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Cervecería Correos

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Cervecería Correos Alcalá 55 Madrid
Cervecería Correos Alcalá 55 Madrid

La Cervecería Correos fue un establecimiento de Madrid situado en la calle de Alcalá número 55, junto a la plaza de Cibeles. Participó de la fiebre de los cafés de tertulia del primer tercio del siglo xx,[1]​ como uno de los primeros lugares de reunión de la camarilla lorquiana de la Residencia de Estudiantes, y lugar de cita del poeta con escritores ultamarinos como Alejo Carpentier o Pablo Neruda (como el chileno recuerda en Confieso que he vivido).[2]​[3]​ Aunque su mayor apogeo se produce durante los años de la Segunda República Española, también recuperó cierto tono de espacio cultural entre 1950 y 1970.

Extracto del artículo de Wikipedia Cervecería Correos (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Cervecería Correos
Calle de Alcalá, Madrid Salamanca

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N 40.419755555556 ° E -3.69145 °
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Dirección

Calle de Alcalá 57
28014 Madrid, Salamanca
Comunidad de Madrid, España
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Cervecería Correos Alcalá 55 Madrid
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Batalla de Madrid
Batalla de Madrid

La batalla de Madrid, denominada también como defensa de Madrid, es el conjunto de episodios bélicos sucedidos en la zona de Madrid durante el transcurso de la guerra civil española. Tras el golpe de Estado del 17 y 18 de julio de 1936, la sublevación militar diseñada por el general Mola tiene lugar con éxito en el protectorado español de Marruecos y parte del norte de España. Tras el fracaso de la rebelión en Madrid en los días posteriores al pronunciamiento, con la caída del Cuartel de la Montaña y el de Campamento, la capital queda bajo el dominio gubernamental de la Segunda República Española. Desde este instante, la toma de la ciudad de Madrid es un objetivo militar para las tropas sublevadas, asediada desde el norte por las tropas del general Mola y posteriormente desde el sudoeste por las tropas del general Franco. Durante el intervalo que va desde el golpe de Estado en España de julio de 1936 hasta los primeros combates en noviembre, los militares sublevados reciben material militar y soldados de la Alemania nazi y la Italia fascista, mientras que el Gobierno republicano no recibe la ayuda de la Unión Soviética hasta el mismo inicio de la batalla de Madrid. El combate tuvo lugar en un relieve de la Meseta Central, donde los obstáculos geográficos no son de relevancia para las operaciones militares y es relativamente fácil la maniobra de las fuerzas militares en ambos bandos, con la excepción de las montañas septentrionales del sistema Central. El iniciador del plan fue el general Mola que, analizando la situación, diseñó un plan de avance centrípeto debido al poco apoyo previsto inicialmente por la Primera División Orgánica. La posesión de la capital era decisiva para el desenlace del conflicto y determinaría qué contendiente se haría con el control del país, ya que Madrid era un centro político, militar, estratégico y económico de primer orden, además de la capital política y sede del gobierno de la República. Pero durante la batalla de Guadarrama las columnas provenientes de Pamplona, Valladolid y Burgos no consiguen atravesar los puertos de la Sierra y el frente se estabiliza a principios de agosto de 1936. A partir de ese instante, las tropas del Ejército de África que avanzan por el sur, comandadas por el general Franco, adquieren protagonismo. A pesar de que los principales combates tendrán lugar entre el otoño de 1936 y la primavera de 1937, desde el comienzo de la guerra hubo también importantes combates en áreas cercanas a la capital durante el verano y otoño de 1936. La batalla de Madrid tiene como particularidad haber sido una de las cuales en la que se bombardeó a objetivos civiles dentro de una ciudad, cosa que ya había ocurrido durante el Sitio de Barcelona,[2]​ y que después se realizó en diversas ciudades españolas durante el conflicto español y después durante la Segunda Guerra Mundial.