place

Residencial San Felipe

Arquitectura moderna en PerúArquitectura residencial en PerúDistrito de Jesús MaríaEdificios y estructuras de LimaFernando Belaúnde Terry
Residencial San Felipe Lima PE 2011
Residencial San Felipe Lima PE 2011

La Residencial San Felipe es un conjunto de edificios multifamiliares para clase media ubicados en el distrito limeño de Jesús María, en Perú.[1]​[2]​[3]​ Fue construida en una parte de los terrenos del antiguo Hipódromo de San Felipe, de donde toma su nombre. Fue diseñado por el equipo de arquitectos de la Junta Nacional de la Vivienda del primer gobierno de Fernando Belaúnde Terry, y una de las obras más destacadas del proyecto arquitectónico desarrollado por el Estado peruano para paliar las necesidades de vivienda de la clase media.[1]​[4]​[5]​ La obra se inició en 1962 y fue entregada cuatro años después. El conjunto residencial consta de 33 edificios de distintas alturas y diseño. El terreno ocupa una superficie de 27 hectáreas, con plazas y 25,000m2 de jardines;[1]​ posee unas 1599 viviendas multifamiliares para la clase media debido al crecimiento de la población en Lima, de accesibles precios y facilidades de pagos.[6]​

Extracto del artículo de Wikipedia Residencial San Felipe (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Residencial San Felipe
Avenida Gregorio Escobedo, Lima Metropolitana Jesús María

Coordenadas geográficas (GPS) Dirección Lugares cercanos
placeMostrar en el mapa

Wikipedia: Residencial San FelipeContinuar leyendo en Wikipedia

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N -12.087986 ° E -77.053953 °
placeMostrar en el mapa

Dirección

Avenida Gregorio Escobedo
15072 Lima Metropolitana, Jesús María
Lima, Perú
mapAbrir en Google Maps

Residencial San Felipe Lima PE 2011
Residencial San Felipe Lima PE 2011
Compartir la experiencia

Lugares cercanos

Museo de la Inmigración Japonesa al Perú
Museo de la Inmigración Japonesa al Perú

El Museo de la Inmigración Japonesa al Perú «Carlos Chiyoteru Hiraoka» es un museo inaugurado en julio de 1981 como una obra conmemorativa del 80° aniversario de la Inmigración japonesa en el Perú ocurrida en 1979. En este museo hay una exhibición de documentos, fotografías y diversos testimonios relacionados con la llegada de los primeros inmigrantes japoneses al Perú a fines del siglo XIX. Los primeros objetos que se exhibieron fueron traídos desde Japón y fueron instalados en Lima bajo la supervisión del peruanista Shozo Masuda. Luego, se añadieron en Lima otros objetos museográficos relacionados con los siguientes temas: el cambio de actitud del inmigrante japonés hacia el Perú, la integración, las relaciones peruano-japonesas después de la Segunda Guerra Mundial, la cronología de los principales acontecimientos ocurridos en el Mundo y en paralelo en la colectividad peruano japonesa, las celebraciones por el 80, 90 y 100 aniversarios de la inmigración japonesa en el Perú, el fenómeno dekasegi, entre otros. El museo se ubica en el segundo piso del Centro Cultural Peruano Japonés y ocupa un área de 273 metros cuadrados, comprendiendo una sala de exposición permanente y otra de exposiciones temporales. La primera muestra la historia de la inmigración japonesa y de la colectividad nikkei, así como algunos aspectos de las relaciones entre Perú y Japón, y de manera esquemática, la geografía y las culturas peruanas. La segunda sala renueva su exhibición en forma periódica con contenidos relacionados con la temática del museo. Así también, cuenta con un área para el archivo de documentos, fotografías históricas y de un importante conjunto de libros acerca del tema de la inmigración en idioma español, japonés e inglés; esta área puede ser usada también como sala de estudios y de reuniones. Desde el 2003, el museo lleva el nombre de Carlos Chiyoteru Hiraoka, en honor al destacado empresario y dirigente de la Asociación Peruano Japonesa.[1]​

Toma de la residencia del embajador de Japón en Lima
Toma de la residencia del embajador de Japón en Lima

La toma de la residencia del embajador japonés en Lima fue un secuestro masivo ocurrido el 17 de diciembre de 1996, en el distrito de San Isidro, en la ciudad de Lima, capital del Perú. Ocurrió cuando 14 miembros de la organización terrorista peruana Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) tomaron como rehenes a cientos de diplomáticos, oficiales del gobierno, militares de alto rango y empresarios, que asistían a una celebración con ocasión del 63.er aniversario del nacimiento del emperador de Japón Akihito, organizada en la residencia oficial del embajador de Japón en el Perú, Morihisa Aoki.[2]​ Gran parte de los 800 rehenes fue liberada rápidamente. Todas las mujeres fueron puestas en libertad la misma noche del 17 de diciembre, incluyendo la madre del presidente Alberto Fujimori que se encontraba en el evento, hecho que pasó desapercibido para los secuestradores. Tras ser retenidos como rehenes durante 126 días, 71 de los 72 rehenes que quedaban fueron liberados el 22 de abril de 1997, en una incursión armada de las Fuerzas Armadas de Perú, conformada por el Comando Chavín de Huántar. El operativo dejó como resultado la muerte de un rehén, dos comandos y los catorce militantes del MRTA que participaron de la toma. La operación fue percibida como un gran éxito y obtuvo atención mediática en todo el mundo. Inicialmente, Alberto Fujimori, entonces presidente del Perú, recibió gran crédito por salvar la vida de los rehenes. Sin embargo, desde entonces, han aparecido informes que sugieren que cierto número de terroristas habían sido ejecutados sumariamente después de haberse rendido.[3]​Un informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa de los Estados Unidos, del 10 de junio de 1997, notificó que Alberto Fujimori dio “la orden de no capturar a ningún emerretista con vida”.[4]​ Estos descubrimientos han sido seguidos por demandas civiles contra oficiales militares por parte de los familiares de los terroristas fallecidos. En 2005, la oficina del Fiscal General de la Nación en Perú imputó los cargos y ordenó el comienzo de las audiencias.[5]​ El 17 de abril de 2015 la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió una sentencia, mediante la cual declaró responsable internacionalmente a la República del Perú por la violación del derecho a la vida.[6]​