La puerta de Alcalá es una de las cinco antiguas puertas reales que daban acceso a la ciudad de Madrid (España).[1]
Se encuentra situada en el centro de la rotonda de la Plaza de la Independencia. En el cruce de las calles de Alcalá, Alfonso XII, Serrano y Salustiano Olózaga, junto a las puertas del Retiro: Puerta de España, Puerta de la Independencia (entrada principal a los jardines del Retiro) y Puerta de Hernani.[2]
La puerta daba acceso a aquellos viajeros que entraban antiguamente en la población desde la dirección de Alcalá de Henares (Aragón o Francia).[3] En la actualidad es una puerta monumental que se encuentra ubicada junto a la Fuente de Cibeles y el Parque del Retiro. Fue construida por mandato de Carlos III en sustitución de otra puerta anterior que existía ya desde el siglo XVI.[4] El diseño y obra pertenece al arquitecto italiano Francesco Sabatini.[5] Compitieron con Sabatini otros proyectos por parte de arquitectos españoles: Ventura Rodríguez y de José de Hermosilla, siendo finalmente elegido personalmente por el Rey el diseño de Sabatini.
Se trata de una puerta de estilo neoclásico y aspecto monumental similar a los Arcos de Triunfo romanos, se erigió mirando su exterior a oriente en el año 1778.
Ha sufrido desde sus comienzos diversas transformaciones urbanísticas en su entorno, pasando de ser la frontera exterior de Madrid a un centro turístico de obligado paso que aparece insertada casi en el medio de la misma ciudad. Este cambio se ha debido al ensanche del siglo XIX a lo largo del barrio de Serrano y la prolongación de la calle de Alcalá. Fue declarada monumento histórico-artístico en 1976, extendiendo su categoría a la misma plaza de la Independencia.
La puerta ya desde su ubicación final fue adquiriendo desde finales del siglo XVIII relevancia en el pueblo madrileño, y a finales del siglo XIX era ya uno de sus iconos más característicos que aparece en numerosas ilustraciones de la ciudad. Al ser uno de los monumentos más representativos, en su doble condición de mirada hacia el interior de la ciudad y al exterior de la misma. La puerta de Alcalá ha servido como soporte para todo tipo de manifestaciones políticas y artísticas y en sus inmediaciones se han producido numerosos hechos históricos.