechos en hierro, son obra de Rafael Rodríguez Urrusti, y está datado en 1980.[1]​[2]​ Se trata de tres murales emplazados en el espacio que hace las veces de recepción de la estación, sobre las puertas de acceso. Son el resultado de un encargo de la empresa ferroviaria estatal Renfe, a Urrusti para decorar las nuevas instalaciones que iba a tener en la ciudad de Oviedo en el momento del encargo.[1]​ Cada mural tiene un tema distinto, aunque todos están ligados a aspectos de la vida, la industria y las actividades propias de Asturias. Así, en el primer mural, el artista se centra en la pesca (está representada por una vendedora que lleva una caja de pescado sobre su cabeza para venderla en el mercado; a su lado, figura un pescador con su barca, apoyándose en un ancla como símbolo de su unión con la tierra); la agricultura (representada por un agricultor/ganadero y un típico hórreo) y la ganadería (representada por la figura del ganadero/agricultor, así como la cabeza de una vaca). La figura humana aparece en gran tamaño.[4]​[1]​ El segundo mural es un homenaje al ferrocarril, medio de transporte vital para romper el aislamiento de Asturias con el resto de la Península. El autor utiliza tres elementos característicos: una máquina de tren a vapor, un vagón de tren eléctrico y un jefe de estación, figura ésta, que nuevamente es de mucho mayor tamaño que el resto, potenciando de este modo el valor y la importancia del ser humano sobre las máquinas.[1]​ Por su parte el tercer mural se centra en la minería y la siderometalurgia, aparece en él una industria siderúrgica y una extracción minera, las cuales flanquean al trabajador anónimo, situado en el centro de la composición, combinando superficies cóncavas y convexas con una falta de huecos, lo que sucede es contrario a lo ocurrido en los anteriores murales en el resto, donde predomina el vacío.[1]​

Busto de Guillermo Schulz
Busto de Guillermo Schulz

El busto de Guillermo Schulz, ubicado en la entrada de la Facultad de Ingenieros de Minas (C/ Independencia), en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar de esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.[1]​[2]​ El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3]​ La escultura, hecha en bronce, es obra de José Gragera y Herboso, y está datada en 1898. Fue el 26 de agosto de 1898 cuando a ofrecimiento de la Diputación Provincial, el Ayuntamiento de Oviedo decidió disponer del busto de bronce esculpido en homenaje al ingeniero de minas Guillermo Schulz, que se le otorgaba en depósito. Es por ello que se coloca el mencionado busto sobre la columna meteorológica, la cual se ubicaba en la plaza de Riego, convirtiéndose de este modo en pedestal del mismo. En 1993 se decide ceder el busto del geólogo alemán a la Universidad de Oviedo para ser colocado a la entrada de la Escuela Superior de Minas que está situada en la calle Independencia, lugar actual de su emplazamiento; mientras que en su original ubicación se instala un busto del militar asturiano Rafael del Riego, como parte de los actos del homenaje a este ilustre hijo de Tineo que da nombre a la plaza en donde se encuentra la escultura urbana de su busto, que además es obra de José Antonio Nava.[1]​[2]​