El Palacio Real de Madrid, es la residencia oficial del jefe del Estado, el rey de España; no obstante, los actuales reyes no habitan en él, sino en el Palacio de la Zarzuela, por lo que es utilizado para ceremonias de Estado y actos solemnes.[1]
Con una extensión de 135 000 m² y 3418 habitaciones (casi el doble que el Palacio de Buckingham o el Palacio de Versalles), es el palacio real más grande de Europa Occidental[2] y uno de los más grandes del mundo. Alberga un valioso patrimonio histórico-artístico, destacando el conjunto de instrumentos musicales conocido como los Stradivarius Palatinos, y colecciones muy relevantes de otras disciplinas como pintura, escultura y tapicería. Las salas de Estado y las colecciones artísticas están abiertas a las visitas siempre que no haya actos oficiales.[3]
Fue conocido como Palacio de Oriente en la dictadura del General Franco, a pesar de estar situado en la parte más occidental de Madrid, debido a su ubicación en la plaza de Oriente, llamada así al estar situada al este del palacio. A eje con el palacio, y enfrentado, se encuentra al otro extremo de la plaza el Teatro Real.[4]
El palacio fue construido por orden del rey Felipe V, sobre el solar dejado por el Real Alcázar, destruido casi del todo por un incendio en 1734. Tanto los cimientos del antiguo alcázar como alguna de sus estructuras fueron utilizadas para la construcción del nuevo palacio. El episodio del incendio sirvió para justificar la sustitución del viejo edificio por un palacio acorde al gusto de la época. Su construcción comenzó en 1738, según trazas del arquitecto Filippo Juvara, quien proponía un palacio mayor, pero en una ubicación diferente. Al morir Juvara, se encomendó el proyecto a su discípulo Juan Bautista Sachetti, a quien se exigió adaptar los planos de Juvara al solar del antiguo Alcázar. Otros distinguidos arquitectos españoles como Ventura Rodríguez participaron y se formaron en la cantera del nuevo palacio, a él se debe la configuración de la Real Capilla.[5] Francesco Sabatini se encargó de la conclusión del edificio, así como de obras secundarias de reforma, ampliación y decoración. Carlos III fue el primer monarca que habitó de forma continua el palacio.[6]
El último monarca que vivió en palacio fue Alfonso XIII, aunque Manuel Azaña, presidente de la Segunda República, también habitó en el mismo, ocupando las habitaciones que anteriormente había ocupado la reina María Cristina y siendo, por tanto, el último jefe de Estado que lo hizo. Durante ese periodo fue conocido como Palacio Nacional. Todavía hay una sala, al lado de la Real Capilla, que se conoce por el nombre de «despacho de Azaña».[7]
El interior del palacio destaca por su riqueza artística, tanto en lo que se refiere al uso de toda clase de materiales nobles en su construcción como a la decoración de sus salones con obras de arte de todo tipo, como pinturas de artistas de la importancia de Caravaggio, Velázquez, Francisco de Goya y frescos de Corrado Giaquinto, Giovanni Battista Tiepolo o Anton Raphael Mengs.[7] Otras colecciones destacables que se conservan en el edificio son las de la Armería Real, porcelana, relojería, mobiliario y platería.[8]
Actualmente Patrimonio Nacional, organismo autónomo dependiente del Ministerio de la Presidencia, gestiona los bienes de titularidad pública puestos al servicio de la Corona, entre ellos el Palacio Real.[9]
En 2016, el Palacio Real recibió más de 1,4 millón de visitantes, siendo el séptimo monumento más visitado de España.[10]