place

Catedral de Nuestra Señora de Balvanera

Arquitectura de 1671Catedrales barrocasCatedrales católicas de MéxicoCatedrales de Ciudad de MéxicoCatedrales de México del siglo XVII
Catedrales marianasCatedrales maronitasCentro histórico de Ciudad de MéxicoIglesias barrocas de MéxicoIglesias de la alcaldía Cuauhtémoc
El Templo de Nuestra Señora de Balvanera
El Templo de Nuestra Señora de Balvanera

La Catedral de Nuestra Señora de Balvanera o bien Catedral Maronita de Nuestra Señora de Balvanera[2]​ (a veces también Valvanera) es un templo católico de rito maronita que se localiza en la esquina de las calles Correo Mayor y República de Uruguay, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, al sureste de la Plaza de la Constitución. Originalmente perteneció al convento del Santo Niño Perdido, fundado en 1573.[3]​ El convento se convirtió en concepcionista en el siglo XVII[4]​ bajo el nombre de Jesús de la Penitencia, y se reconstruyó junto con la iglesia en 1663, y fue la señora Beatriz de Miranda quien costeó la construcción del templo.[1]​ El nombre actual se le otorgó en esa época.[3]​ Fue declarada monumento histórico el 30 de agosto de 1932.[1]​

Extracto del artículo de Wikipedia Catedral de Nuestra Señora de Balvanera (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Catedral de Nuestra Señora de Balvanera
Correo Mayor, Ciudad de México

Coordenadas geográficas (GPS) Dirección Lugares cercanos
placeMostrar en el mapa

Wikipedia: Catedral de Nuestra Señora de BalvaneraContinuar leyendo en Wikipedia

Coordenadas geográficas (GPS)

Latitud Longitud
N 19.42940833 ° E -99.13043333 °
placeMostrar en el mapa

Dirección

Correo Mayor

Correo Mayor
06060 Ciudad de México
México
mapAbrir en Google Maps

El Templo de Nuestra Señora de Balvanera
El Templo de Nuestra Señora de Balvanera
Compartir la experiencia

Lugares cercanos

Suprema Corte de Justicia de la Nación
Suprema Corte de Justicia de la Nación

La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) es el máximo tribunal constitucional y máxima autoridad jurisdiccional del Poder Judicial de la Federación de México, a excepción de la materia electoral, la cual le compete al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.[2]​ Está conformada por once jueces, denominados ministros, uno de los cuales es designado como su presidente por un periodo de cuatro años, responsable de la dirección del organismo y mayor representante ante los otros poderes.[3]​ La vigente Constitución de 1917 prevé este órgano en su título tercero, capítulo IV, y abordándolo en cinco artículos. En ellos se especifican las obligaciones, facultades, requisitos y restricciones de la corte; principalmente la facultad exclusiva, entre los órganos del mismo sistema judicial, para estudiar, discutir, y emitir sentencias definitivas en controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad, que surjan entre los poderes de la Unión, los poderes estatales, autoridades municipales, los órganos autónomos, o la contradicción de una norma con la carta magna. Es decir, le corresponde asegurar el orden establecido por la Constitución y mantener el equilibrio entre las diversas instituciones de gobierno. Sus deberes incluyen también, como última instancia legal, solucionar de modo definitivo, asuntos judiciales de gran relevancia social, a través de las resoluciones jurisdiccionales que dicta. Por lo anterior, y al tratarse del principal y más alto tribunal de naturaleza constitucional, no existe órgano ni autoridad que se encuentre por sobre ella o recurso judicial que pueda interponerse en contra de sus decisiones.[3]​[4]​[5]​ Los ministros son designados por la Cámara de Senadores, a partir de una terna propuesta por el presidente de la República; duran quince años en su cargo y solo pueden volver a ocuparlo, si con anterioridad lo hicieron en calidad de interino. Su trabajo se distribuye a través de sesiones en pleno (con la presencia de los once ministros) y en salas (dos integradas por cinco ministros cada una). Cada formato y sala con competencias judiciales distintas, siendo las de pleno, las de mayor jerarquía. Ni la constitución, ni la ley respectiva establecen fechas de toma de posesión para los ministros, estas se producen en cuanto se dé el nombramiento. En tanto que los periodos de sesiones en la corte, los determina la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, siendo dos al año; el primero comenzará el primer día hábil del mes de enero y terminará el último día hábil de la primera quincena del mes de julio; el segundo comenzará el primer día hábil del mes de agosto y terminará el último día hábil de la primera quincena del mes de diciembre.[6]​ Su sede se encuentra en el Edificio de la Suprema Corte, localizado en el Centro histórico de la Ciudad de México, en la esquina sureste del Zócalo, justo a un costado del Palacio Nacional.

Hospital de Jesús (México)
Hospital de Jesús (México)

Situado en la Ciudad de México, el hospital de la Purísima Concepción y Jesús Nazareno (también hospital de Jesús Nazareno o simplemente hospital de Jesús) es el hospital más antiguo del continente y está ubicado en el lugar donde se supone que Hernán Cortés y Moctezuma II se encontraron por primera vez en 1519, que era entonces el camino que conducía a Iztapalapa. Sin embargo, investigaciones recientes debaten la ocurrencia de ese encuentro en el lugar de la fundación del hospital alegando que habría ocurrido unos 800 metros al sur, sobre la misma calzada.[1]​ Cortés ordenó que el hospital fuera construido para atender al público sin distinción entre españoles, indígenas y castas,[2]​ y nombró como primer director a fray Bartolomé de Olmedo.[3]​ El hospital de Jesús es uno de los edificios más antiguos en la ciudad. Está en operación desde 1524, aunque existe cierta controversia al respecto, ya que es uno de tres hospitales que se inauguraron en la misma época, y los registros tienen diferentes fechas de la primera apertura.[4]​[5]​ Hernán Cortés lo hizo una institución laica, lo que siglos después evitó que el hospital desapareciera, como otros, con las leyes de Reforma.[6]​ El hospital, con su iglesia, se llamaba originalmente "de la Purísima Concepción" o "de la Purísima Concepción de Nuestra Señora". Al comienzo de la época colonial, era conocido popularmente como el Hospital del Marqués,[7]​ y comenzó a llamarse "Hospital de Jesús" desde que el hospital ganó, en una rifa entre hospitales, la imagen de un Jesús crucificado, que se consideró milagrosa.[6]​ El hospital fue diseñado por Carlos Olivas, y Cortés dejó varios campos de cultivo en su testamento para el beneficio de la institución. Cortés murió antes de que el edificio del hospital fuera terminado, y el gobierno colonial contrató a Alonso Pérez de Castañeda. Seis años y 43,000 pesos más tarde, aún no estaba terminado. 130 años después, Antonio de Calderón Benavides fue nombrado cabeza de la institución y trabajó para terminarla. Para este tiempo el hospital recibió la imagen de Jesús el Nazareno, donada por Juan Manuel de Solórzano, aunque según la leyenda la donación se atribuye a la indígena Petronila Jerónima, y el hospital fue renombrado en honor de la imagen cuando finalmente fue dedicado en 1665.[5]​ En un grado u otro, más o menos todos los mejores arquitectos de la Nueva España participaron en este edificio, desde la construcción hasta el mantenimiento. La lista incluye algunos como Claudio de Arciniega, Diego de Aguilera, Sebastián Zamorano, Pedro de Arrieta, Miguel Custodio Durán y Francisco Antonio Guerrero y Torres.[4]​ En 1646, el hospital fue el sitio de la primera autopsia realizada en el continente americano, realizada para enseñar anatomía a los estudiantes de medicina de la Real y Pontificia Universidad de México. En 1715, el hospital publicó la Regia Academia Mariana Practica Medica para promover más prácticas profesionales en el campo de la medicina en la Nueva España.[7]​ El edificio hoy en día continua su función como hospital.[4]​ La iglesia y el hospital permanecieron intactos hasta 1934 cuando, a causa de la ampliación de la avenida 20 de Noviembre, el patronato del hospital levantó un edificio de cinco pisos, obra del arquitecto José Villagrán que acabó por devorar la construcción colonial, aunque se conservaron los patios originales del hospital.

Palacio Nacional (México)
Palacio Nacional (México)

El Palacio Nacional es la sede del Poder Ejecutivo Federal de México. Ubicado al oriente de la Plaza de la Constitución en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en la demarcación Cuauhtémoc, está construido sobre un área de 40 000 m². Al formar parte del mencionado conjunto arquitectónico en esa área de la ciudad, es en consecuencia Patrimonio de la humanidad desde 1987. Su construcción se inició en 1522, como segunda residencia privada de Hernán Cortés, encima de una parte del palacio del huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin. Luego fue adquirido por la corona y destinado como sede de los Virreyes de la Nueva España, y de la mayoría de las instituciones coloniales. Durante aquel periodo sufrió un gran incendio y fue semidemolido en 1692. Posteriormente fue reconstruido por las autoridades virreinales. Consumada la Independencia de México, fue sede de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial de los diferentes regímenes republicanos y monárquicos del país durante la mayor parte del siglo XIX; incluso fue residencia personal de todos los gobernantes entre 1822 y 1884; a partir de ahí, permaneció como oficina presidencial hasta 1968, recuperando parcialmente dicha función en 2012, y de manera completa en 2018. Además a partir de julio de 2019 volvió a ser residencia del presidente de la república. Sin embargo ha sido permanentemente escenario de actos oficiales, protocolarios y cívicos de la Presidencia de la República, tales como la recepción de Jefes de Estado y de gobiernos extranjeros, entrega de cartas credenciales del cuerpo diplomático y las ceremonias festivas del Grito de Dolores (15 de septiembre) y del inicio de la Independencia (16 de septiembre). Por casi quinientos años, esta construcción ha tenido un gran número de ampliaciones y modificaciones en las que han quedado plasmadas las huellas de los distintos gobiernos que ha tenido el país durante el periodo colonial, así como durante su vida como nación independiente. En su construcción se pueden encontrar elementos neoclásicos, barrocos y neocoloniales, siendo el aspecto que hoy tiene el edificio en su exterior resultado de su última ampliación, acontecida durante la segunda década del siglo XX cuando fue añadido el tercer nivel. Alberga un valioso patrimonio histórico-artístico, destacando el conjunto de murales de Diego Rivera.