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Iglesia de Santa Maria presso San Satiro

Arquitectura carolingiaArquitectura de 1518Iglesias con cúpula de ItaliaIglesias de Italia del siglo XVIIglesias de Milán
Iglesias renacentistas de ItaliaObras de Donato BramanteTemplos dedicados a la Virgen María
La chiesa di San Satiro a Milano vista dalla Via Torino
La chiesa di San Satiro a Milano vista dalla Via Torino

La iglesia de Santa Maria presso San Satiro (en italiano, chiesa di Santa Maria presso San Satiro) es una iglesia parroquial de Milán.[1]​ Su construcción fue emprendida a finales del siglo XV por voluntad del duque Gian Galeazzo Sforza y más tarde continuada por Ludovico el Moro como parte de un ambicioso programa de renovación del arte en el ducado, que contemplaba entre otras cosas llamar a la corte milanesa artistas de toda Italia. El edificio fue proyectado según el nuevo estilo renacentista importado al ducado por Donato Bramante. La iglesia, construida englobando el más antiguo sacelio de San Sátiro que le dio nombre, es célebre por albergar el llamado «falso coro» de Bramante, obra maestra de la pintura en perspectiva renacentista italiana.

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Iglesia de Santa Maria presso San Satiro
Via Falcone, Milán Municipio 1

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N 45.462608 ° E 9.188035 °
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Santa Maria presso San Satiro

Via Falcone
20122 Milán, Municipio 1
Lombardía, Italia
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La chiesa di San Satiro a Milano vista dalla Via Torino
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Pinacoteca Ambrosiana
Pinacoteca Ambrosiana

La Pinacoteca Ambrosiana es un museo de Milán (Italia). Fue fundada por Federico Borromeo en el año 1618 en la Biblioteca Ambrosiana, instituida ya en el 1609. La institución nació para asegurar una formación cultural gratuita a cualquiera que tuviera cualidades artística o intelectuales. A la Pinacoteca se le unió una academia de pintura y escultura, con copias en yeso del Laocoonte y de la Piedad de Miguel Ángel provenientes de la colección de Leone Leoni. El primer maestro de pintura fue el Cerano; único alumno de cierta importancia fue Daniele Crespi. La Biblioteca Ambrosiana y la Pinacoteca están estrechamente relacionadas. De hecho, la primera ha guardado una serie de pinturas con sabios de la Antigüedad clásica y de la cultura cristiana y contenía en su interior dibujos y códices miniados: en 1637 fueron donados por Galeazzo Arconati los manuscritos de Leonardo hoy en el Instituto de Francia (hoy, después de los saqueos de Napoleón quedan sólo en el lugar el llamado Códice Atlántico). Otro tesoro de la Biblioteca es el manuscrito con la obra de Virgilio que perteneció a Petrarca (que lo glosó) con una miniatura de Simone Martini. En la Pinacoteca se pueden encontrar hoy en día obras, provenientes de las colecciones de Federico Borromeo (en los cuatro corredores que circundan la sala de lectura de la Biblioteca Ambrosiana) y de numerosos legados sucesivos, entre los cuales hay cuadros de Leonardo da Vinci (Retrato de un músico), Botticelli, Bramantino, Ambrogio Bergognone, Bernardino Luini, Tiziano, Jacopo Bassano, Moretto, Savoldo, Giovanni Paolo Lomazzo, Caravaggio (Cesto de frutas), Jan Brueghel el Viejo, Cerano, Morazzone, Daniele Crespi, Anton Raphael Mengs, Andrea Appiani. Interesante desde el punto de vista histórico es la producción de copias de cuadros célebres, promovida por Federico Borromeo con finalidad didáctica y documental, como la réplica de la Última Cena de Leonardo, que ya en el siglo XVII estaba en condiciones precarias. Uno de los más preciosos tesoros que se conserva es el cartón del famoso mural La Escuela de Atenas de Rafael. Mide casi ocho metros de largo y es, de hecho, el cartón más grande que subsiste del Renacimiento italiano.