Ávila es un municipio y ciudad española, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Castilla y León. Se encuentra situada junto al curso del río Adaja y se trata de la capital de provincia más alta del país, a 1131 m sobre el nivel del mar, en virtud de lo cual en su casco urbano son relativamente frecuentes las nevadas durante el invierno. La ciudad presenta un clima mediterráneo continentalizado con matices montañosos. En 2018 su término municipal concentraba el 36,38 % del total de población de la provincia.
Tras la fundación romana y la asimilación de la población autóctona vetona de la zona —pues no existen indicios claros de un asentamiento prerromano en el casco histórico— la ciudad pasaría al poder visigodo. Ávila, al igual que la mayor parte del territorio peninsular, cayó bajo dominio musulmán a comienzos del siglo VIII, y no sería reconquistada de forma definitiva por las tropas cristianas hasta el siglo XI. Experimentó un notable auge durante el siglo XVI, para verse posteriormente sumida en una prolongada crisis y declive hasta el siglo XIX, en el cual la construcción del ferrocarril consiguió dar cierto empuje al desarrollo económico.
Ávila posee los títulos de «Ávila del Rey» —otorgado por Alfonso VII—, «Ávila de los Leales» —otorgado por Alfonso VIII— y «Ávila de los Caballeros» —otorgado por Alfonso X—, todos ellos presentes en la bandera de la ciudad. La seña de identidad es su muralla medieval completa, destacando también otras construcciones representativas como la catedral del Salvador —cuyo cimorro se monta sobre la muralla— y la basílica de San Vicente. Ha sido considerada tradicionalmente como «ciudad de cantos y de santos»[5] y su casco histórico medieval, en excelente estado de conservación, fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985.