El Museo Lázaro Galdiano, en Madrid (España), es un museo estatal de origen privado, que alberga una amplia y heterogénea colección, formada con interés enciclopédico hacia todas las artes y técnicas. Este excepcional conjunto, constituido por más de 12 600 piezas, fue reunido por el coleccionista y editor José Lázaro Galdiano, quien al morir en 1947 lo legó al Estado español junto con su residencia madrileña, la sede de su editorial La España Moderna y una biblioteca de 20 000 volúmenes.
Tras crearse la Fundación Lázaro Galdiano y adaptarse como museo la antigua residencia del donante (Parque Florido, en el barrio de Salamanca de Madrid), la colección se presentó al público el 27 de enero de 1951. Desde entonces su prestigio entre los entendidos se ha extendido ampliamente, y sus fondos se consideran indispensables para estudiar muchos aspectos de la historia del arte, por lo que participan en exposiciones tanto españolas como internacionales.
Entre sus obras de arte más valiosas destaca el conjunto de pinturas, dibujos y grabados de Goya, con piezas mundialmente conocidas como El aquelarre o Las brujas, encargadas por los duques de Osuna (1797-1798). También hay que citar ejemplos relevantes de El Bosco, Lucas Cranach el Viejo, El Greco, Murillo, Zurbarán, Claudio Coello, Luis Paret o Federico de Madrazo, así como una miniatura en pergamino de Giulio Clovio y dos bronces de Giambologna. Pero posiblemente la obra más singular del museo es la pintura sobre tabla El Salvador joven, realizada en el taller de Leonardo da Vinci a partir de un diseño perdido del maestro.
Posee además un pequeño conjunto de pintura británica, una escuela muy poco frecuente en España; de hecho el Museo Lázaro Galdiano y el Prado eran (hasta la apertura del Museo Thyssen-Bornemisza) los dos únicos museos españoles con una colección significativa. Incluye ejemplos de Lely (el único del siglo XVII, los demás son del XVIII), Constable, Reynolds y Romney, a los que se suma un retrato del estadounidense Gilbert Stuart.
El museo fue reformado íntegramente entre los años 2001 y 2004 para poder conservar adecuadamente sus fondos y hacer la visita más cómoda y centrada en las piezas de máxima calidad. Hay abiertas al público cuatro plantas, enteramente remozadas respetando los techos y carpinterías originales.[2]