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Tejo del Palacio de Velázquez del Retiro

Paseo del Prado y el Buen Retiro, paisaje de las artes y las cienciasÁrboles centenariosÁrboles singulares de España

El tejo del Palacio de Velázquez del Retiro, con el nombre científico Taxus baccata, es considerado parte de los árboles singulares del Paseo del Prado y el Buen Retiro de Madrid.[1]​[2]​ Es un árbol de gran porte, con tres pies y una copa ancha y frondosa, ubicado en el lateral este del Palacio de Velázquez, perimetrado por una valla para su protección.[3]​[4]​

Extracto del artículo de Wikipedia Tejo del Palacio de Velázquez del Retiro (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores).

Tejo del Palacio de Velázquez del Retiro
Paseo Julio Romero de Torres, Madrid Retiro

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Dirección

Tejo del Palacio de Velázquez del Retiro

Paseo Julio Romero de Torres
28009 Madrid, Retiro
Comunidad de Madrid, España
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Imperio español
Imperio español

El Imperio español, también denominado Monarquía Española,[3]​ Católica o Hispánica[4]​[5]​ y, más tarde, Reino de las Españas o de España,[6]​[n. 5]​ fue el conjunto de territorios gobernados por las dinastías reinantes en España entre los siglos xvi y xx. Tras el descubrimiento de América en 1492, la Casa de Austria exploró y conquistó grandes extensiones de territorio en América, desde el actual suroeste de los Estados Unidos hasta Centroamérica, así como el Caribe, la zona occidental de Sudamérica, y algunos fuertes y asentamientos aislados de las actuales Alaska y Columbia Británica.[7]​ Todos estos territorios se integraron en la Corona de Castilla y, más tarde, como reinos de la Corona española. Inicialmente se organizaron en dos virreinatos, el virreinato de Nueva España y el virreinato del Perú. Con el descubrimiento y asentamiento en varios archipiélagos del Pacífico a finales del siglo XVI, se incorporaron al imperio las Indias orientales españolas, formadas por las Filipinas, las Marianas (que incluían Guam), la porción norte de Formosa, y las Carolinas (que incluían las Palaos), bajo la jurisdicción de la Nueva España. Más tarde, en las porciones norte y sur del virreinato del Perú se crearon los de Nueva Granada y del Río de la Plata, respectivamente. En Europa, el Imperio incluía los Países Bajos, territorios en Italia (principalmente el Milanesado y los reinos de Nápoles, Sicilia y Cerdeña) y otras posesiones como el Franco Condado y el Rosellón (en la actual Francia).[8]​ En África, aparte de Canarias integradas en la Corona de Castilla desde 1402 y Guinea desde fines de 1700, hasta el siglo XIX los territorios españoles se reducían a una serie de plazas fuertes y Guinea, que dependió del Virreinato del Río de la Plata hasta 1821. A raíz del reparto del continente entre las potencias europeas, España pasó definitivamente a administrar territorios en el Sáhara, en el golfo de Guinea y en Marruecos. El Imperio español alcanzó los 14 millones de kilómetros cuadrados (casi la séptima parte de la superficie de las tierras emergidas del planeta) a finales del siglo XVIII,[9]​[10]​ aunque algunos autores, como el historiador Raymond Carr, señalan que uno de sus periodos de máxima expansión es el comprendido entre los años 1580 y 1640, durante los reinados de Felipe II, Felipe III y Felipe IV, período en el que tuvo lugar la unión dinástica con Portugal (considerada una conquista española por un amplio número de historiadores).[11]​[12]​[13]​[14]​[15]​[16]​