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CA-131

Red de carreteras de Cantabria

La CA-131, Barreda - La Revilla, es una carretera autonómica de Cantabria perteneciente a la Red Primaria. Tiene su origen en la intersección con la carretera N-611 a través de una rotonda situada en Barreda y su final en La Revilla con la N-634. A lo largo de su recorrido, de 31,1 kilómetros de longitud, atraviesa los municipios de Torrelavega, Santillana del Mar, Alfoz de Lloredo, Ruiloba, Comillas, Valdáliga y San Vicente de la Barquera. A partir de la localidad de Oreña, su trazado es paralelo a la costa.[1]​[2]​ La carretera tiene un carril por cada sentido de circulación y a lo largo de su recorrido enlaza con las carreteras autonómicas: CA-131, CA-136, CA-137 y CA-135.[1]​

Extracto del artículo de Wikipedia CA-131 (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores).

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 43.373138888889 ° E -4.04125 °
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Dirección

N-611
39300
Cantabria, España
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Lugares cercanos

Viveda
Viveda

Viveda es un lugar[1]​ del municipio de Santillana del Mar (Cantabria, España). Linda con las poblaciones de Barreda (municipio de Torrelavega), Queveda y Camplengo (municipio de Santillana del Mar), e Hinojedo (municipio de Suances). Está situada a 4 kilómetros de la capital municipal, Santillana del Mar, a 3 km de la ciudad más próxima, Torrelavega, y a unos 22 kilómetros de Santander. Se encuentra a 46 metros sobre el nivel del mar. En el año 2008 contaba con una población de 1.080 habitantes (INE), siendo la más poblada del municipio. En la Edad Media hubo aquí un monasterio, dedicado a San Salvador, creado mediante repoblación en el siglo VIII o IX. El Camino de Santiago del Norte atraviesa la población por el barrio de La Barca. El pueblo es de fácil accesibilidad, ya que se encuentra a menos de 3 kilómetros del cruce entre la Autovía del Cantábrico y la Autovía de la Meseta. Hasta los últimos años del siglo XX era palpable la tendencia a agruparse en determinadas zonas del pueblo, creando dos pequeños núcleos urbanos (en La Barca y Las Escuelas), siendo el resto campos para el ganado y casas dispersas. Durante el período 1998-2003 la proliferación de viviendas individuales acortó esta apreciación, mientras que a partir del 2003 la construcción de numerosas urbanizaciones han usurpado al pueblo su carácter eminentemente rural, convirtiéndolo en una ciudad dormitorio en su mayor parte y uniendo las pequeñas agrupaciones de viviendas entre sí.