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Monumento al marqués de Santa Cruz

Arquitectura de España de 1984Esculturas del campo de San Francisco (Oviedo)Esculturas urbanas de Oviedo de los años 1980
Alvaro Navia Osorio y Vigil
Alvaro Navia Osorio y Vigil

El monumento al marqués de Santa Cruz, ubicado en la calle Marqués de Santa Cruz de Marcenado, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar de esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.[1]​[2]​ El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3]​ La escultura, hecha en bronce, es obra de Vicente Menéndez Prendes "Santarúa", y está datada en 1984.[1]​[2]​ Se trata de un pequeño busto sobre un alto pedestal de piedra situado en la parte ajardinada (los lindes del Campo de San Francisco) de la calle del Marqués de Santa Cruz de Oviedo, para rememorar la figura de Sebastián Vigil de Quiñones caballero de Calatrava, regidor de Oviedo y señor del coto de Marcenado, en Siero (Asturias).[1]​

Extracto del artículo de Wikipedia Monumento al marqués de Santa Cruz (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Monumento al marqués de Santa Cruz
Calle Marqués de Santa Cruz, Oviedo Casco Antiguo (Centro y casco histórico)

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N 43.3609 ° E -5.84915 °
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Calle Marqués de Santa Cruz 6
33007 Oviedo, Casco Antiguo (Centro y casco histórico)
Asturias, España
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Alvaro Navia Osorio y Vigil
Alvaro Navia Osorio y Vigil
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Lugares cercanos

Monumento a Leopoldo Alas
Monumento a Leopoldo Alas "Clarín"

El monumento a Leopoldo Alas "Clarín", ubicado en el Campo de San Francisco, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar de esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.[1]​[2]​ El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3]​ La escultura, hecha en piedra, es obra de Víctor Hevia y Manuel Álvarez Laviada, y está datada en 1931.[1]​[2]​ El monumento es un conjunto levantado en memoria del literato español, autor de “La Regenta”, promovido por el Ayuntamiento y la Universidad de Oviedo. El diseño del conjunto es de Manuel Álvarez Laviada, quien ideó una pequeña plaza con una fuente que rodearía la pieza principal, en la parte trasera aparece esculpida una figura femenina con poca ropa, mientras que en la parte delantera se colocaría el busto de Leopoldo Alas, obra este último de Víctor Hevia.[1]​[2]​ Durante el conflicto bélico del 36 el conjunto sufrió daños, cosa que hizo necesario que en 1955 Víctor Hevia entregara un nuevo busto y más tarde, en 1967 el taller de Belarmino Cabal llevara a cabo la restauración total del resto del monumento, produciéndose la sustitución de la figura esculpida por Álvarez Laviada por una inscripción: "CLARIN / * - XXV - IV - MDCCCLII / + XIII - VI - MCMI".[1]​[2]​

Monumento a José Tartiere
Monumento a José Tartiere

El monumento a José Tartiere Lenegre, ubicado en el paseo de los Álamos, Campo de San Francisco, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar de esculturas urbanas que adornan las calles de la mencionada ciudad española.[1]​[2]​ El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3]​ La escultura, hecha en bronce y piedra, es obra de Víctor Hevia y Manuel Álvarez Laviada, y está datada en 1933.[1]​[2]​ Tras la muerte del empresario José Tartiere Lenegre, quien era considerado ya hijo adoptivo de Oviedo, que tuvo lugar en Lugones (Siero) el 18 de abril de 1927, un grupo de amigos, socios y familiares, organizaron una Comisión Pro-Monumento, que estaba presidida por Nicanor de las Alas Pumariño y entre los vocales se encontraban con Francisco Castañón, Eustaquia Fernández Miranda y Juan Antonio Onieva, la cual impulsó la realización de un monumento en recuerdo del que era ya considerado como uno de los artífices de la industrialización asturiana, la cual contribuyó enormemente al desarrollo y avance de la zona.[1]​[4]​ El monumento se sufragó por suscripción popular y está compuesto por un conjunto de figuras, una de bronce (la que representa a José Tartiere y Lenegre, de mayor tamaño que el natural, sentado en una silla, sobre un pedestal de piedra, al que se accede subiendo un juego de escaleras), obra de Víctor Hevia; y otras en piedra (las figuras de cuatro trabajadores, que representan las distintas industrias de importancia para Asturias en las que Tartiere Lenegre participó como fundador, dispuestas en parejas a ambos lados de la figura de Tartiere, en sendos pedestales), que son obra de Manuel Álvarez Laviada. Además, el conjunto presenta por la parte de atrás, un relieve con perfiles de obreros, también obra de Víctor Hevia[1]​[4]​

Asturias
Asturias

El Principado de Asturias (en asturiano: Principáu d'Asturies; en eonaviego: Principao d'Asturias) es una comunidad autónoma uniprovincial de España, con una población de 1 004 499 habitantes (INE 2022).[8]​ Bañada al norte por las aguas del mar Cantábrico, limita al oeste con la provincia de Lugo (Galicia), al sur con la provincia de León (Castilla y León) y al este con Cantabria. Recibe el nombre de «Principado» por razones históricas, al ostentar el heredero de la corona de Castilla y, por extensión, de la corona de España el título nobiliario de príncipe de Asturias, establecido por Juan I de Castilla en el año 1388. La ciudad de Oviedo es la capital y, según el Estatuto de Autonomía, sede de las instituciones del Principado de Asturias. La ciudad más poblada de la comunidad es Gijón. El actual espacio territorial asturiano coincide básicamente con el antiguo territorio de las Asturias de Oviedo, contiguas a las Asturias de Santillana. Con la división territorial de Javier de Burgos en 1833, la región de las Asturias de Oviedo se convirtió en la provincia de Oviedo, recibiendo una porción del territorio de las Asturias de Santillana —los concejos de Peñamellera Alta, Peñamellera Baja y Ribadedeva—, mientras el resto de las mismas se integró en la provincia de Santander, posterior comunidad autónoma de Cantabria. El Principado de Asturias, según el artículo 1 de su Estatuto de Autonomía, está considerado como una comunidad histórica. Posee una asamblea legislativa llamada Junta General del Principado, en recuerdo de una antigua institución medieval de representación de los concejos ante la Corona.[9]​ Coincide su territorio en parte además, con la zona nuclear del antiguo reino de Asturias del año 718 y posee dos idiomas propios: el asturiano o bable, del tronco lingüístico asturleonés, que aun no siendo considerada lengua oficial, tiene un estatus jurídico parecido al de la oficialidad[cita requerida] y el eonaviego o gallego-asturiano, del tronco lingüístico galaicoportugués, hablado en los concejos del extremo occidental y que goza de un estatus similar.[cita requerida]

La Torera
La Torera

La escultura urbana conocida como La Torera, ubicada en la avenida de Italia del Campo San Francisco, en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, España, es una de las más de un centenar que adornan las calles de la mencionada ciudad española.[1]​[2]​ El paisaje urbano de esta ciudad se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.[3]​ La escultura, hecha en bronce, es obra de Mauro Álvarez Fernández, y está datada en 2002.[1]​[2]​ La estatua, de estilo realista y tamaño natural, es un homenaje a Josefa Carril, popular fotógrafa que vivía en Oviedo y trabajaba junto con su marido, Antonio Hernández, fotografiando en este parque a la burguesía de la época, en el mismo sitio donde se ha colocado el monumento. El conjunto escultórico lo forman Josefa (que sonríe, y uno de sus brazos se introduce en la manga negra por donde se manipulaba en el mini-laboratorio), junto a su cámara fotográfica (conocida como cámara “minutera”) y el trípode (del cual cuelga un cubo de agua), una silla y un caballito (el cual hace referencia al caballito de cartón que le servía para mantener distraídos a los niños cuando les realizaba el retrato). El nombre de "torera" le viene por el tipo de calzado que siempre usaba esta fotógrafa, unas “manoletinas”.[4]​[5]​