La central nuclear de Lemóniz fue una central nuclear que no llegó a ponerse en marcha, situada en la localidad vizcaína de Lemóniz en el País Vasco, en España. Fue construida por la empresa eléctrica Iberduero S.A. (posteriormente Iberdrola, tras la fusión en 1992 con la empresa Hidroeléctrica Española) en los años 1970 dentro de un plan de construcción de varias centrales nucleares en la costa vasca con otras centrales en Ispaster y en Deva.[1] Todo el plan de nuclearización de la costa vasca contó con la oposición de una amplia parte de la ciudadanía vasca, con grupos ecologistas y antinucleares como el Comité Antinuclear del País Vasco que popularizó el lema "Nucleares no, gracias" (nuklearik ez, eskerriasko!), este movimiento ciudadano creado contra los centrales marcó una parte importante de la historia del País Vasco.
La organización terrorista Euskadi Ta Askatasuna| (ETA) se posicionó contra el plan de centrales nucleares y en concreto contra la central de Lemóniz que era la que se estaba construyendo. Realizó diferentes acciones armadas en las que mató a nueve personas, entre directivos y trabajadores.[2]
La central iniciada en 1971 contaba de dos grupos 1000 megavatios cada uno de ellos, el primero fue terminado para 1982, pero antes de la carga de combustible el proyecto fue paralizado por la moratoria nuclear aprobada por el gobierno de Felipe González en el año 1984.
La central fue construida sobre la cala de Basordas (de ahí que popularmente sea llamada central nuclear de Basordas) que fue cerrada mediante un dique y drenada. Está situada en la localidad vizcaína de Lemóniz a 30 kilómetros por carretera de Bilbao y 15 en línea recta, en el País Vasco. Comenzó a construirse en 1972 como parte de un proyecto eléctrico nacional llevado a cabo por la dictadura de Francisco Franco. El proyecto nuclear de Lemóniz constaría de dos unidades de 1000 megavatios cada una, al igual que las otras dos centrales proyectadas en la costa norte española y en Navarra: Deva y Tudela (Navarra), mientras que la cuarta central proyectada, la de Ispaster, contaría con seis grupos de 1000 MW cada uno. Para la construcción de este monumento energético se emplearon 1000 toneladas de hierro y 200.000 m³ de hormigón armado.
El ambicioso proyecto de nuclearización del País Vasco pretendía independizar el consumo energético de la región, muy deficitaria en energía a causa de la fuerte industrialización que sufría. La central nuclear fue construida por la empresa eléctrica Iberduero S.A. (posteriormente Iberdrola, tras la fusión en 1992 con la empresa Hidroeléctrica Española), pero cuando las obras finalizaron y se disponía a su puesta en funcionamiento (tan solo faltaba la introducción del combustible nuclear), fue paralizada y posteriormente desmantelada, costando ese proceso un total de 6000 millones de euros (998.316 millones de pesetas) [cita requerida].
Desde el surgimiento de los proyectos nucleares se formaron grupos ecologistas y antinucleares que lucharon por su paralización, que si bien no tuvieron éxito en sus demandas consiguieron en cambio un enorme apoyo social, logrando que una importante parte de la sociedad vasca se mostrara en contra de la energía nuclear. Pero el apoyo rotundo al proyecto por parte de los principales partidos políticos impidió que se tuvieran en cuenta las protestas ciudadanas que exigían un referéndum para decidir sobre el futuro de la energía atómica en el País Vasco.
Ante esta situación, la banda terrorista Euskadi Ta Askatasuna (ETA) decidió involucrarse y durante los años 70 y 80 realizó una oleada de atentados contra las diversas instalaciones de Iberduero, contra la central nuclear de Lemóniz y contra el gobierno de España. Igualmente exigió la demolición de la central a cambio de no ejecutar al ingeniero del proyecto nuclear de Lemóniz José María Ryan Estrada, que fue secuestrado y posteriormente asesinado en 1981. En 1982 ETA se cobró su última víctima al asesinar a Ángel Pascual Múgica cuando se disponía a ir a trabajar.
Según algunas versiones la paralización definitiva de la central de Lemóniz fue causada por los atentados de ETA, sin embargo agrupaciones ecologistas como Ekologistak Martxan aseguran que fue debida a la presión social y a los actos convocados por las organizaciones antinucleares. Oficialmente la central dejó de construirse por la moratoria nuclear establecida en toda España desde el año 1984. Actualmente se estudia su posible reconversión a una piscifactoría.[3][4]