La Real Casa del Labrador es una de las residencias de la familia real española. Es un palacete de recreo (no de uso residencial) en estilo neoclásico, que se encuentra en el municipio español de Aranjuez, en la parte meridional de la comunidad autónoma de Madrid.
Su construcción comenzó a finales del siglo XVIII, a partir de un diseño inicial del arquitecto Juan de Villanueva, que fue transformándose sucesivamente en los trece años que duraron las obras y reformas. Su aspecto final se debe a Isidro González Velázquez, quien dotó al conjunto de numerosos motivos ornamentales externos. El interior destaca por su decoración suntuosa, obra de Jean-Démosthène Dugourc, en su mayor parte, y por las pinturas de Mariano Salvador Maella, entre otros autores.
El monumento depende de Patrimonio Nacional, el organismo que gestiona los bienes del Estado al servicio de la Corona. En el año 2001 fue catalogado como Patrimonio de la Humanidad, junto con otros recintos histórico-artísticos de la localidad, inscritos en la lista de la Unesco con el nombre de Paisaje cultural de Aranjuez. Está permitida su visita, a partir de horarios establecidos.
Entre 2021 y 2023, Patrimonio Nacional llevó a cabo una intervención de emergencia, valorada en 7,3 millones de euros, con el objetivo de solucionar las «graves patologías en su estructura» que tenía el palacete.[1]