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Castelldefels

Castelldefels
Bandera de Castelldefels
Bandera de Castelldefels

Castelldefels es un municipio de la provincia española de Barcelona, en la comunidad autónoma de Cataluña. Perteneciente a la comarca del Bajo Llobregat, tiene una población de 68 427 habitantes (INE 2023).[2]​ Originalmente formado por una serie de masías dispersas, a mediados del siglo XX Castelldefels se convirtió en lugar de veraneo de muchos barceloneses.

Extracto del artículo de Wikipedia Castelldefels (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Castelldefels
East Union Street,

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N 41.28 ° E 1.9766666666667 °
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61944
Illinois, United States
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Bandera de Castelldefels
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Escuela de Educación Infantil y Primaria Lluís Vives (Castelldefels)
Escuela de Educación Infantil y Primaria Lluís Vives (Castelldefels)

El Centro de Educación Infantil y Primaria en Castelldefels, que más tarde se llamaría Escuela de Educación Infantil y Primaria Lluís Vives de Castelldefels, es un edificio proyectado por la arquitecta catalana Carmen Pinós en 2003 y que se finalizó en el año 2006.[1]​[2]​[3]​[4]​[5]​ La obra fue encargada por la Generalidad de Cataluña por concurso en 2003, a la arquitecta Carme Pinós Desplat contó con la colaboración de los arquitectos: Juan Antonio Andreu, Matteo Caravatti, David Sebastián, Philip Hotzius, Samuel Arriola y Agustín Pérez Torres. Para la estructura del proyecto se contó con Brufau, mientras que las instalaciones quedaron en manos de RC Enginyers. Las mediciones y presupuestos los llevó a cabo CBA Josep Camps. La obra se terminó en 2006 y se utilizó una superficie 4.288 m², de los que se construyeron 3.496 m² . El presupuesto de la licitación fue de 3.796.100 € , mientras que al final el coste total fue de 4.121.623 €. La constructora que realizó la obra fue COPCISA.[2]​[6]​ Se construyó en un solar que presentaba, para el equipo de arquitectos responsables del proyecto, entre ellos Carme Pinós, dos problemas importantes: la exposición de las vistas frente a las viviendas cercanas a un lado del solar; y el ruido del tren que pasa por las vías del lado opuesto.[2]​[6]​ Esto se solucionó evitando la conexión visual desde el interior de las aulas con las viviendas, con esta solución se conseguía al tiempo separar también el área de juegos, que se desarrolla entre los brazos del edificio de aulas y las vías del tren de cercanías.[2]​[6]​ El edificio se desarrolla en dos brazos que parece envuelven la zona central de recreo y presenta diversas plantas. En la planta baja se distribuyen libremente las zonas de uso más público, con fachada de vidrio transparente en ambos lados, cosa que da una visión del espacio que está en medio del jardín, en el que se disponen el área de juegos y el patio de entrada al centro.[2]​[6]​ Por su parte en la alta se distribuyen todas las aulas que el centro necesita, que se presentan unidas por corredores periféricos, que miran hacia el interior del solar, al patio, mientras que su fachada más cerrada y protegida acústicamente de los ruidos del ferrocarril, es la más exterior.[2]​[6]​ La segregación de usos por plantas queda clara en la composición de las fachadas que se sitúan en paralelo a la calle, y en las cuales se produce un ligero retranqueo de la planta baja dando lugar a una especie de zócalo que sirve de apoyo para las plantas superiores.[2]​[6]​ Por su parte la fachada paralela a las vías del tren es continuación de la cubierta, y está inclinada y revestida con el mismo material de chapa metálica.[2]​[6]​ Por su parte, el pasillo de acceso a las aulas queda iluminado de forma natural por grandes ventanales.[2]​[6]​ Para conseguir la mayor protección acústica el equipo responsable del proyecto contó con el asesoramiento del ingeniero acústico Higini Arau, trabajando con la estructura y los cerramientos para que el ruido no se transmitiera al interior del edificio.[2]​[6]​ Por su parte internamente la fachada es un revoco blanco. La volumetría se fracciona y se levanta únicamente una planta, dando al patio una sensación de una vivienda.[2]​[6]​

Accidente ferroviario de Castelldefels de 2010
Accidente ferroviario de Castelldefels de 2010

El accidente ferroviario de Castelldefels de 2010 se produjo en el apeadero de cercanías de Castelldefels Playa, en la localidad española de Castelldefels (Barcelona) el 23 de junio de 2010, cuando un tren de pasajeros del servicio ferroviario Alaris atropelló a un grupo de personas que estaba cruzando las vías del apeadero a pie. En el accidente fallecieron doce personas y diecisiete resultaron heridas.[4]​ Las víctimas acababan de bajarse de un tren de cercanías junto a una gran multitud de gente y se dirigían a la playa cercana donde se estaba celebrando la fiesta de la noche de San Juan.[5]​ Un grupo de unas treinta personas optó por cruzar las vías a pie, cuando el tren Alaris entró en el apeadero y atropelló al grupo. La mayoría de las víctimas eran jóvenes de origen latinoamericano.[6]​ La investigación de la Comisión de Investigación de Accidentes Ferroviarios (CIAF) concluyó que la causa del accidente fue la invasión de la vía por parte de las víctimas, que no se dieron cuenta de la llegada del tren mientras cruzaban por un lugar no autorizado.[4]​ La investigación judicial consideró que el accidente se debió a una actuación «imprudente y temeraria» de las víctimas.[7]​ Es el cuarto accidente ferroviario en España más grave del siglo XXI, tras el accidente de Santiago de Compostela de 2013 en el que murieron 80 personas, el de Metrovalencia de 2006 en el que murieron 43 personas y el de Chinchilla de 2003 en el que murieron 19 personas.[8]​

Minas prehistóricas de Gavá-Can Tintorer
Minas prehistóricas de Gavá-Can Tintorer

Con el nombre de minas prehistóricas de Gavá Tintorer se designa una amplia área situada en el término municipal de Gavá (provincia de Barcelona, Cataluña, España, Europa), que comprende el yacimiento arqueológico de Can Tintorer, importante explotación minera en época neolítica, y las zonas contiguas de la sierra de Les Ferreres, áreas que por los diversos vestigios arqueológicos detectados y sobre todo a causa de su configuración geológica están vinculadas al mismo yacimiento minero del que formaba parte el área de Can Tintorer. El yacimiento de las minas prehistóricas de Gavá-Can Tintorer constituye la primera gran explotación minera subterránea neolítica hallada en la península ibérica y, en el contexto europeo, es el único yacimiento con pruebas evidentes de explotación de la calaíta a gran escala. Los restos de la explotación minera de la zona de Can Tintorer constituyen una compleja red de galerías subterráneas excavadas en los esquistos de la zona y dispuestas en diferentes niveles, que se comunicaban entre sí, formando salas más amplias, a las que se accedía desde la superficie por medio de pozos o galerías inclinadas. Las mediciones de radiocarbono dan una cronología absoluta para las galerías más antiguas, de unos 5500 años AP en el Neolítico Antiguo evolucionado poscardial, continuando su explotación en el Neolítico Medio hasta interrumpirse a finales de este período, hace unos 4500 años. La primera materia principal que se extraía eran los aluminofosfatos (variscita, metavariscita, variscita férrica y turquesa), minerales que toman el nombre genérico de calaíta, y que se utilizaban para la fabricación de objetos ornamentales personales. También extrajeron otros minerales, que cortándolos servirán para fabricar herramientas (sílex y ópalo). A su vez, debieron aprovechar el cuarzo, con el que se fabricaban determinados instrumentos, y el ocre que les servía para elaborar pigmentos. Posteriormente, en épocas ibérica y romana, y después también en la contemporánea, se volvió a explotar al yacimiento para la obtención de mineral de hierro. Algunos de los pozos que comunican con el exterior fueron utilizados para verter en ellos desechos procedentes de los hábitat de las comunidades neolíticas de las proximidades de las explotaciones, y otros fueron reaprovechados como lugar de entierro en sucesivas inhumaciones.