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Iglesia de San Vicente Ferrer (Castellón de la Plana)

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Església de Sant Vicent Ferrer de Castelló de la Plana
Església de Sant Vicent Ferrer de Castelló de la Plana

La Iglesia Parroquial de San Vicente Ferrer, ubicada en la Plaza del Fadrell, en Castellón de la Plana, en la comarca de la Plana Alta, también conocida como antiguo convento de Santo Tomás de Aquino (el cual está también catalogado como Bien de relevancia local con código: 12.05.040-014),[1]​ o Convento de los Dominicos, es un edificio catalogado, de manera genérica, como Bien de Relevancia Local, según la Disposición Adicional Quinta de la Ley 5/2007, de 9 de febrero, de la Generalitat, de modificación de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano (DOCV Núm. 5.449 / 13/02/2007), con código: 12.05.040-009.[2]​ Pertenece a la Diócesis de Segorbe-Castellón.[3]​

Extracto del artículo de Wikipedia Iglesia de San Vicente Ferrer (Castellón de la Plana) (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Iglesia de San Vicente Ferrer (Castellón de la Plana)
Calle Maestro Ripollés, Castellón de la Plana

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N 39.9825 ° E -0.035277777777778 °
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Dirección

Parroquia San Vicente Ferrer

Calle Maestro Ripollés
12002 Castellón de la Plana
Comunidad Valenciana, España
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Església de Sant Vicent Ferrer de Castelló de la Plana
Església de Sant Vicent Ferrer de Castelló de la Plana
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Lugares cercanos

Concatedral de Santa María (Castellón)
Concatedral de Santa María (Castellón)

La concatedral de Santa María, también llamada iglesia de Santa María la Mayor en Castellón de la Plana (España) es un templo de estilo gótico valenciano con posteriores intervenciones historicistas y en estilo neogótico. Está situada en la Plaza Mayor, junto al Ayuntamiento y la torre campanario independiente conocida como El Fadrí. Se inicia la construcción del templo en el siglo XII. Destruido por un incendio, se reanudan las obras a mediados del siglo XIV, siendo ampliadas a principios del siglo XV por el maestro de obras Miguel García de Segorbe, y siendo consagrado el templo en 1549. La planta era de una sola nave dividida en cinco tramos, ábside pentagonal con dos capillas laterales y una central para el coro, así como capillas entre los contrafuertes, cubriéndose con bóvedas de crucería sobre los tramos y con bóveda estrellada sobre el ábside. El templo contaba con tres portadas: dos laterales, situadas en el tercer tramo de la nave, y otra en la fachada principal, siendo estas junto con algunas claves, los únicos elementos conservados en su reconstrucción. En 1662, con trazas de Juan Ibáñez, se construye la capilla de la Comunión de planta de cruz griega y cubierta con cúpula en el centro y bóvedas de medio cañón en brazos, la cual abría en el tramo de los pies del lado de la Epístola. La concatedral de Santa María, declarada en 1931 Monumento Histórico-Artístico Nacional, fue incendiada premeditadamente el 24 de julio de 1936 en los primeros días de la Guerra Civil y derribada meses después por un acuerdo municipal. Su reconstrucción, comenzada en 1939 a partir de un proyecto de Vicente Traver Tomás basado en las trazas del templo desaparecido, acabó en 1999.[1]​ El templo actual que ocupa una manzana completa tiene planta de cruz latina con tres naves y un ábside pentagonal. La nave central se remarca con pilares octogonales, de los que arrancan los arcos fajones. Las naves se cubren con bóveda de crucería, siendo la de la cabecera de media estrella y el crucero, con cimborrio, cubre también con bóveda estrellada.

Castellón de la Plana
Castellón de la Plana

Castellón de la Plana (oficialmente en valenciano: Castelló de la Plana)[4]​ es una ciudad y municipio español, capital de la provincia de Castellón y de la comarca de la Plana Alta, ubicada en el noreste de la Comunidad Valenciana. Geográficamente se sitúa al este de la península ibérica sobre una extensión de terreno llano, rodeada por distintas sierras por el interior y el mar Mediterráneo al este, ante el cual se extienden los 8,6 kilómetros de la Costa del Azahar de los que disfruta el municipio. El núcleo urbano principal se encuentra a 27 m de media sobre el nivel del mar y a unos 4 km del mar. A medio camino entre la ciudad y el mar, en plena Marjalería, se cruzan el paralelo 40° norte y el meridiano 0° o de Greenwich, dos de las circunferencias imaginarias que rodean la Tierra.[5]​ A 30 millas náuticas se encuentra el archipiélago de origen volcánico de las Islas Columbretes, declarado reserva marina en 1990 y reserva natural en 1994.[6]​ Castellón es la cuarta ciudad de la Comunidad Valenciana por número de habitantes, ya que según el INE contaba en 2023 con una población de 176 238 habitantes distribuidos en dos núcleos urbanos —Castellón y el Grao— y diversos grupos periféricos, urbanizaciones y diseminados por toda la extensión de su término municipal.[7]​ Su área urbana funcional se extiende por otros seis municipios de la misma comarca que suman 239 371 habitantes.[8]​ Su área urbana en 2018 se extendía a otros cinco municipios, la mayoría de ellos de la comarca de la Plana Baja y alcanzó una población de 302 374 en 2016.[9]​ Estas áreas no se corresponderían en extensión con ninguna de las diferentes propuestas de área metropolitana que se hayan ideado oficialmente o utilizado para la realización de diversos estudios de entidades públicas o privadas. La población originaria se situaba en el cerro de la Magdalena protegida por el Castell Vell, origen del nombre Castellón, hasta 1252 cuando se trasladó al llano gracias al permiso otorgado por el rey Jaime I de Aragón el 8 de septiembre de 1251, considerada la fecha de fundación del asentamiento urbano actual.[10]​ Estos hechos todavía se recuerdan con la celebración de las Fiestas de la Magdalena el tercer domingo de Cuaresma, declaradas como fiestas de Interés Turístico Internacional.[11]​ El 4 de noviembre de 1837 la reina Isabel II concedió a Castellón el título de ciudad después de haber resistido heroicamente a un asedio de tres días por las tropas carlistas en julio de ese mismo año.[12]​ Desde entonces, y apoyada en su designación como capital de la provincia de Castellón, la ciudad ha ido evolucionando, pasando en muy pocos años de mediados del siglo XX de ser una población agrícola dedicada al cultivo de cañamiel, arroz, cáñamo, cítricos y algarrobo a una ciudad industrial basada en la producción de azulejos, productos químicos, el refino de petróleo y a la prestación de servicios gracias a la instalación de diversas instituciones políticas, judiciales, económicas, educativas, culturales y sociales, como la Universidad Jaime I creada en 1991. La sucesión de guerras civiles en los siglos XIX y XX provocó una gran destrucción de patrimonio y densificación del núcleo urbano que se vio incrementado gracias al rápido crecimiento de la ciudad fruto del desarrollismo y la muy laxa normativa urbanística vigente en la fecha, que muy pronto se vio desbordada por las circunstancias de la época, provocando que la ciudad se expandiera sin orden resultando en la construcción de altos edificios, viales estrechos, ninguna zona verde y escasos servicios públicos, que colocan a Castellón ante la opinión pública nacional como una de las ciudades más feas de España,[13]​[14]​ porque como dijo el escritor Joan Fuster «Nueva York es como Castelló pero más grande»[15]​ por sus diferentes y complejas escalas urbanas solo comparables con las de la ciudad estadounidense. Sin embargo, el casco histórico, declarado Bien de Relevancia Local conserva prácticamente íntegro su trazado medieval donde destaca la Torre Campanario exenta, principal monumento de la urbe. Su esplendor cultural tuvo lugar entre la última década del s. XIX y principios de la década de los 50 con la creación de numerosas obras artísticas, literarias y musicales, así como la aparición de numerosas instituciones culturales y deportivas cuyo máximo exponente fue la firma de las Normas de Castellón, reguladoras de la lengua valenciana en 1932.[16]​ Tras muchos años de decadencia en este campo, a partir de los años 1990 del pasado siglo se vivió un renacimiento cultural tras la creación de nuevos espacios culturales, la rehabilitación o traslado de los existentes, como el nuevo Museo de Bellas Artes de 2001,[17]​ y la aparición de nuevos eventos multitudinarios, con especial énfasis en los deportivos, como la celebración de los Special Olympics nacionales en 2008[18]​ y la primera y la segunda fases del Mundial de Balonmano Femenino en 2021.[19]​