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Cal Pla (Cunit)

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Mas del Pla (Cunit) 1
Mas del Pla (Cunit) 1

El Mas del Pla es un edificio modernista de Cunit situado en la carretera de Cunit a Clariana y muy próxima al trazado de la autopista C-32, del cementerio municipal y del torrente de Cunit. A escasos metros tiene la masía de Sant Antoni que junto al Castell representan la estampa del tradicional Cunit marítimo y rural. Forma parte del patrimonio arquitectónico municipal a proteger. La entrada al recinto se caracteriza por una gran avenida de tierra con árboles de hoja caduca hasta la fachada de bienvenida. La masía destaca por su torre modernista que es fácilmente visible desde las urbanizaciones próximas. El edificio tiene 1.954m² de superficie edificada ocupando 987m² de suelo; la superficie total del recinto, solamente contabilizando avenida de entrada y jardines se estima en 41.516m²

Extracto del artículo de Wikipedia Cal Pla (Cunit) (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Cal Pla (Cunit)
Carretera de Cunit a Clariana,

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N 41.21 ° E 1.629722 °
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Cal Pla

Carretera de Cunit a Clariana
43881
Cataluña, España
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Mas del Pla (Cunit) 1
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Lugares cercanos

Crimen de la Guardia Urbana
Crimen de la Guardia Urbana

El crimen de la Guardia Urbana es el nombre con el que se conoce el asesinato de Pedro Rodríguez, un agente de la Guardia Urbana de Barcelona de 38 años cuyo cadáver carbonizado fue encontrado el 4 de mayo de 2017 en un coche calcinado cerca del pantano de Foix. El juicio con jurado popular arrancó el 3 de febrero de 2020. La pareja de la víctima, Rosa María Peral Viñuela (Badalona, 24 de octubre de 1983), y su amante, Albert López Ferrer (Badalona, 20 de junio de 1981),[1]​ ambos también agentes de la Guardia Urbana barcelonesa, estaban acusados de haber matado en casa a Rodríguez la madrugada del 1 de mayo de 2017 y de, al día siguiente, haber escondido el cadáver en el maletero de su coche y haberlo llevado hasta el pantano de Foix, donde lo habían quemado. Los tres miembros del triángulo amoroso habían protagonizado los principales escándalos del cuerpo de la Guardia Urbana de Barcelona en los meses anteriores al crimen, puesto que Peral había denunciado haber sido víctima de un caso de pornovenganza por parte de un subinspector del cuerpo que fue procesado por la supuesta difusión de una foto íntima de la agente y que acabó siendo absuelto en enero de 2018 por el Juzgado de lo Penal 17 de Barcelona.[2]​ Asimismo, López había participado, en 2014, en la detención en Montjuic de un hombre que acabó muriendo en el proceso. Finalmente, en el momento de los hechos, la víctima estaba suspendida de empleo por haber agredido a un motorista en la carretera de la Rabassada.[3]​ En el juicio, los dos acusados se acusaron mutuamente. Peral acusaba a López de haber matado a su novio por celos. López acusaba a Peral de haberlo matado porque la había agredido y, posteriormente, pedirle ayuda para deshacerse del cadáver. La fiscalía apuntaba a que los dos asesinaron a Rodríguez a través de un plan premeditado. Ambos habían sido novios y pretendían retomar la relación deshaciéndose de la pareja actual de ella. Se solicitaron 20 años de cárcel para López y 25 para Peral por asesinato con alevosía y, en el caso de ella, con el agravante de parentesco.[4]​ A finales de marzo de 2020, tras seis días de deliberaciones, ocho de los diez miembros del jurado popular consideraron a Peral culpable, y siete de los diez miembros a López, del asesinato con alevosía de Pedro Rodríguez.[5]​ Peral y López fueron condenados a 25 y 20 años de cárcel respectivamente. Además, ambos condenados debían indemnizar a la familia de la víctima con 880 000 euros.[6]​ De todo este dinero, Rosa Peral ha pagado 1.655 euros, mientras que Albert Lopez ha pagado 20 euros. [7]​Aunque el delito es el mismo para ambos acusados, a la causa de Peral se añaden cinco años más por el agravante de parentesco.[8]​ Los condenados recurrieron la sentencia sin éxito: tanto el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña como el Tribunal Supremo la ratificaron.[9]​

Yacimiento arqueológico Cova Foradada (Calafell)
Yacimiento arqueológico Cova Foradada (Calafell)

El yacimiento arqueológico de Cova Foradada se localiza en el término municipal de Calafell, comarca del Bajo Panadés (Cataluña, España), en lo alto del cerro de la Escarnosa, a una altitud de 110 m sobre el nivel del mar y a 1860 m de la línea de costa actual.[1]​ Se trata de una pequeña cueva en un afloramiento calcáreo, erosionado y redondeado por el efecto del agua. Está formada por dos salas a diferentes niveles unidas por una rampa. Al pie de esta se forma un relieve circular, se trata de una poza, la cual ha producido una nueva salida que conforma una boca inferior. Su nombre, Foradada, se debe a la forma circular y redondeada de su entrada superior.[1]​ El potencial arqueológico del yacimiento fue descubierto en el año 1997, fruto de un hallazgo fortuito, por parte de unos excursionistas, de diversos huesos humanos que, posteriormente, fueron atribuidos al Neolítico tardío. Desde el año 1998,[2]​ se han sucedido una serie de campañas arqueológicas. Dirigidas en un inicio por Artur Cebrià (junto con M.R. Senabre en la excavación preventiva de 1997). En el año 1998, el arqueólogo municipal Josep Pou, realizó una inspección del yacimiento y en el año 1999 se realizó una nueva excavación preventiva. Posteriormente, se inició un proyecto científico de excavación e investigación destinado a conocer la dinámica de ocupación prehistórica de la cueva[3]​[4]​ con el objeto de integrar dicho conocimiento dentro de las dinámicas poblacionales antiguas en las comarcas del Panadés. A partir del año 2015, la excavación ha sido codirigida por A. Cebrià i Juan Ignacio Morales. Actualmente, el yacimiento se encuentra prácticamente excavado en su totalidad. Se ha trabajado tanto en la sala superior como en la inferior. La primera de ellas cuenta con una sucesión de niveles carbonatados, donde únicamente se ha documentado la presencia de fauna pleistocena.[2]​ La segunda sala, la inferior, es la que contiene todo el yacimiento arqueológico, el cual abarca una amplia horquilla cronológica que comprende desde el Paleolítico superior antiguo hasta una capa muy alterada de enterramientos colectivos del final del Neolítico y los inicios de la Edad de Bronce. Además, la presencia de algunos restos descontextualizados muestran que la cueva también fue utilizada durante la primera Edad del Hierro.[4]​ La investigación arqueológica de Cova Foradada ha documentado una secuencia estratigráfica que contiene una sucesión de ocupaciones esporádicas del Chatelperroniense, el Auriñaciense temprano y el Gravetiense.