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Jardines del Palacio de El Pardo

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El Pardo PM 080648 E
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Los Jardines del Palacio Real de El Pardo son los jardines históricos del Palacio de El Pardo, ubicado en el barrio homónimo, al norte de Madrid. Los jardines son pequeños y parcos, pero de gran importancia ecológica e histórica. Pertenecen, igual que el palacio, a Patrimonio Nacional y fueron declarados Bien de Interés Cultural en 1934.[1]​

Extracto del artículo de Wikipedia Jardines del Palacio de El Pardo (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Jardines del Palacio de El Pardo
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Palacio Real de El Pardo
Palacio Real de El Pardo

El Palacio Real de El Pardo es una de las residencias de la familia real española. En su origen fue un pabellón de caza de los Austrias, para luego convertirse en la principal residencia invernal del soberano bajo los Borbones. Durante la dictadura franquista fue la residencia oficial de Francisco Franco, y su principal uso en la actualidad es el de alojar a los jefes de Estado extranjeros cuando se hallan de visita oficial en España. Se encuentra en el Real Sitio de El Pardo, perteneciente al municipio de Madrid, en el entorno del Monte de El Pardo. Su gestión corresponde a Patrimonio Nacional, organismo estatal que administra los bienes al servicio de la Corona española. Se construyó en el siglo XVI a partir de un edificio primitivo del siglo XV diseñado por Luis de Vega. Su aspecto actual corresponde a las reformas y ampliaciones emprendidas en el siglo XVIII, a instancias del rey Carlos III, en las que participó el arquitecto Francesco Sabatini. Además de por sus valores arquitectónicos, el palacio destaca por su decoración interior, representativa de diferentes épocas y estilos. Destacan los frescos, que abarcan desde el renacimiento tardío de Felipe II hasta el neoclasicismo de Fernando VII pasando por el tardobarroco de época de Carlos III. Asimismo, es especialmente relevante su colección de tapices, del siglo XVIII, en la que figuran cinco de las series más conocidas de Francisco de Goya. Tanto el palacio como su pequeño jardín fueron declarados Bien de Interés Cultural en 1931 y 1934, respectivamente. Desde 1983, es la residencia oficial de jefes de Estado extranjeros.

Dictadura de Francisco Franco
Dictadura de Francisco Franco

La dictadura de Francisco Franco, dictadura franquista, España franquista, régimen franquista o franquismo[10]​ fue el período de la historia contemporánea de España correspondiente con el ejercicio por el general Francisco Franco Bahamonde de la Jefatura del Estado desde el fin de la guerra civil española en 1939 hasta su muerte en 1975 y desmantelamiento en 1978.[nota 3]​ Su amplia dimensión temporal y la total identificación de Franco con el régimen mismo[11]​ hace que a menudo también se utilice para designarlo la expresión era de Franco.[12]​ Acabada la guerra, el general instauró una dictadura fascistizada,[13]​ o régimen semifascista,[14]​ que incorporó una influencia clara de los totalitarismos alemán e italiano en campos como las relaciones laborales, la política económica autárquica, la estética, el uso de los símbolos[15]​ o el unipartidismo.[16]​ En sus últimos estertores, el régimen transitó más próximo a las dictaduras desarrollistas,[17]​ aunque siempre conservó rasgos fascistas vestigiales,[14]​ caracterizado por la ausencia de una ideología claramente definida más allá de su proclamado nacionalcatolicismo. En los años 1940 la dictadura militar se afianzó mediante la represión política y económica de los opositores. Unas &&&&&&&&&0485000.&&&&&0485 000 personas habían huido al exilio.[18]​ Algunos autores afirman que entre 9000 y &&&&&&&&&&015000.&&&&&015 000 fueron los exiliados españoles que terminaron en campos de concentración nazis, de los que sobrevivieron la mitad.[19]​[20]​ Otros acabaron en los campos de concentración franquistas —estudios informan de al menos &&&&&&&&&0367000.&&&&&0367 000 prisioneros y entre 150 y 188 campos—.[19]​ Hacia noviembre de 1940 había &&&&&&&&&0280000.&&&&&0280 000 hombres y mujeres detenidos en las prisiones del Estado.[21]​[22]​ Parte de la historiografía estima que entre &&&&&&&&&&023000.&&&&&023 000 y &&&&&&&&&&046000.&&&&&046 000 personas fueron ejecutadas en la posguerra;[23]​ otra, alrededor de &&&&&&&&&&050000.&&&&&050 000.[21]​ Se mantuvo una política económica basada en la autarquía. Esta fue provocada por la derrota del Eje en la Segunda Guerra Mundial, durante la cual la dictadura franquista, pese a adoptar una política oficial de no beligerancia,[24]​ tuvo una participación favorable a la Alemania nazi para la derrota de la Unión Soviética, que se concretó mediante el envío de la División Azul, una unidad de voluntarios que sirvió integrado en el Ejército alemán en el frente oriental durante dos años. Esta colaboración con las potencias del Eje condujo al aislamiento internacional tras la derrota de las mismas en 1945, promovido por los aliados en el seno de la recién creada Organización de las Naciones Unidas. En los años 50, en el marco de la Guerra Fría, la posición geográfica de España y su dictadura militar se acabaron convirtiendo en estratégicos para los Estados Unidos y sus aliados europeos frente a la Unión Soviética. La alianza de España con los Estados Unidos puso fin al aislamiento internacional del régimen y favoreció una paulatina apertura de la economía nacional, que seguía a unos niveles de desarrollo inferiores a los del resto de economías de Europa occidental, que en la guerra mundial habían sufrido desastres similares al de la guerra civil española. En los años sesenta y principios de los setenta, el desarrollismo económico mejoró de forma notable, aunque desigual, el nivel de vida de la mayoría de la población, que formó una clase media hasta entonces casi inexistente. El nivel de libertad personal y política no aumentó del mismo modo. Empezaron las movilizaciones de oposición a la dictadura por parte de trabajadores y estudiantes. Juan Carlos de Borbón fue el sucesor designado por Franco para la jefatura del Estado, a título de príncipe de España, y a la muerte de este, en su proclamación como rey, juró acatar los principios del Movimiento Nacional destinados a perpetuar el régimen franquista. Sin embargo, no lo hizo, aunque se basó en el entramado institucional franquista para promover la Ley para la Reforma Política, ratificada en referéndum. Su resultado, 94 % a favor de la reforma, inició la transición a la democracia en 1976.

Monte de El Pardo
Monte de El Pardo

El monte de El Pardo es una zona boscosa situada al norte del municipio español de Madrid, en el que se encuentra totalmente integrado, junto con su apéndice, el monte de Viñuelas. Supone más de la cuarta parte (el 26,4 %) del término municipal de la capital. Está considerado como el bosque mediterráneo más importante de la Comunidad de Madrid y uno de los mejor conservados de Europa, tanto en lo que respecta a su flora, con 120 especies catalogadas, como a su fauna, con aproximadamente 200 especies vertebradas.[1]​ Se extiende alrededor del curso medio del río Manzanares, a lo largo de 16 000 hectáreas. En 1987, fue declarado Zona Especial de Protección para Aves (ZEPA) con la referencia ZEPA ES0000011. Su gestión está enteramente adscrita a Patrimonio Nacional, organismo estatal que regula las posesiones que estuvieron en manos de la Corona, que mantiene una política altamente proteccionista y restrictiva en relación con el bosque. La Ley de 16 de junio de 1982, que define la actividad de Patrimonio Nacional, establece, en su artículo cuarto, su integración en la citada entidad.[2]​ La mayor parte de su área (aproximadamente 15 100 hectáreas, el 94,4 % de la superficie total) se encuentra cercada, mediante una valla que recorre su perímetro, a lo largo de 66 kilómetros. La visita a esta zona está totalmente prohibida. Las 900 hectáreas restantes (el 5,6 %), donde se localizan algunas áreas urbanas como los barrios de El Pardo y Mingorrubio y deportivas como el complejo de Somontes, poseen un valor ecológico inferior. Aquí sí es posible el acceso, a través de diferentes sendas y caminos, habilitados a efectos recreativos. Además de su riqueza medioambiental, el Monte de El Pardo reúne un rico patrimonio histórico-artístico, fruto de su estrecha relación con la monarquía española.