place

Rue de Rivoli

Arquitectura de 1848Calles de ParísFrancia en 1848IV Distrito de ParísInfraestructuras de Francia del siglo XIX
Tuileries Rivoli
Tuileries Rivoli

La rue de Rivoli (calle de Rivoli) está situada en los distritos I y IV de París. Se extiende sobre cerca de 3 km, desde la calle de Sévigné hasta la plaza de la Concordia. Atraviesa la plaza de las Pirámides. Tiene soportales en su lado norte sobre una gran parte de su longitud. La parte occidental de la calle (que corresponde más o menos a la parte de los arcos fue construida bajo el Primer Imperio Francés; la parte oriental fue añadida posteriormente, en el momento de los trabajos hausmanianos con el fin de conectarla a la calle Saint-Antoine y de crear así un gran eje este-oeste en el centro de París. Su nombre recuerda el de una ciudad italiana, Rivoli Veronese, el asiento de una victoria lograda por Napoleón Bonaparte sobre Austria en 1797.

Extracto del artículo de Wikipedia Rue de Rivoli (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Rue de Rivoli
Rue de Rivoli, París Paris 4e Arrondissement (París)

Coordenadas geográficas (GPS) Dirección Lugares cercanos
placeMostrar en el mapa

Wikipedia: Rue de RivoliContinuar leyendo en Wikipedia

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 48.85691667 ° E 2.35367222 °
placeMostrar en el mapa

Dirección

Rue de Rivoli 29
75004 París, Paris 4e Arrondissement (París)
Isla de Francia, Francia
mapAbrir en Google Maps

Tuileries Rivoli
Tuileries Rivoli
Compartir la experiencia

Lugares cercanos

París
París

París (en francés: ) es la capital de Francia y su ciudad más poblada. Capital de la región de Isla de Francia (o «Región Parisina»), constituye el único departamento unicomunal del país. Establecida en el centro de la cuenca de París, en un bucle del Sena, entre las confluencias con el Marne y el Oise. Fue ocupada desde el siglo III a. C. por el pueblo galo de los Parisii, en el sitio original de Lutecia, del cual toma el nombre de París alrededor del año 310, para irse extendiendo en su área circundante. Capital del reino de los francos durante el reinado de Clodoveo I, París se convirtió en una de las principales ciudades de Francia durante el siglo X, con palacios reales, ricas abadías y una catedral.[6]​ Durante el siglo XII, con la Universidad de París, la ciudad se convirtió en uno de los primeros centros de Europa para la educación y las artes. Fijado el poder real en esta ciudad, su importancia económica y política no dejó de crecer. Así, a principios del siglo XIV, París era una de las ciudades más importantes del mundo cristiano. Desde el siglo XVI, fue la metrópolis del imperio colonial francés hasta el siglo XX. En los siglos XVII y XVIII fue la capital de la principal potencia mundial. En el siglo XIX, fue la capital primero del Imperio Napoleónico y luego de las artes y los placeres. En los siglos XX y XXI, es una de las principales ciudades de la Unión Europea. Desde la Edad Media, ha ocupado así un papel principal en el mundo a través de su actividad y su influencia. La ciudad de París tiene una población de aproximadamente 2,2 millones de habitantes en 2023.[2]​ Sin embargo, en el siglo XX, el área metropolitana de París se expandió más allá de los límites del municipio de París, y es hoy en día, con una población de 14 684 473 habitantes en 2022, el área metropolitana más poblada del continente europeo[7]​ y la 28.ª del mundo.[4]​ La región de París es junto con la de Londres, uno de los núcleos económicos más importantes de Europa.[8]​ Con 607 000 millones de euros (845 000 millones de dólares), produjo más de una cuarta parte del producto interior bruto (PIB) de Francia en 2011.[9]​ La Défense es el principal barrio de negocios de Europa,[10]​ alberga la sede social de casi la mitad de las grandes empresas francesas, así como la sede de veinte de las cien más grandes del mundo. Conocida también como la «Ciudad de la Luz» (en francés, Ville lumière), es el destino turístico más visitado del mundo, con más de 42 millones de visitantes extranjeros por año.[11]​ Entre los monumentos de la ciudad figuran la Torre Eiffel, la Catedral de Notre Dame, la Avenida de los Campos Elíseos, el Arco de Triunfo, la Basílica del Sacré Cœur, el Palacio de Los Inválidos, el Panteón, el Arco de la Defensa, la Ópera Garnier y el barrio de Montmartre, entre otros. También museos como el Louvre, el Museo de Orsay y el Museo Nacional de Historia Natural de Francia, así como un extenso sistema de educación superior. París ocupa en el mundo un lugar preponderante en el ámbito de la cultura, la gastronomía, la moda y el lujo.

Segundo Imperio francés
Segundo Imperio francés

El Segundo Imperio francés (en francés: Second Empire français) es un término historiográfico usado para designar un periodo de la historia de Francia comprendido entre 1852 y 1870. El nombre oficial del régimen fue, sin embargo, Imperio francés (Empire français), el término "segundo" se usa para diferenciarlo del Primer Imperio francés, establecido a inicios del siglo XIX por el general, y luego emperador, Napoléon Bonaparte. El Imperio fue proclamado el 2 de diciembre de 1852 (aniversario de la coronación de Napoléon I) cuando el primer y único presidente de la Segunda República, Luis Napoleón Bonaparte, se convirtió en Napoléon III, emperador de los franceses (Empereur des français). Aunque un año antes, el 2 de diciembre de 1851, Luis Napoleón Bonaparte ya había dado un golpe de Estado, disuelto el parlamento, adquiriendo el cargo de prince-président (príncipe-presidente). La proclamación del Imperio fue aprobada por el Senado (7 de noviembre), depurado de cualquier oposición republicana o monárquica, y ratificada mediante un referéndum popular (21-22 de noviembre).[1]​ Si bien al principio el Imperio se caracterizó por limitar las libertades individuales y los derechos civiles, censurar la prensa, limitar el poder del parlamento y silenciar a la oposición, progresivamente fue evolucionando hacia posiciones más liberales hasta que en 1869 fue nombrado jefe de gobierno Émile Ollivier, de tendencias republicanas.[2]​ El año siguiente, una importante reforma hizo avanzar el Imperio hacia una monarquía parlamentaria, limitando el poder del emperador y aumentando el de las cámaras. En el plano interior, el Imperio se caracterizó por la promoción del régimen a través de fastuosas puestas en escena que sobrepasaban el mero ámbito de la corte imperial. La llamada "fête impériale" ("fiesta imperial") quedó ejemplificada por las exposiciones universales de 1855 y 1867, la construcción del Nouveau Louvre, las reformas de París o los numerosos viajes que el Emperador y la Emperatriz realizaron a través de Francia y al extranjero. Dicha puesta en escena se vio acompañada, y en parte posibilitaba, por una auténtica bonanza económica en el contexto de la Segunda Revolución Industrial. Asimismo corrió paralela al desarrollo del pomposo estilo Napoléon III, un historicismo que mezclaba influencias del Renacimiento, del Barroco, del Rococó y del estilo Luis XVI; su más destacado ejemplo fue la Nouvel Opéra de Paris. Respecto a la política exterior, Napoléon III, deseoso de tranquilizar a los otros estados europeos, proclamó “l’Empire c’est la paix” (”el Imperio es la paz”),[3]​ sin embargo, llevó a cabo una ambiciosa política internacional. Cabe destacar la intervención en la Guerra de Crimea (1854), en las Guerras italianas (1859) y la Expedición a la Conchinchina (1858-1862) como sus intervenciones más exitosas. Mientras que la Expedición de México (1862-1867) o la Crisis de Luxemburgo (1867), sellaron el declive imperial. El hundimiento del Imperio tuvo lugar como consecuencia de su clamorosa derrota durante la Guerra franco-prusiana (1870-1871): en la Batalla de Sedán, Napoléon III fue capturado y dos días después se proclamó su destitución y la instauración de la república en París. Después de su caída, el Segundo Imperio fue ampliamente denostado por los políticos e ignorado por los historiadores, pero, desde los años 1970 vuelve a ser un periodo estudiado y reinterpretado desde una óptica más equilibrada.[4]​[5]​