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Cárcel de Botafuegos

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Carcel de Botafuegos
Carcel de Botafuegos

La Cárcel de Botafuegos es una prisión española ubicada en la ciudad de Algeciras (Cádiz) España. Es una de las principales cárceles de Andalucía. Corresponde al modelo de Macrocárcel o Centro Penitenciario Tipo introducido por el Secretario de Estado para Asuntos Penitenciarios Antonio Asunción. El edificio fue construido por la empresa ACS Proyectos, Obras y Construcciones S.A. siendo inaugurado en el año 2000 por el ministro de interior Jaime Mayor Oreja tras una inversión de 8 580 millones de pesetas.[1]​ Posee 1 072 celdas aunque está diseñado para acoger a más de 1 500 internos, llegando en septiembre de 2007 a superar los 1 850 internos, en palabras de su alcaide actual, Francisco Márquez. El Centro Penitenciario de Botafuegos es uno de los cuatro con los que cuenta la provincia de Cádiz y posee una superficie construida de 81 007 m² en una superficie total de 365 750 m².[2]​ Cuenta con 15 módulos residenciales de internamiento, (dos para mujeres, y trece módulos para hombres) y todos los servicios auxiliares necesarios, tales como gimnasio, polideportivo, biblioteca, aulas escolares, piscina, cocina, panadería y salón de actos. La seguridad interior está dotada de unos 500 vigilantes ("funcionarios de Instituciones Penitenciarias"). La seguridad exterior está a cargo de un retén de la Guardia Civil perteneciente a la UPROSE (Unidad de Protección y Seguridad) al mando de un teniente de la Benemérita. Se consideraba generalmente que tiene la rotación de personal funcionario más alta de todas las prisiones de España. Dentro de las instalaciones penitenciarias se encuentra también el Centro de Inserción Social (C.I.S.) Manuel Montesinos y Molina. El centro se encuentra organizado en varios módulos que albergan el edificio principal de dos plantas con el puesto de control y servicios generales, el edificio de servicios sociales, el área de comunicación y el área residencial con tres módulos de tres plantas cada uno y un total de 156 habitaciones.[3]​

Extracto del artículo de Wikipedia Cárcel de Botafuegos (Licencia: CC BY-SA 3.0, Autores, Material gráfico).

Cárcel de Botafuegos
CA-9208, Algeciras

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N 36.14472222 ° E -5.48583333 °
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Dirección

Centro Penitenciario Algeciras

CA-9208 km 4,5
11206 Algeciras
Andalucía, España
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Carcel de Botafuegos
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Lugares cercanos

Torre de Botafuegos
Torre de Botafuegos

La Torre de Botafuegos es una torre almenara árabe construida con anterioridad al siglo XIV como parte del sistema de torres vigías presentes en el Estrecho de Gibraltar. Esta torre se encuentra situada en el llamado Monte de la Torre, en el término municipal de Los Barrios, a 120 metros sobre el nivel del mar junto al arroyo de Botafuegos, afluente del río Palmones y junto al arroyo del Prior que forma un embalse a sus pies. Esta atalaya se encontraba a unos 15 kilómetros de la costa realizando la vigilancia en la ruta que conectaba las ciudades de Al-Yazirat Al-Hadra con Medina Sidonia y la ruta llamada la Trocha que comunicaba la primera ciudad con Tarifa. Establecía contacto visual con la torre de los Adalides y ésta a su vez con Algeciras por lo que la comunicación del interior y la costa estaba garantizada. Apenas se encuentran referencias escritas a esta torre con anterioridad al siglo XIX con excepción de alguna referencia por parte del rey Alfonso XI de Castilla que durante el cerco a la ciudad de Algeciras nombra una atalaya en el montecillo del Prior que toma su nombre del Prior de la Orden de San Juan de Jerusalén que participaba en la campaña del rey castellano, presumiblemente esta construcción.[1]​ La torre tiene planta cuadrada de seis metros de lado. El acceso al edificio se realiza por una puerta a nivel del suelo con un arco de herradura ciego lo que indica claras diferencias con otras torres de vigilancia de la misma época que poseían el acceso en la segunda planta para impedir la entrada una vez se recogía la escala. Sobre la puerta se encuentra un vano estrecho que permite la comunicación de la primera planta de la torre con el exterior. Tanto el suelo de la primera planta como en de la planta superior tienen bóveda; la comunicación entre las dos plantas se lleva a cabo por una escalera interna. El muro exterior de la torre tiene unos 180 centímetros de grosor y está compuesto por hiladas de mampuestos de arenisca con argamasa y sillares en las esquinas. Se ignora si la torre se encontraba almenada debido a que el remate de ésta se ha perdido por completo.[2]​ En la actualidad, esta torre se encuentra en relativo buen estado de conservación, aunque está situado en un terreno particular. Los terrenos circundantes pertenecen a la Familia Larios y en ellos existe una finca, llamada Almoguera. La pérdida de parte del dintel de la puerta ha provocado la formación de un gran surco que recorre toda la fachada y amenaza con acabar partiéndola en dos. Además el lugar es sitio habitual de excursiones de fin de semana y no faltan numerosas pintadas y extracciones de material de la torre que alteran su apariencia.[3]​

Torre de los Adalides
Torre de los Adalides

La torre de los Adalides era una antigua almenara situada en el término municipal de Algeciras en una colina interior a unos 100 metros sobre el nivel del mar y a escasos kilómetro y medio de la costa. La torre de los Adalides formaba parte de las torres vigía del Estrecho de Gibraltar y de la Bahía de Algeciras durante los siglos doce y trece. Se desconoce la fecha de su construcción aunque se supone que esta debió producirse poco antes de la toma de la ciudad de Tarifa en 1289 cuando la región del Campo de Gibraltar comenzó a tomar mayor importancia como frontera terrestre. La torre de los Adalides tenía contacto visual con la mayor parte de las torres almenaras de la región (torre de Botafuegos, torre del Almirante) y con las ciudades de Al-Yazirat Al-Hadra y Carteia. Aunque hoy día apenas se conserva parte de la barbacana que la rodeaba existen multitud de datos históricos y fotografías que permiten conocer su estructura y proporciones. De este modo la torre contaba con tres plantas, la primera de ellas separada del resto y a la que se accedía mediante una puerta situada a nivel del suelo, la segunda planta contaba con una escalera exterior adosada al muro y comunicaba con la tercera y esta con la parte alta mediante escalera interiores. Tenía una altura de catorce metros y planta rectangular de 4x6 metros con un grosor de muros de metro y medio. La torre estaba rodeada por una barbacana octogonal de tapial de ochenta centímetros de grosor y entre 3,5 y 4,5 metros de altura. Se ignora si a extramuros de la torre existían viviendas de agricultores que se mantenía en la zona bajo la protección de esta instalación como ocurría en torres similares o si simplemente tenía función de vigilancia.[1]​[2]​ Esta torre fue base de operaciones de la escuadra de Alfonso XI de Castilla durante el largo asedio a la ciudad de Algeciras en 1340 sirviendo de aposentos al rey. En los alrededores de la torre se situaba el real con los principales mandos de las tropas sitiadoras, los adalides, de donde toma su nombre. En 1344 las tropas asentadas en las proximidades de la torre participan en la Batalla del río Palmones contra las tropas granadinas, batalla esta que marcó el fin del asedio con la rendición de la ciudad de Algeciras.[3]​ Tras ser utilizada como almacén de pólvora y poseer una escasa guardición durante el siglo XVII, en 1898 —ante la inminencia de guerra con Estados Unidos— el gobierno español procedió a la demolición de la Torre de los Adalides por ser un objetivo claro frente a bombardeos marítimos.[4]​ Hoy día los escasos restos conservados se encuentran en el interior de unas instalaciones militares.

Biblioteca municipal de Algeciras
Biblioteca municipal de Algeciras

La biblioteca municipal de Algeciras es una red de bibliotecas propiedad de Ayuntamiento de Algeciras cuya sede principal, la biblioteca Cristóbal Delgado,[1]​ se encuentra situada en el Centro Documental en la calle Capitán Ontañón y que cuenta además con otras dos localizaciones, una en la barriada de El Saladillo, la biblioteca Esteban Valdivia y Cabrera,[2]​ y otra en la barriada de La Granja, la biblioteca Pérez-Petinto.[3]​ La institución además de poner a disposición de la ciudadanía una amplia colección de libros para su consulta realiza diversas actividades de difusión de la cultura como un club de lectura, circuito literario andaluz y circuito infantil y juvenil.[4]​ La primera iniciativa municipal para la creación de una biblioteca popular en la ciudad se presentó en 1897 bajo el mandato del alcalde Rafael del Muro y Joaristi a propuesta del concejal Antonio Bonany. Aunque finalmente no llegó a realizarse el proyecto contemplaba la habilitación de la planta baja de la recién inaugurada Casa Consistorial y la designación como encargado de ésta al concejal Utor.[5]​ A pesar de esto la primera biblioteca municipal de la ciudad de Algeciras fue creada en la planta baja del Ayuntamiento por iniciativa del cronista de la ciudad, Manuel Pérez-Petinto y Costa,[6]​ siendo inaugurada con el nombre de Biblioteca Pública Municipal el 30 de agosto de 1925.[7]​[8]​ Durante la década de 1940 unas obras en el edificio de Correos provocaron que el servicio postal tuviera que trasladarse al ayuntamiento. Debido a esto la colección de libros tuvo que ser trasladada al Pabellón municipal de la Feria. Este traslado, en principio provisional se mantuvo aun después de que la sala de la Casa Consistorial donde había estado la biblioteca quedara libre.[9]​ En 1959 las obras de remodelación del paseo de la feria y la urbanización de la avenida Francisco Franco (hoy Fuerzas Armadas) hicieron desaparecer las instalaciones feriales y la biblioteca hubo de trasladarse a la sede de la Sociedad algecireña de Fomento en esta misma avenida.[6]​ En 1963 llega a la dirección de la institución el cronista de la ciudad Cristóbal Delgado Gómez tras el fallecimiento de Juan Pérez Arriete también cronista local desde 1961. Responsabilidad suya fue que en 1964 se trasladara la biblioteca a un nuevo edificio en la calle Salvador Allende.[10]​ Este edificio fue profundamente remodelado y ampliado a mediados de la década de 1990 duplicándose el número de puestos de lectura, ampliándose su capacidad en casi 10 000 volúmenes y construyéndose un nuevo salón de actos. A esta reforma, iniciativa del por entonces alcalde de la ciudad Patricio González Gómez, se añadió el cambio de nombre del edificio por el de Biblioteca Cristóbal Delgado, denominación que mantiene en la actualidad desde su reinauguración el 25 de abril de 1995.[11]​ En 2010 el ayuntamiento de la ciudad adjudicó la redacción de un proyecto para la construcción de una nueva biblioteca en la Avenida Capitán Ontañón, en terrenos de los antiguos cuarteles y junto a la escuela de Artes y Oficios, al arquitecto municipal Pedro Pérez-Blanco Martínez.[12]​ El coste de las obras ascendieron a 267 834,36 euros,[13]​ con cargo al Plan E, siendo la empresa constructora Vías y Construcciones S.A.[14]​ El 12 de junio de 2013 se conoció la decisión del Ayuntamiento de la ciudad de denominar el nuevo edificio como Centro documental José Luis Cano albergando en su interior el Archivo Municipal Emilio Santacana y el Archivo de Protocolos Notariales José María Lucena Conde mientras que el edificio de la Biblioteca Central Cristóbal Delgado pasaría a denominarse Centro Permanente Municipal de Arte y Literatura Cristóbal Delgado.[15]​ El nuevo edificio se encuentra en funcionamiento desde principios de 2015.

Acueducto de Algeciras
Acueducto de Algeciras

El acueducto de Algeciras, conocido localmente como Los Arcos, es una de las construcciones civiles más importantes de las que se realizaron en la ciudad española de Algeciras durante sus primeros dos siglos de existencia. Numerosos libros de texto, diccionarios y guías de viaje nombran esta construcción en su entrada sobre Algeciras como acueducto romano o árabe aunque fue construido en el siglo XVIII. La imagen de la ciudad desde las sierras próximas, con los arcos en primer término y Gibraltar de fondo es una de las postales más repetidas de la ciudad pudiéndose encontrar decenas de grabados con esa imagen, principalmente durante los siglos XVIII y XIX. La necesidad de llevar agua potable a la ciudad desde las sierras próximas fue un tema de notable interés a finales del siglo XVIII pues aunque el Río de la Miel y numerosos pozos de patios particulares abastecían a gran parte de la población el crecimiento de la ciudad hizo necesaria la creación de fuentes públicas. Para financiar la construcción de un acueducto que transportara agua desde la aldea de El Cobre hasta el centro de la ciudad el Consejo de Castilla concedió licencia al ayuntamiento de la ciudad para gravar con impuestos la venta de vino y vinagre mediante la Real Provisión de 4 de julio de 1769. Este impuesto comenzó a cobrarse el primer día del año 1777,[1]​ comenzando las obras del nuevo acueducto en 1777 y acabando en 1783.[2]​ Según el proyecto inicial de la obra el acueducto constaría de un único tramo, el más cercano a la ciudad, en la barriada de La Bajadilla y hoy casi desaparecido debido a la gran cantidad de edificaciones que se le han adosado. La conducción de agua desde el manantial de origen hasta ese primer tramo de acueducto sería subterránea y transcurriría bajo la actual barriada de El Cobre. El arquitecto encargado del proyecto fue Pablo Casaus y las obras fueron dirigidas por el maestro alarife Pablo Díaz bajo la inspección del maestro fontanero Antonio Ruiz Florindo que acababa de terminar una construcción similar en Puerto Real. El acueducto de La Bajadilla estaba formado por una serie de arcos de medio punto de piedra y ladrillo sin contrafuertes. La altura de la construcción era variable y dependiente del terreno llegándose a alcanzar en los arcos mayores de la Bajadilla la máxima altura en unos 20 metros.[3]​ Los contrafuertes fueron construidos en 1785 a petición del maestro fontanero Florindo para asegurar los tramos de mayor altura, estos contrafuertes se alternan cada tres arcos, entre ellos quedan los pilares originales de planta cuadrada. Al poco tiempo de su inauguración los propios arquitectos de la obra pusieron de manifiesto la necesidad de levantar un segundo tramo que salvara el desnivel del terreno a la altura de El Cobre. Este desnivel hacía que la presión del agua reventara habitualmente las conducciones subterráneas, que debían ser reparadas continuamente. A pesar de esta recomendación las obras del segundo tramo, conocido actualmente como Arcos de El Cobre, no comenzaron hasta 1841 terminando en 1845. Los arcos de El Cobre eran de menor altura que los construidos el siglo anterior y llevaron adosados contrafuertes desde el momento de su construcción.[4]​ Este acueducto transportaba agua de Las Minillas (un nacimiento de agua de una sierra próxima) hasta cinco fuentes diseminadas por la ciudad, la Fuente Nueva, las dos fuentes de la Plaza Alta, una fuente de la Plaza Baja y una cerca de la desembocadura del río en la Acera de la Marina. La primera de estas fuentes, la Fuente Nueva, fue inaugurada nada más terminado de construir el tramo de acueducto de La Bajadilla en 1783 mientras que el resto de las fuentes fueron construidas a lo largo de los primeros años de funcionamiento del suministro conforme se iban construyendo conducciones subterráneas bajo en núcleo urbano de la ciudad.[5]​ Actualmente se conserva en relativo buen estado el tramo de El Cobre, que además ha sido restaurado e integrado en su entorno como zona verde, el tramo de La Bajadilla sin embargo se desplomó en gran parte de su longitud en los años sesenta y los pocos arcos que quedaron en pie, fueron absorbidos por diversas construcciones quedando incorporados a ellas.[6]​ Queda en pie un tramo con cuatro arcos en la Avenida Aguamarina que, tras la demolición en 2008 de algunos garajes construidos por particulares fue restaurado e integrado en el entorno en 2008.[7]​