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Zorita-Las Quintanas

Bienes de interés cultural de la provincia de ValladolidEdad del Hierro en EspañaHistoria de la provincia de ValladolidYacimientos arqueológicos de la provincia de Valladolid
Valladolid loc
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El yacimiento arqueológico de Zorita-Las Quintanas, se localiza en la margen izquierda del río Pisuerga, ocupando un extenso espacio en el interior de uno de los amplios meandros que forma el curso fluvial, en el término municipal de Valoria la Buena, provincia de Valladolid, España. La zona arqueológica se delimitó y fue declarada bien de interés cultural el 14 de julio de 2011,[1]​ incluyendo los yacimientos de Zorita, las Quintanas, y los despoblados de Galleta, con razón de «posibilitar la protección total del conjunto de yacimientos que comprende y que constituyen uno de los complejos arqueológicos más importantes de la Edad del Hierro, más allá de los estrictos límites de dichos yacimientos, incluyendo las zonas anejas como necrópolis y cenizales».

Extracto del artículo de Wikipedia Zorita-Las Quintanas (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 41.811105555556 ° E -4.5627583333333 °
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Dirección

Las Quintanas


47200
Castilla y León, España
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Lugares cercanos

Palacio de los Condes de Buendía (Dueñas)
Palacio de los Condes de Buendía (Dueñas)

El palacio de los condes de Buendía se encuentra en un alarmante estado de ruina en la localidad palentina de Dueñas, cuyo casco urbano fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1967, contando actualmente este inmueble con una protección estructural. Esta distinción supone la protección de su aspecto externo, en su volumen total -sus fachadas y cubiertas-, el ritmo y proporción de huecos y elementos de fachada, la altura de cornisa, las cubiertas, la distribución general tipológica estructural, disposición de accesos, núcleos verticales y sistema estructural básico. En concreto, ocupa una gran manzana que se extiende a lo largo de toda la Plaza del Mercado (actual Plaza de España) y baja hacia el paseo de la Barbacana dando fachada a la calle y plaza de las Tercias (de Isabel la Católica), donde tenía su entrada principal, dando acceso al patio de Armas. En total suponen 4842 m², de los cuales 4409 son construidos. En los siglos XV y XVI fue la residencia principal de una de las ramas del linaje Acuña, los condes de Buendía, quienes convirtieron Dueñas en la cabeza de sus estados señoriales desde su adquisición por merced de Juan II en 1439,[1]​ iniciando su construcción de forma inmediata. Tras el agotamiento dinástico del linaje a finales del siglo XVI, el señorío pasó por enlaces matrimoniales primero a los Padilla, condes de Santa Gadea y adelantados mayores de Castilla, posteriormente a los Sandoval y Rojas, duques de Lerma y Úceda y, finalmente, en el siglo XVII, a los duques de Medinaceli. El 31 de marzo de 1855, a raíz de las medidas desamortizadoras de Madoz (1855) y la abolición de los mayorazgos en 1836 (y, definitivamente, en 1841), la casa ducal acabó vendiendo la propiedad del inmueble a la familia local de los Cuadros por 55 mil reales en la persona de Tomás de Cuadros, siendo habitado por distintas familias que lo tuvieron arrendado hasta la década de los 80 del siglo XX.[2]​ Declarado en estado de ruina en 1998, en 2002 fue adquirido a los múltiples herederos de esta familia por el presidente del Grupo Siro, Juan Manuel González Serna.[3]​ Sin embargo, tras el fracaso de los supuestos proyectos urbanísticos, finalmente fue adquirido por el ayuntamiento de Dueñas en octubre de 2019.[4]​

Dueñas
Dueñas

Dueñas es un municipio y localidad española de la provincia de Palencia, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Ostenta el título de Conjunto Histórico-Artístico desde el 6 de julio de 1967[1]​, así como el título de Ciudad y el tratamiento de Excelentísimo a su ayuntamiento desde el 3 de agosto de 1928. Estos reconocimientos fueron otorgados por el monarca Alfonso XIII, alegando como motivo "el creciente desarrollo de su agricultura, industria y comercio, y por su constante adhesión a la Monarquía"[2]​. Sin duda, los importantes acontecimientos históricos desarrollados en esta villa y la cantidad y calidad de sus manifestaciones artísticas, sin olvidar sus construcciones populares típicamente castellanas y las construcciones subterráneas de cuevas y bodegas, la hicieron merecedora de esas denominaciones. Aunque en su término se localizan diversos yacimientos arqueológicos de diferentes periodos históricos (prehistóricos, celtibéricos, romanos y visigodos), la villa fue repoblada por Alfonso III el Magno a finales del siglo IX d. C. como una plaza fortificada en uno de los principales vados del río Pisuerga en la línea defensiva del Duero medio. Su importancia e influencia se debe a su estratégica posición como cruce de caminos y lugar de paso constante de la itinerante corte castellana en pleno camino real de Burgos. Y, así, durante gran parte del medievo fue una villa realenga, perteneciente al patrimonio real, donde éste contaba con diferentes propiedades (palacio, bodega, monte, etc.), siendo cedida su tenencia ocasionalmente a algunos de los linajes aristocráticos más importantes, en especial, los Castro. Paradójicamente, a pesar de su importancia en época medieval, sus años de máximo esplendor tuvieron lugar cuando se señorializó en el siglo XV al ser cedida por Juan II a los Acuña, condes de Buendía, quienes establecieron en ella la cabeza de sus estados señoriales, convirtiéndose en sede de importantes acontecimientos históricos. Ante su señorialización, la villa presentó una tenaz resistencia antiseñorial, aunque conservó dicho estatus a lo largo de todo el Antiguo Régimen, hasta su abolición gracias a las medidas liberales del siglo XIX, constituyéndose como ayuntamiento constitucional en 1835. En las últimas décadas, a pesar de su ubicación junto a algunas de las principales vías de comunicación y una limitada industrialización, se ha agudizado la crisis económica y demográfica que afecta a todo el interior peninsular desde el siglo XVII y, en especial, desde el éxodo rural que sufre España desde la década de 1960, cayendo por debajo de los 3.000 habitantes desde 2008. Pese a ello se trata todavía del séptimo municipio más poblado de la provincia palentina.