El palacio de Lorite o edificio de Banca Calamarte fue un edificio (casa-palacio) ubicado en el número 46 de la calle de Alcalá en Madrid, esquina con la calle del Marqués de Cubas. Fue proyectado por el arquitecto José de Lorite Kramer y construido entre 1923 y 1924 a raíz del encargo de Banca García-Calamarte. El Banco García Calamarte fue una institución bancaria española fundada por Tomás Enrique García-Calamarte en 1865. Fue absorbido por el Banco Pastor en 1942 que contaba así con su primera oficina en la capital. La entidad instaló en la planta baja sus oficinas y el resto de pisos se destinaron a viviendas residenciales.
El solar destinado al inmueble estaba ocupado por una vivienda grande para cocheras y oficios perteneciente al palacio del Marqués de Casa Riera,[1] que fue demolida a finales de 1920.[2] Ambos inmuebles estaban separados por la calle del Turco, pero conectados a través de una galería subterránea.[1] Tras su demolición la calle fue ensanchada.[3] Su construcción se vio dificultada por la presencia de un arroyo subterráneo, que ya dificultó en su día las obras del edificio del Banco del Río de la Plata o el Hotel Palace.[4]
En 1950, el vecino Banco de España, adquirió el inmueble con la intención de derruirlo y cerrar la manzana que ocupaba. En 1969 el Banco de España realiza su tercera ampliación, fagocitando así el resto de inmuebles que ocupaban la manzana a excepción del palacio de Lorite. Hasta 1974 no se consiguió desalojar a los inquilinos que ocupaban las viviendas. En 1978 el banco central convocó un concurso restringido, al que se presentaron los siguientes arquitectos: Fernando Chueca Goitia,[5] Javier Yarnoz Orcoyen, Luis Cubillo de Arteaga, Oriol Bohigas, Josep Maria Martorell y David Mackay, Corrales y Molezún,[6][7] Rafael Moneo, Fernando Moreno Barberá y Eleuterio Población. Resultó ganador Rafael Moneo que apostó por una idea continuista consistente en respetar la arquitectura histórica del siglo XIX reinterpretándola discretamente con un lenguaje algo más moderno.[8]
Sin embargo, el edificio estaba protegido por el Plan Especial de Conservación del Ayuntamiento de Madrid, que se acababa de aprobar y que en 1985 fue incluido en el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid. En 1989, Juan Barranco entonces alcalde de Madrid llegó a decir: «Para tirar el palacio de Lorite, el Banco de España tendría que pasar sobre mi cadáver».[9] En 1997 el equipo de gobierno decide desprotegerlo[10] y finalmente en 2003 es derruido.[11] El derribo fue criticado por parte de la sociedad.[12] El partido político Izquierda Unida lamentó la pérdida de patrimonio y sostuvo que dicha ampliación era innecesaria al haberse transferido gran parte de las funciones del Banco de España al Banco Central Europeo.[13] Por otro lado, Carmelo Encinas en El País sostenía que esta demolición no puede compararse a la del edificio de «La Pagoda» de Miguel Fisac (demolida en 1999), ya que realmente no era un palacio sino una construcción mixta (viviendas y oficinas) y que, además, al lado del Banco de España «cualquiera puede ver que es un pegote».[14] El Palacio de Lorite sobrepasaba en dos plantas y media al edificio del Banco de España.
Las obras de ampliación concluyeron en 2006, coincidiendo con el 150 aniversario de la institución.[8][15]
En palabras del arquitecto Javier García-Gutiérrez Mosteiro, «Su estilo es ecléctico, de corrección y noble presencia. Junto al de los Jareños y al de Velázquez, en el Retiro, es uno de los escasos edificios madrileños conocido por el nombre de su arquitecto, pero nunca fue un palacio».[16]