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Molino del Batán

Arquitectura en la Comunidad Valenciana en el siglo XIVMolinos de Paterna
Paterna. Molí del Batà
Paterna. Molí del Batà

El molino del Batán o de Paraires (en valenciano Molí del Batà o de Paraires) es un antiguo molino hidráulico ubicado en Paterna (Valencia, España).[1]​ Se encuentra a las afueras de Paterna, en una zona denominada, por este molino, del Batán, sobre el canal principal de la acequia de Moncada.[2]​ Su nombre proviene de su uso originario como batán para aprestar los tejidos de lana, así como su nombre alternativo, que deriva del gremio de paraires (‘pelaires’) de la ciudad de Valencia.[1]​ Está incoado como bien de relevancia local.[2]​

Extracto del artículo de Wikipedia Molino del Batán (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 39.495644444444 ° E -0.43758888888889 °
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Dirección


46035
Comunidad Valenciana, España
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Paterna. Molí del Batà
Paterna. Molí del Batà
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Paterna
Paterna

Paterna es una localidad y un municipio de la Comunidad Valenciana, España. Está situado en la provincia de Valencia, en la comarca de la Huerta de Valencia (en la actual comarca administrativa de la Huerta Norte), a 5 km al noroeste de Valencia, y en la ribera izquierda del río Turia. Contaba con una población censada de 71 880 habitantes en 2022 (INE)[5]​, siendo la novena ciudad por número de habitantes de la Comunidad Valenciana y la tercera del área metropolitana de Valencia. Se tiene constancia de poblamiento en la zona desde el Neolítico.[6]​ Sin embargo, la actual villa parece haberse originado en época romana a partir de la villa romana de Paterna, que se convirtió en un vicus hacia el siglo iii.[7]​ La Paterna medieval destacó sobre todo por su producción cerámica, de la que el producto más característico son probablemente los socarrats.[8]​ La época medieval fue un momento de auge económico que se vio truncado hacia el siglo xvi con la práctica desaparición de la producción cerámica, y se vio agravado por la rebelión de las Germanías (1520-1522) y la expulsión de los moriscos (1609), que dejó el término casi despoblado.[9]​ Así, la economía de Paterna pasó a ser fundamentalmente agrícola y de procesamiento de alimentos (en los molinos de la villa), sin que la economía comenzara a diversificarse de nuevo hasta llegado el siglo xix, algo a lo que contribuyó también la llegada del ferrocarril en 1888 (actual línea 2 de Metrovalencia).[10]​ En la segunda mitad del siglo xx Paterna experimenta una explosión demográfica: los 3516 habitantes de 1900, en 1940 ya eran más de 11 000, que pasaron a 16 951 en 1960 y a 29 656 en 1975.[2]​ Este rápido aumento vino provocado tanto por la aparición de grandes superficies industriales (por ejemplo, el Fuente del Jarro) como por la construcción de grandes superficies residenciales fuera del propio centro urbano, entre las que destaca La Cañada.[10]​ En la actualidad, Paterna es una ciudad de servicios, con una producción industrial muy diversa: alimentación, madera, productos metálicos, construcción de maquinaria, manufacturados de materias plásticas, papel, cuero, químicas, etc.[2]​ Paterna conserva un importante patrimonio histórico y artístico, compuesto por la torre árabe, el palacio condal, la iglesia de San Pedro, un conjunto de casas-cueva, chalets modernistas, así como de obras hidráulicas, destacando sus molinos y azudes. También posee un rico patrimonio arqueológico, entre los que destacan la Lloma de Betxí y la villa romana de Paterna y un importante Museo de Cerámica, con una destacada colección de cerámica medieval.[11]​ Entre los principales eventos culturales se encuentran las fiestas mayores, con desfiles de Moros y Cristianos y la gran Cordà de Paterna, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2017.[12]​[13]​